Fotografía de Herr_Mueller - The Good Life #1

12 de abril de 2025

Álvaro Cunqueiro - Yo soy Dánae

 

YO SOY DÁNAE

Yo soy Dánae. Desnuda caía en el lecho come
bianca neve scende senza vento.

Y llegó secreto con el fulgor
convertido en monedas de oro que cayeron
sobre mí, alrededor, en el suelo.
Díjose a sí mismo una voz y aquel oro de ceca
se arremolinó en un amén y se hizo el varón.
Me encontró virgen, me surcó y me sembró.
Me bebió, como quien se echa con sed sobre un río.
Pero lo pasado pasado está.
Ahora soy vieja, y en un reino de columnas derrumbadas
voy y vengo por entre los cipreses y las palomas.
Me tienen por loca, y piensan que miento
cuando digo que fui desvirgada por Zeus.
Para burlarse de mí baten una moneda en el mármol
y yo pienso que él vuelve, y me quito la ropa
y me dejo caer desnuda en la hierba come
bianca neve scende senza vento.
Ni escucho sus risas. Ya soy vieja
pero nunca pude salir de aquel sueño de antaño.

Álvaro Cunqueiro



Herba aqui ou acolá (1940), en Antología poética. Selección, prólogo y taducción de César Antonio Molina. Edición bilingüe. Plaza y Janés, 1983



EU SON DÁNAE

Eu son Danae. Núa caía no leito
come
bianca neve scende senza vento.
E chegou segredo coa fúlgura
convertido en moedas de ouro que caíron
sobre de min, e arredor, e no chan.
Díxose a si mesmo unha voz e aquel ouro de ceca
arremuiñouse nun amén e fíxose o varón.
Atopoume virxe, sucoume e sementou.
Bebeume, como quen se deita con sede sobre un río.
Pro, o pasado pasado.
Agora vou vella, e nun reino de columnas derrubadas
vou e veño por entre os cipreses e as pombas.
Téñenme por tola, e coidan que minto
cando digo que fun desvirgada por Zeus.
Pra burlarse de min chinchan unha moeda no mármore
e eu coido que el volve, e tiro a roupa
e déixome caír núa na herba come
bianca neve scende senza vento.
Nin escoito as súas risas. Xa vou vella
pro nunca puiden saír daquel soño de antano.


Artemisia Gentileschi - Danaë [c.1612]


11 de abril de 2025

Unas fotografías de Salvatore Ferrara

 






Salvatore Ferrara - (La Habana, 1 de noviembre de 2007)



Unos versos de Pitsa Galazi

 

Unos versos de la poeta chipriota Pitsa Galazi (1940 - 2023):


… Porque la poesía
es presencia y ausencia,
raíz en la tierra profunda y en la alta cima.



(Traducción de PLC)



… Επειδή η ποίηση
είναι παρουσία και απουσία,
ρίζα στο χώμα βαθιά και ψηλή κορφή.

Πίτσα Γαλάζη


Antología Υπνοπαίδεια (1978)



Pablo Antonio Cuadra - Los años

 

LOS AÑOS

Ahora, en el amanecer
–con esta luz tan diáfana–
¡cuánto hubiera dado
por no encontrarte!
¡Pensar, Rosaura
que una vez creí que la belleza
gracias a ti era eterna!

Pablo Antonio Cuadra

(Managua, 1912 - 2002)



Giorgio de Chirico - Retrato de Isa en rosa y negro

 


Giorgio de Chirico (1888 - 1978) - Ritratto di Isa in rosa e nero, 1934



Walter Sauer - Joven con las manos juntas

 


Walter Sauer (Saint-Gilles, Bélgica, 1889 - Argel, 1927) - Jeune femme aux mains jointes, 1919



10 de abril de 2025

Una fotografía de Alfred Cheney Johnston

 


Alfred Cheney Johnston (1885 - 1971) - A Study in Color, ca. 1934




Carlos Cortés - Historias de poetas, 10

 

HISTORIAS DE POETAS, 10

nuestras hijas se avergonzarán de nosotros
cuando hayamos muerto
malgastamos la vida en versitos de mierda
volando pico
sorbiendo café con los dientes amarillos
mordiéndonos los nudillos mal alimentados
arremangándonos los puños sucios de las camisas
llenos de mocos secos e ilusiones muertas
no guardamos para el futuro
esperando a que llegara la eternidad
se nos fue la vida

Carlos Cortés

(San José, Costa Rica 1962)



Autorretratos y cruci/ficciones
, 2005 y 2006

Dos versos de Katerina Gogou

 

Cada día aprendo a rechazar
lo que creí ayer.

Katerina Gogou



Κάθε μέρα μαθαίνω ν’απορρίπτω
αυτά που πίστεψα χτες .

Κατερίνα Γώγου



Una fotografía de Raquel Matos

 


Raquel Matos - Sara, 2008



9 de abril de 2025

José Bergamín - «Los dos estamos soñando…»

 

Los dos estamos soñando,
pero tú te estás durmiendo
y yo me estoy despertando.

José Bergamín


Canto rodado  Poesía, VI, Turner, 1984




Manuel Machado - La canción del alba

 

LA CANCIÓN DEL ALBA

El alba son las manos sucias
y los ojos ribeteados.
Y el acabarse las argucias
para continuar encantados.

Livideces y palideces,
y monstruos de realidad.
Y la terrible verdad
mucho más clara que otras veces.

Y el terminarse las peleas
con transacciones lamentables.
Y el hallar las mujeres feas
y los amigos detestables.

Y el odiar a la aurora violada,
bobalicona y sonriente,
con su cara de embarazada,
color de agua y aguardiente.

Y el empezar a ver cuando
los ojos se quieren cerrar.
Y el acabar de estar soñando
cuando nos vamos a acostar.

Manuel Machado


El mal poema (1909)     



Rufino - «Competían Melita, Rodope y Rodoclea...»

