Seguro que a fray Luis de León le gustaría la seguidilla que podemos leer a continuación de su muy conocida décima:
A la salida de la cárcel
Aquí la envidia y mentira
me tuvieron encerrado.
Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,
y con pobre mesa y casa
en el campo deleitoso
con sólo Dios se compasa
y a solas su vida pasa
ni envidiado ni envidioso.
* * * * *
Tengan otros riqueza
que a nadie envidio,
pues contento lo paso
con un poquito.
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