 

Concurso de pubis 

Competían Melita, Rodope y Rodoclea
   por ver cuál de las tres tenía el mejor coño,
y me nombraron juez. Como las diosas célebres
   se levantan desnudas, ungidas con el néctar.
Brillaba el de Rodope suntuoso en el centro de sus muslos
   como hendido por céfiro de rosas…
Como cristal era el de Rodoclea, húmedo como imagen
   en un templo, recién acabada de esculpir.
Pero yo, que sabía lo que sufriera Paris con su fallo,
   a las tres ya inmortales coroné.

Rufino



Los dados de Eros
Antología de poesía erótica griega. Introducción, traducción y notas de Aurora Luque. Edición bilingüe. Hiperión, 2ª edición: 2001.





Una fotografía de Pascal Sébah en Atenas

 



Pascal Sébah (1823-1886) - Αθήνα - Περιοχή του ποταμού Ιλισσού - 1872 (Georgios Argyriu, Flickr)



8 de abril de 2025

Paolo Monti - Los ojos

 


Paolo Monti (1908 - 1982) - Gli occhi, 1951



Rafael Lozano - «El barco...»

 

El barco
deja sólo una estela.
Nosotros, ¿qué dejamos?

Rafael Lozano



En el prólogo de El haiku japonés. Historia y traducción, de Fernando Rodríguez Izquierdo. Hiperión, 5ª ed., 2005 [1ª ed., Fundación Juan March, 1972]



Isabel Pérez Montalbán - Clases sociales

 

CLASES SOCIALES

                          Los pobres son príncipes que tienen que reconquistar su reino.
                         Agustín Díaz-Yanes. Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto


Con seis años, mi padre trabajaba
de primavera a primavera.
De sol a sol cuidaba de animales.
El capataz lo ataba de una cuerda
para que no se perdiera en las zanjas,
en las ramas de olivo, en los arroyos,
en la escarcha invernal de los barrancos.
Ya cuando oscurecía, sin esfuerzo,
tiraba de él, lo regresaba níveo,
amoratado, con temblores
y ampollas en las manos,
y alguna enredadera de abandono
en las paredes quebradizas
de sus pulmones rosas
y su pequeño corazón.

En sus últimos años volvía a ser un niño:
se acordaba del frío proletario,
(porque era ya substancia de sus huesos),
del aroma de salvia, del primer cine mudo
y del pan con aceite que le daban al ángelus,
en la hora de las falsas proteínas.

Pero su señorito, que era bueno,
con sus botas de piel y sus guantes de lluvia,
una vez lo llevó, en coche de caballos,
al médico. Le falla la memoria
del viaje: lo sacaron del cortijo sin pulso,
tenía más de cuarenta de fiebre
y había estado a punto de morirse,
con seis años, mi padre, de aquella pulmonía.
Con seis años, mi padre.

Isabel Pérez Montalbán


Leído en Feroces  Radicales, marginales y heterodoxos en la última poesía española. Presentación y selección de Isla Correyero. DVD ediciones, 1998




Unos versos de Yorgos Seferis

 

Ah, si nuestra vida fuera recta
cómo de cerca la seguiría
pero el destino otra cosa ordena
y hay que dar la vuelta en una esquina.

Yorgos Seferis 


Una estrofa del poema «Frog», perteneciente a su libro Estrofa/Στροφή (1931), en Mythistórima. Poesía completa. Traducción, prólogo y notas de Selma Ancira y Francisco Segovia. Edición bilingüe, Galaxia Gutenberg, 2012 



Α! να ’ταν η ζωή μας ίσια
πώς θα την παίρναμε κατόπι
μ’ αλλιώς η μοίρα το βουλήθη
πρέπει να στρίψεις σε μια κόχη.

Γιώργος Σεφέρης



7 de abril de 2025

Anónimo

 

Sus labios eran sabrosos y su alma tierna.

El Jardín de las caricias


Leído en La carne y la carne, artículo de Rosa María Pereda en la revista Hiperión, núm 2. La carne, otoño 1978.



Una fotografía de Marcelo Montecino

 



Marcelo Montecino - Belleza, Santiago, Chile, 1990



Otros tres y son seis

 

OTROS TRES Y SON SEIS   
(Alcazarquivir)

   A la uriya d'una fuente 
a una saga yo vi,
con el ruido del awua
a eya me aserquí,
oí una vos que desía:
"Ay de mí, ay de mí, ay de mí!"
   Me la agarrí de un braso
y a un café la yeví,
y en su divino pecho
tres besos la estampí,
y entonses dise la niña:
"Ay de mí, ay de mí, ay de mí!"
   Como la vi solita
la declarí mi amor,
la niña quedó enturbada,
nada me contestó,
entonses me dije:
"Ya cayó, ya cayó, ya cayó!"
   Al despedirme d'eya
un abraso me dio,
sospirando me dise:
"¡No me olvides, por Dios!,
ya sabes que el amor mío
sólo en ti se fundió."
   Al subir las escaleras
las piernesitas le abrí,
entonces dise la niña:
"¡Suba usted, suba usted, suba usted!"
   Adiós, niña hechisera,
adiós, para siempre adiós,
que yo soy casadito
y tengo mi mujer,
y entonses dise la niña:
-"Ay de mí, ay de mí, ay de mí!"



Poesía tradicional de los judíos españoles. Recopilación y prólogo de Manuel Alvar. Editorial Porrúa, 3ª edición, México, 1979


Fabio Morábito - Mudanza

 

MUDANZA

A fuerza de mudarme
he aprendido a no pegar
los muebles a los muros,
a no clavar muy hondo,
a atornillar sólo lo justo.
He aprendido a respetar las huellas
de los viejos inquilinos:
un clavo, una moldura,
una pequeña ménsula,
que dejó en su lugar
aunque me estorben.
Algunas manchas las heredo
sin limpiarlas,
entro en la nueva casa
tratando de entender,
es más,
viendo por dónde habré de irme.
Dejo que la mudanza
se disuelva como una fiebre,
como una costra que se cae,
no quiero hacer ruido.
Porque los viejos inquilinos
nunca mueren.
Cuando nos vamos,
cuando dejamos otra vez
los muros como los tuvimos,
siempre queda algún clavo de ellos
en un rincón
o un estropicio
que no supimos resolver.

Fabio Morábito



(Leído en Rua das Pretas)


Nelly Sachs: escritura y supervivencia

 

Si no hubiera podido escribir, no habría sobrevivido.

Nelly Sachs


(„Hätte ich nicht schreiben können, so hätte ich nicht überlebt“)


(Berlín, 1891 - 1970), Premio Nobel de Literatura en 1966




Una greguería

 

Aburrirse es besar a la muerte.

Ramón Gómez de la Serna




«O voo de Manuel de Barros»

 

Poesia é voar fora da asa. 

Manuel de Barros 




Dubes - Céu sobre o rio Cuiabá




6 de abril de 2025

Vladimir Holan y Tadeusz Różewicz - Eva

 

EVA

                                           A Maria Tomasova


Fue cuando el vino nuevo… El otoño
había tejido ya el mimbre en torno a las botellas,
y la serpiente, no encima de la piedra, sino debajo del brezo,
yacía sobre el vientre cubriéndose con su dorso.

“La belleza destruye el amor, el amor la belleza “, me dijo
y del mismo modo que antaño se sacrificaba a las diosas de aquí y allá
un número impar de víctimas,
ella pensaba entonces nada más en sí misma,
imaginando con indiferencia
la eternidad sin inmortalidad…

Era tan hermosa que si alguien me hubiera preguntado
por dónde había ido con ella, no hubiera, sin duda, hablado de paisajes
(a no ser que sintiera la impotencia de las palabras
y que sólo hiciera posible deletrear el silencio
la lluvia que cae en los presidios).
Era tan hermosa que quise
vivir de nuevo, pero de un modo distinto.
Era tan hermosa que en el fondo de mi delirante amor
me esperaba todavía íntegra toda la locura…

Vladimir Holan


Dolor [1949 - 1954]. poesía Hiperión, 1986, traducción de Clara Janés



Laurent Orseau - Eva, 2024




EVA

Sales
de mis ojos desnuda
rugosas
valvas
de interior rosado
se abren
en la noche
ala blanca
ingle de ángel
se cierra lentamente
y el salado rocío del amor
cubre
la piel
Sales
demis ojos desnuda
rugosas
valvas
de interior rosado
se abren
en la noche
ala blanca
ingle de ángel
se cierra lentamente
y el salado rocío del amor
cubre
la piel

Tadeusz Różewicz


(1921- 2014)​​ 


Traducción de Ángel-Enrique Díaz-Pintado Hilario, en El origen del mundo. Antología recopilada por Juan Abad, poesía Hiperión, 2004



Carlos Drummond de Andrade - «Necrológio dos desiludidos do amor»




Participação da atriz Fernanda Torres no vídeo do Instituto Moreira Salles em homenagem a Carlos Drummond de Andrade.



NECROLÓGIO DOS DESILUDIDOS DO AMOR

Os desiludidos do amor
estão desfechando tiros no peito.
Do meu quarto ouço a fuzilaria.
As amadas torcem-se de gozo.
Oh quanta matéria para os jornais.

Desiludidos mas fotografados,
escreveram cartas explicativas,
tomaram todas as providências
para o remorso das amadas.

Pum pum pum adeus, enjoada.
Eu vou, tu ficas, mas nos veremos
seja no claro céu ou turvo inferno.

Os médicos estão fazendo a autópsia
dos desiludidos que se mataram.
Que grandes corações eles possuíam.
Vísceras imensas, tripas sentimentais
e um estômago cheio de poesia...

Agora vamos para o cemitério
levar os corpos dos desiludidos
encaixotados competentemente
(paixões de primeira e de segunda classe).

Os desiludidos seguem iludidos,
sem coração, sem tripas, sem amor.
Única fortuna, os seus dentes de ouro
não servirão de lastro financeiro
e cobertos de terra perderão o brilho
enquanto as amadas dançarão um samba
bravo, violento, sobre a tumba deles.



Carlos Drummond de Andrade




Brejo das almas, Belo Horizonte, 1934.



5 de abril de 2025

Manuel Rivas - «A Sección Áurea»

 

A SECCIÓN ÁUREA 

Foi no enterro de tía Anuncia, en Riocobo,
aquel día de sol que ía moita friaxe polos pés.
Pepe, o de Teté, que é filho de carpinteiro,
faloume da Sección Áurea,
o número secreto que garda a proporción
entre os segmentos.
O berce,
os primeiros zocos,
a sella e o pote,
o hórreo,
o carro do país,
a artesa de pan centeo,
a carta de América,
o fol da gaita,
o bordado do liño,
o leito do amor,
a culler de pao,
a virxe das Dores,
a chama da candea,
as doas do rosario,
teñen esa álxebra que só se contaxía
coa luz do pan
na mirada da nai.
A Sección Áurea.
A medida tamén dun sepulcro honorable.


Manuel Rivas


Costa da Morte Blues (1995), en o pobo da noite  Antoloxía poética. Edicións Xerais de Galicia, 2ª edición, 1997


Fotografía de Cliff Hutson




Una fotografía de Erik van Straten

 


Erik van Straten - Ronda, Spain, 1973




Fedor Sologub - «Mi camino es largo y difícil...»

 

Mi camino es largo y difícil,
voy solo por un país desierto,
placeres no me faltan:
sonrío, me entretengo,
yo mismo me doy ánimos
para no aburrirme en este viaje.

Son vastas mis comarcas,
mis brumas son espléndidas,
la luna es luminosa
y el viento libre me recuerda,
en su lengua exuberante,
la alegría de existir

                     11 de agosto de 1896

Fedor Sologub

(San Petersburgo, 1863 - 1927)



Traducción de Jorge Bustamante García en El instante maravilloso - Poesía rusa del siglo XX. Universidad Nacional Autónoma de México, 2014, primera reimpresión de la primera edición, 2004.



Una fotografía de Vanessa Ferro

 


Vanessa Ferro - Vermeer, 2015



Adam Zagajewski - La muchacha de Vermeer

 


LA MUCHACHA DE VERMEER   

La muchacha de Vermeer, famosa ahora,
me está mirando. La perla me mira.
La muchacha de Vermeer tiene los labios
rojos, húmedos y brillantes.

Muchacha de Vermeer, perla,
turbante azul: eres la luz,
y yo estoy hecho de sombra.
La luz mira a la sombra con altivez,
con indulgencia, quizá con tristeza.

Adam Zagajewski  



Tierra de fuego, Traducción de Xavier Farré, Acantilado, 2004 [1ª ed. en su lengua original, 1997]


(Fotografía de Peter Wölwer: Das Mädchen mit dem Perlenohrring, Johannes Vermeer)


4 de abril de 2025

Agustín de Foxá - Inútil primavera

 

INÚTIL PRIMAVERA

Todo inútil y triste,
como el sol a los ciegos,
la primavera al poste de telégrafo
o la lluvia dulcísima de mayo
a las amargas rosas del océano.
¿Para qué el arco iris
sobre los cementerios?
¿La luna en los salones sin espejos,
el alero sin negra golondrina,
el seno adolescente para el viejo?
¿Para qué el canto mío
sin objeto?
¿Este fuego sin bosque
esta colmena en medio del desierto?
Desde que no eres mía
me pregunto por qué sigo viviendo,
dándole cuerda todas las mañanas
al pobre corazón roto y sin péndulo.
¿Por qué el sol golpeando en mis ventanas
me hace alzarme del lecho?
¿Y para qué el Señor hila esa nube
o hace acuarelas tenues en los pétalos?

Agustín de Foxa



Una fotografía de Víctor Herasme

 


Víctor Herasme - Elena, Barcelona, 2024




Una fotografía de Fradel Nogardy

 


Fradel Nogardy - (1940)



Bertolt Brecht - Canción de una amada

 

Canción de una amada

1. Lo sé, amada: ahora se me cae el pelo por mi vida salvaje, y me tumbo en las piedras. Me veis beber el aguardiente más barato, y camino desnudo al viento.

2. Pero hubo un tiempo, amada, en que fui puro.

3. Tuve una mujer que era más fuerte que yo, como la hierba es más fuerte que el toro: se vuelve a erguir.

4. Ella vio que yo era malo, y me amó.

5. No preguntó a dónde conducía el camino, que era su camino, y quizás iba hacia abajo. Cuando me dio su cuerpo, dijo: esto es todo. Y fue mi cuerpo.

6. Ahora ya no está en ningún lado, desapareció como una nube cuando ha llovido, la abandoné y cayó, pues ése era su camino.

7. Pero de noche, a veces, cuando me veis beber, veo su cara, pálida en el viento, fuerte y vuelta hacia mí, y me inclino ante el viento.

Bertolt Brecht


Poemas de amor.  Versión de Vicente Forés, Jesús Munárriz y Jenaro Talens, Hiperión, 4ª ed. 2010; 1ª ed. 1998. Edición bilingüe 



Gesang von einer Geliebten


1. Ich weiß es, Geliebte: jetzt fallen mir die Haare aus vom wüsten Leben, und ich muß auf den Steinen liegen. Ihr seht mich trinken den billigsten Schnaps, und ich gehe bloß im Wind.

2. Aber es gab eine Zeit, Geliebte, wo ich rein war.

3. Ich hatte eine Frau, die war stärker als ich, wie das Gras stärker ist als der Stier: es richtet sich wieder auf.

4. Sie sah, daß ich böse war, und liebte mich.

5. Sie fragte nicht, wohin der Weg ging, der ihr Weg war, und vielleicht ging er hinunter. Als sie mir ihren Leib gab, sagte sie: Das ist alles. Und es wurde mein Leib.

6. Jetz ist sie nirgends mehr, sie verschwand wie die Wolke, wenn es geregnet hat, ich ließ sie, und sie fiel abwärts, denn dies war ihr Weg.

7. Aber nachts, zuweilen, wenn ihr mich trinken seht, sehe ich ihr Gesicht, bleich im Wind, stark und mir zugewandt, und ich mich in den Wind.




Un autorretrato de Ilse Bing

 



Ilse Bing (Fráncfort, 1899 - Nueva York, 1998)​ - Autorretrato con Leica, París, 1931



3 de abril de 2025

Una fotografía de Aurelio Asiain

 


Aurelio Asiain - Our memory is longer than mine, 2007 



Jordi Doce - «Todo poema es en el fondo un balbuceo…»

 

Todo poema es en el fondo un balbuceo, algo dicho en voz baja, entre murmullos, con afán de seducir o prolongar la seducción, y sin oyente, sin lector, sin alguien que se preste por un tiempo al juego y ponga de su parte, no es nada, no existe. Solo cuando las palabras se hallan tan cargadas de latencia o de añoranza puede alguien pensar que hablan para él.

Jordi Doce


Perros en la playa, La Oficina, 2011



Dos aforismos de Isabel Mellado

 

La palabra es perro que ladra y muerde.

                        * * *

La noche es la lupa de la conciencia.


Isabel Mellado




Unos aforismos de Aitor Francos

 

Una verdadera máxima no conduce a la certeza, sino al presentimiento.

Contradecir ciertas perfecciones es lo que hace a los cuerpos imperfectos memorables.

El aforismo fue el primer género que se dio cuenta de que entre líneas normalmente no hay nada.

Se viaja para constatar que no podemos salir de nosotros mismos.


Aitor Francos
(Bilbao, 1986)


Tinta rápida, Ediciones Trea, 2020




Luis Felipe Comendador - Mira el silencio de las fotografías...

 

Mira el silencio de las fotografías... es tan parecido al de los muertos.

Luis Felipe Comendador



Fotografía de María Casais (2013)


2 de abril de 2025

Víctor Botas - Venus

 

VENUS

Recuerdo bien aquella
estatuilla que estaba en el Museo
Vaticano: los dulces
tímidos pechos altos, casi ocultos
por los brazos en vuelo que subían
a la inclinada nuca
                                   y las resueltas
formas de la cadera.
                                    Cuánta gente
se detenía a verla, comentando
el gracioso donaire, la serena
perfección de la cara y ese cuerpo
tan ajustado en todo a los antiguos
cánones de la Hélade.
                                       Era
muy hermosa, en verdad.
                                             De cualquier modo,
no estoy nada seguro de si habría
hablado de ella aquí
                                     de no haber sido
por sus dedos ausentes
y su rodilla rota.

Víctor Botas


Historia antigua (1987)


Una fotografía de Carlos Alkmin

 


Carlos Alkmin - Pode crer, bicho ("Street Photography". Cena no Beco do Grafite, Vila Madalena), 2008




Dos poemas de José Emilio Pacheco


EDADES

Llega un triste momento de la edad
en que somos tan viejos como los padres.
Y entonces se descubre en un cajón olvidado
la foto de la abuela a los catorce años.

¿En dónde queda el tiempo, en dónde estamos?
Esa niña
que habita en el recuerdo como una anciana,
muerta hace medio siglo,
es en la foto nieta de su nieto,
la vida no vivida, el futuro total,
la juventud que siempre se renueva en los otros.
La historia no ha pasado por ese instante.
Aún no existen las guerras ni las catástrofes
y la palabra muerte es impensable.

Nada se vive antes ni después.
No hay conjugación en la existencia
más que el tiempo presente.
En él yo soy el viejo
y mi abuela es la niña.


La arena errante [1992 - 1998] 

 


EL GRAN AYER

La foto de ese joven de antes de ayer al que todos
conocen sólo de viejo...

Extraño nieto de sus propios hijos,
Tiene el vestuario
De un presente fugaz como éste ahora mismo.

Duro nos mira desde su juventud,
No de verdad sino sólo imagen.
Su hoy es ya fue
En camino al abismo que espera a todos.

No representa su mayor edad
Sino lo relativo de mundo y tiempo.

Allá en la foto
Él se desnace, crece al revés
En su enjuvenecimiento exagerado.

Pronto los dos dos
—El de allá, el de aquí—
Serán parte del gran ayer,
Imagen doble
De otro más entre sus fantasmas.


Como la lluvia [2001 - 2008]


José Emilio Pacheco 

(Ciudad de México, 1939 - 2014)



v. Tarde o temprano [Poemas 1958-2009], Tusquets, abril de 2010




1 de abril de 2025

Ramón Casas - Julia en grana

 



Ramón Casas (1866 - 1932) - Julia en grana, hacia 1906, Colección del Círculo Ecuestre, Barcelona


(Fotografía de © Ramón Muñoz)


Rafael Sánchez Ferlosio - (Ante el retrato de Juan de Pareja)

 

(Ante el retrato de Juan de Pareja) Tal vez me alegraría si me enterase de que quería a su criado y lo trataba con dulzura, pero, con todo, me conformo con ver hasta qué punto la incorruptible lealtad de sus pinceles no supo negarse a emanciparlo de toda servidumbre imaginable, reconociendo y fijando para siempre, en esa levitante inteligencia y seriedad de la mirada, el aura de la más alta dignidad humana.

Rafael Sánchez Ferlosio



Vendrán más años malos y nos harán más ciegos
. Ediciones Destino, 3ª ed., diciembre 1993 [la primera en octubre y la segunda en noviembre]. Recibió el Premio Nacional de Ensayo en 1994.



Velázquez - Juan de Pareja, 1670. The Metropolitan Museum of Art, New York (Fotografía de Hans Ollermann)


Federico García Lorca - Soneto

 

SONETO

Largo espectro de plata conmovida
el viento de la noche suspirando
abrió con mano gris mi vieja herida
y se alejó; yo estaba deseando.

Llaga de amor que me dará la vida
perpetua sangre y pura luz brotando.
Grieta en que Filomena enmudecida
tendrá bosque, dolor y nido blando.

¡Ay qué dulce rumor en mi cabeza!
Me tenderé junto a la flor sencilla
donde flota sin alma tu belleza.

Y el agua errante se pondrá amarilla,
mientras corre mi sangre en la maleza
olorosa y mojada de la orilla.

Federico García Lorca


Canciones (1927)


Antonio Machado - La primavera


LA PRIMAVERA

Más fuerte que la guerra —espanto y grima—
cuando con torpe vuelo de avutarda
el ominoso trimotor se encima
y sobre el vano techo se retarda,

hoy tu alegre zalema el campo anima,
tu claro verde el chopo en yemas guarda.
Fundida irá la nieve de la cima
al hielo rojo de la tierra parda.

Mientras retumba el monte, el mar humea,
da la sirena el lúgubre alarido,
y en el azul el avión platea,

¡cuán agudo se filtra hasta mi oído,
niña inmortal, infatigable dea,
el agrio son de tu rabel florido!

Antonio Machado


Poesías de la guerra (1936-1939)


31 de marzo de 2025

Ramón Andrés - Otra vez la lentitud

 

La lentitud es subversiva, y la espera, entendida como esencial tiempo humano, ha muerto. Estamos en el reino de la extinta virtud del aguardar, en la patria de un salteador llamado Ahora.

Ramón Andrés


Caminos de intemperie, Galaxia Gutenberg, 2022



Y recordamos que Ramón Andrés estuvo aquí en septiembre de 2021 con un aforismo del mismo tema de un libro anterior, junto a la poeta austriaca Ilse Aichinger (1921 - 2016):


La lentitud: una dicha del gesto y la mirada. 


La lentitud es la alegría  (Die Langsamkeit ist die Freude.)






Taylor en las gafas de Burton

 



«Elizabeth Taylor reflected in the glasses of Richard Burton (as George and Martha), Who’s Afraid of Virginia Woolf, by Mike Nichols, 1966»


(Photo Tractatus)


Duke Ellington y Dizzy Gillespie

 


Aunque no está indicado, parece que esta fotografía de Duke Ellington y Dizzy Gillespie, en un momento de intimidad, es de Jim Marshall.



Una pianista y un matrimonio de pintores

 

Laura Knight (1877 - 1970) - Ethel Bartlett, 1926


Harold Knight (1874 - 1961) - Ethel Bartlett, c. 1937



Foujita - Dos hermanas

 


Léonard Tsuguharu Foujita - Two Sisters [1957]


«In this work, the two youthful sisters pose, bare shouldered and pensive – the rounded outline of their breasts beneath their silk dresses identify them as visibly more mature than his caricature big-headed children. The swift lines of their delicate profiles and exaggeratedly long, feminine fingers have reached a level of virtuosity. The girls’ skin is a bright lustre of ivory white and exhibits the artist's iconic style of the 1920s. Under Foujita's tender and gentle eye, they are depicted in all their charm and purity, drawing the viewer under their spell.»

(Gandalf's Gallery)



Ángel Guinda - Homo viator

 

HOMO VIATOR

Hay un lugar.
No sé de dónde vengo.
No sé adónde voy.
Hay un lugar.
He de llegar allí.
Para quedarme

Ángel Guinda


Aparición y otras desapariciones, Olifante, 2023. Último libro escrito por el autor (1948 - 2022)


Hieronymus Bosch - Der Landstreicher (HEN-Magonza)



30 de marzo de 2025

Umberto Saba - El adiós

EL ADIÓS

Sin un adiós me dejaste y sin llanto;

¿debo lamentarme por ello?
Tú no llorabas porque tenías tantos,
tantos besos que darme.

Duran así ciertos pactos armoniosos
como una vida y más.
Yo sé de un amor que ha durado un mes,
y fue verdadero amor.

Umberto Saba




L'ADDIO

Senz’addii m’hai lasciato e senza pianti;
devo di ciò accorarmi?
Tu non piangevi perché avevi tanti,
tanti baci da darmi.

Durano sì certe armoniose intese
quanto una vita e più.
Io so un amore che ha durato un mese,
e vero amore fu.



[Cose leggere e vaganti, 1920]


(Traducción de PLC) 


Una fotografía de Giovanna Del Buffalo

 


Giovanna Del Buffalo - Un attimo, 2006  [Un instante]



Alberto Morrocco - Mujer en la ventana (1953)

 



Alberto Morrocco (1917-1998) - Woman in the Window, 1953



Paula Rego

 

The Dance (1988)





Paula Rego (Lisboa, 1935 - Londres, 2022)



Shakespeare - Soneto XIX (en cuatro versiones)

 

Tiempo voraz, embótale al león la garra
y haz que la propia tierra sus crías embeba,
al fiero tigre descolmilla y desquijarra
y sepulta en su sangre a la fénix longeva;

haz liedo y triste el año al paso que resbalas,
y haz lo que quieras, Tiempo de los pies alados,
al vasto mundo y todas sus caducas galas;
mas te prohíbo aquí el más vil de los pecados:

ah, no arañen tus horas la frente a mi amado,
ni traces allí rayas con tu astrosa pluma,
déjalo en tu carrera intacto, por dechado
para hombres venideros de belleza suma.

Mas ¡qué!, haz lo que quieras, Tiempo viejo: malpese a tu manejo
Mi amor por siempre joven vive en este espejo.



Shakespeare The Sonnets / Sonetos de amor. Texto crítico y traducción en verso de Agustín García Calvo. Anagrama, 2ª ed. 1983; 1ª ed. 1974


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Merma, voraz, las garras del león;
haz que la tierra acabe con sus brotes;
arranca, Tiempo, al tigre sus colmillos;
quema en su sangre al fénix milenario.

Trae estaciones tristes o gozosas
y aquello, Tiempo alado, que prefieras
sobre este mundo de dulzuras breves.
Pero un crimen atroz quiero prohibirte:

no cinceles la frente de mi amada
ni con tu vieja pluma la dibujes;
permite que tu curso no lo dañe,
espejo perdurable de hermosura.

O ensáñate si quieres, Tiempo anciano:
mi amor será en mi verso siempre joven.



Sonetos (William Shakespeare) Traducción de Christian Law Palacín, Bartleby Editores, 2009


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Tiempo voraz, despunta las garras del león
y haz que devore el mundo, sus más dulces retoños;
arranca los colmillos del más sangriento tigre
y quema entre su sangre, su larga vida al Fénix.

Alterna con tu vuelo, tristezas y alegrías
y haz todo lo que quieras, Tiempo de raudo pie
a este mundo y a todas sus fugaces dulzuras.
Pero yo te prohíbo el más odioso crimen:

No marques con tus horas la frente de mi amado,
ni en ella traces líneas, con tu antiguo cincel,
déjalo intacto y puro y sea en tu carrera
modelo de belleza para el hombre futuro.

O bien haz lo más vil, viejo Tiempo caduco,
que en mis versos, mi amor, será un joven eterno.



Versión de Manuel Mujica Láinez


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Mella, Tiempo voraz, del león las garras,
deja a la tierra devorar sus brotes,
arranca al tigre su colmillo agudo,
quema al añoso fénix en su sangre.

Mientras huyes con pies alados, Tiempo,
da vida a la estación, triste o alegre,
y haz lo que quieras, marchitando al mundo
Pero un crimen odioso te prohíbo:

no cinceles la frente de mi amor,
ni la dibujes con tu pluma antigua;
permite que tu senda siga, intacto,

ideal sempiterno de hermosura.
O afréntalo si quieres, Tiempo viejo:
mi amor será en mis versos siempre joven.



Versión de Ariel Laurencio Tacoronte


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Devouring Time, blunt thou the lion's paws,
And make the earth devour her own sweet brood;
Pluck the keen teeth from the fierce tiger's jaws,
And burn the long-lived phoenix in her blood;

Make glad and sorry seasons as thou fleet'st,
And do whate'er thou wilt, swift-footed Time,
To the wide world and all her fading sweets;
But I forbid thee one most heinous crime:

O, carve not with thy hours my love's fair brow,
Nor draw no lines there with thine antique pen;
Him in thy course untainted do allow
For beauty's pattern to succeeding men.

Yet, do thy worst, old Time: despite thy wrong,
My love shall in my verse ever live young.




29 de marzo de 2025

Dos aforismos de Martín Cadés

 

Me conformo conmigo
con tal
de no estar solo.

*

Hemos aprendido
más de otros caídos
que de nuestros propios tropiezos.


Martín Cades

(Ecuador, 1986)



Disparos al aire. Antologia del aforismo en Hispanoamérica (Hiram Barrios) Ediciones Trea, 2022



Ethel Barrymore y su sobrina nieta, de perfil

 

Ethel Barrymore, por Edward Steichen (1925)



Drew Barrymore, Profile, Malibu, 1993, por Herb Ritts





Lee Friedlander - Sandra Fisher

 


Lee Friedlander - Sandra Fisher. London, England, 1975



Tasos Denegris - La otra versión

 

LA OTRA VERSIÓN

A Casanova he imaginado
Anciano ya
Corriendo al refectorio.
Sus antaño
Empolvados cabellos
Los enreda el viento.

La leyenda que nos ha llegado
Él no la conoce
Como tampoco siente contento alguno
Por su antigua vida.

De su vida en los libros
¿Por qué nos apresuramos en sacar conclusiones?
Yo lo veo limpiando con un trozo de pan la escudilla
Y está sin afeitar
En algún de Zagreb o Trieste
Cubierto de nubes.

En cuanto a lo que ustedes dicen
Las historias sobre Casanova
Yo no sé

Tasos Denegris



Flora brutal  Selección de poemas. Traducción de Pedro Mateo. Servicio de Publicaciones, Centro de Ediciones de la Universidad de Málaga, 2000



Η ΑΛΛΗ ΕΚΔΟΧΗ


Τον Καζανόβα σκέφτηκα
Γέροντα πια
Να τρέχει στο συσσίτιο.
Τα πάλαι ποτέ
Πουδραρισμένα μαλλιά του
Τα παίρνει ο άνεμος.

Τη φήμη του μέχρι εμάς
Αυτός δεν την γνωρίζει
Κι ούτε καμιά δεν νιώθει ευχαρίστηση
Απ' την παλιά ζωή του.

Κι απ' τη ζωή του των βιβλίων
Γιατί βιαστήκαμε να βγάλουμε συμπέρασμα;
Εγώ τον βλέπω να σκουπίζει με ψωμί την καραβάνα
Κι είναι κι αξούριστος
Σ' ένα τοπίο Ζάγκρεμ ή Τεργέστη
Με συννεφιά.

Κι όσο γι' αυτά που λέτε
Τις ιστορίες για τον Καζανόβα
Εγώ δεν ξέρω.

23 Ιανουαρίου 1980

Τάσος Δενέγρης



Ramón Casas - Au Moulin de la Galette

 



Ramón Casas (1866 - 1932) - Au Moulin de la Galette, 1892



28 de marzo de 2025

Cundo Bermúdez - Mujer peinando a su amante

 



Cundo Bermúdez - Mujer peinando a su amante, 1945


Secundino Bermúdez y Delgado (La Habana, 1914 - Miami, 2008), conocido como Cundo Bermúdez, fue un pintor cubano.

(Wikipedia)


Miguel Hernández - Vals de los enamorados y unidos hasta siempre

 

VALS DE LOS ENAMORADOS
Y UNIDOS HASTA SIEMPRE   


No salieron jamás
del vergel del abrazo.
Y ante el rojo rosal
de los besos rodaron.
Huracanes quisieron
con rencor separarlos.
Y las hachas tajantes
y los rigidos rayos.

Aumentaron la tierra
de las pálidas manos.
Precipicios midieron,
por el viento impulsados
entre bocas deshechas.
Recorrieron naufragios,
cada vez más profundos
en sus cuerpos, sus brazos.

Perseguidos, hundidos
por un gran desamparo
de recuerdos y lunas,
de noviembres y marzos,
aventados se vieron,
pero siempre abrazados.

Miguel Hernández


(Escrita en la Prisión de Conde de Toreno,
a fines de 1939, para el álbum de un amigo
)  


El hombre acecha - Otros poemas - Cancionero y romancero de ausencias - Últimos poemas, Editorial Losada, Buenos Aires, Tercera edición, 8-VI-1975



Miguel Hernández - El ahogado del Tajo

 

EL AHOGADO DEL TAJO

(Gustavo Adolfo Bécquer)


No, ni polvo ni tierra;
inacallable metal líquido eres.

Un flujo de campanas de bronce turbio y trémulo,
un galope de espadas de acero circulante jamás enmohecido,
te preservan del polvo.
Y en vano se descuelga de los cuadros
para invadirte: te defiende el agua;
y en vano está la tierra reclamando su presa
haciendo un hueco íntimo en la grama.

Guitarras y arpas, liras y sollozos,
sollozos y canciones te sumergen en música.

Ahogado estás, alimentando flautas
en los cañaverales.

Todo lo ves tras vidrios y ternuras
desde un Toledo de agua sin turismo
con cancelas y muros de especies luminosas.

¡Qué maitines te suenan en los huesos,
qué corros te rodean de llanto femenino,
qué ataúdes de luna acelerada
renuevan sus rebaños de espuma afectuosa a cada instante!

¿Te acuerdas de la vida,
compañero del sapo que humedece las aguas con su silbo?
¿Te acuerdas del amor que agrega corazón,
quita cabellos, cría toros fieros?

¿Te acuerdas que sufrías oyendo las campanas,
mirando los sepulcros y los bucles,
errando por las tardes de difuntos,
manando sangre y barro que un alfarero luego
recogió para hacer botijos y macetas?

Cuando la luna vierte su influencia
en las aguas, las venas y las frutas,
por su rayo atraído flotas entre dos aguas
cubierto por las ranas de verdes corazones.

Tu morada es el Tajo: ahí estás para siempre
dedicado a ser cisne por completo.
Las cosas no se nublan más en tu corazón;
tu corazón ya tiene la dirección del río;
los besos no se agolpan en tu boca
angustiada de tanto contenerlos;
eres todo de bronce navegable,
de infinitos carrizos custodiosos,
de acero dócil hacia el mar doblado
que lavará tu muerte toda una eternidad.

Miguel Hernández

(1935 -1936)



Miguel Hernández - Rosario, dinamitera

 

Rosario Sánchez Mora


ROSARIO, DINAMITERA  

Rosario, dinamitera,
sobre tu mano bonita
celaba la dinamita
sus atributos de fiera.
Nadie al mirarla creyera
que había en su corazón
una desesperación
de cristales, de metralla
ansiosa de una batalla,
sedienta de una explosión.

Era tu mano derecha,
capaz de fundir leones,
la flor de las municiones
y el anhelo de la mecha.
Rosario, buena cosecha,
alta como un campanario
sembrabas al adversario
de dinamita furiosa
y era tu mano una rosa
enfurecida, Rosario.

Buitrago ha sido testigo
de la condición de rayo
de las hazañas que callo
y de la mano que digo.
¡Bien conoció el enemigo
la mano de esta doncella,
que hoy no es mano porque de ella,
que ni un solo dedo agita,
se prendó la dinamita
y la convirtió en estrella!

Rosario, dinamitera,
puedes ser varón y eres
la nata de las mujeres,
la espuma de la trinchera.
Digna como una bandera
de triunfos y resplandores,
dinamiteros pastores,
vedla agitando su aliento
y dad las bombas al viento
del alma de los traidores.

Miguel Hernández


Viento del pueblo (1937)


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El PCE despide a Rosario Dinamitera

Un centenar de militantes comunistas acuden al entierro de Sánchez Mora, la miliciana que inspiró durante la Guerra Civil un poema de Miguel Hernández

VERA GUTIERREZ
Madrid - 19 ABR 2008


Sólo cuando Rosario estuvo enterrada, cubierta por flores rojas, la bandera republicana y los últimos besos de los suyos, comenzó a llover sobre el cementerio civil de Madrid. Eran cerca de las cuatro de la tarde de ayer y el PCE acababa de devolver a la tierra a una de sus más queridas milicianas: Rosario Sánchez Mora, rebautizada Rosario Dinamitera por el célebre poema de Miguel Hernández. El lunes habría cumplido 89 años.

Desde los 17 acariciaba con una sola mano, la izquierda, y con el muñón de la derecha, que voló al estallarle una granada rudimentaria en el frente de Madrid. Nacida en Villarejo de Salvanés en 1919, se había alistado en el bando republicano nada más empezar la Guerra Civil, con fervor adolescente. Su mano entregada a la causa la convirtió en icono de los perdedores.

"Era muy cariñosa y dulce, pero peleona, ¿eh? Hasta el último día tuvo en la boca sus ideas comunistas. Incluso en el hospital, cuando hablaba con las enfermeras de sus problemas", recordaba el pasado jueves la mayor de sus dos hijas, Elena, nacida, en plena contienda, de la pasión entre Rosario y otro miliciano que la guerra arrancó de su lado pocos meses después de casados.


Jóvenes y veteranos

Elena y su hermana pequeña, Charo -hijas de padres distintos pero las dos espejo de su madre-, acompañaron ayer el féretro con el cuerpo de Rosario hasta su tumba en un rincón del cementerio civil, el mismo en el que reposan los restos de Dolores Ibarruri, Pasionaria, y del fundador del PSOE, Pablo Iglesias. Al sepelio acudieron, junto a la familia de la miliciana, el secretario general del PCE, Francisco Frutos, y el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares -que permanecieron separados toda la ceremonia-; así como un centenar de cargos y militantes comunistas (jóvenes y veteranos), dirigentes de IU como la portavoz en la Asamblea Inés Sabanés y los escritores Almudena Grandes y Luis García Montero.

Hubo aplausos, abrazos. Y, antes de que los operarios de la funeraria hicieran descender el ataúd, sonaron los versos de Hernández, los mismos que Rosario, sabiéndolos suyos y de la historia, recitaba de memoria a quien se lo pedía. Luego alguien gritó "¡Viva la República!" y todos cantaron La Internacional puño en alto.

"Con la vida que tuvo y casi ha llegado a los 90", comentaba una mujer de pelo cano. Con la vida que tuvo: sobrevivió a las trincheras donde los españoles mataron y murieron, a los tres años de cárcel, a la primera posguerra vendiendo tabaco de contrabando en la plaza de la Cibeles... "La mía ha sido una vida dura y valiente, porque si no le hubiera echado agallas no sé qué habría sido de mí", reflexionaba hace un par de años con motivo de la publicación de un libro sobre ella.

(El País, 19 de abril de 2008)






Miguel Hernández, por Buero Vallejo

 


El conocido retrato de Miguel Hernández (Orihuela, 30 de octubre de 1910 - Alicante, 28 de marzo de 1942) que le hizo su compañero y amigo Antonio Buero Vallejo (1916 - 2000) en la prisión del Conde de Toreno de Madrid:  «Para Miguel Hernández en recuerdo de nuestra amistad de la cárcel.  Antonio Buero. 25-I-XL».



27 de marzo de 2025

François Kollar - Autorretrato con Fernande (1930)

 


François Kollar / Ferenc Kollár - Autoportrait avec Fernande, 1930.


(Senec, Eslovaquia, 1904 - Créteil, Francia, 1979)


Harold Alvarado Tenorio y Raúl Gómez Jattin

 

A LA MEMORIA DE RAÚL GÓMEZ JATTIN

No comprendiste las palabras
aquellos que conocieron la locura
jamás crecieron en brazos de los dioses
jamas cantaron contra el infinito.

Harold Alvarado Tenorio




Yo tengo para tí mi buen amigo
un corazón de mango del Sinú
oloroso
genuino
amable y tierno
(Mi resto es una llaga
una tierra de nadie
una pedrada
un abrir y cerrar de ojos
en noche ajena
unas manos que asesinan fantasmas)
Y un consejo
no te encuentres conmigo

Raúl Gómez Jattin




Charles Simic - Prodigio

 

PRODIGIO

Crecí inclinado sobre
un tablero de ajedrez.

Me gustaba la expresión “jaque mate”.

Todos mis primos parecían preocupados.

Era una casa pequeña
cerca de un cementerio católico.
Los aviones y los tanques
sacudían los cristales.

Un profesor de astronomía jubilado
me enseñó a jugar.

Debió de ser en 1944.

En el juego que usábamos
la pintura se había desprendido
de las piezas negras.

El rey blanco había desaparecido
y hubo que sustituirlo.

Me han dicho, pero no me lo creo:
que ese verano vi cómo colgaban a unos hombres
de los postes del teléfono.

Recuerdo a mi madre
tapándome los ojos.
Tenía una habilidad asombrosa para ocultarme
de repente la cabeza debajo de su abrigo…

El profesor me dijo que en el ajedrez
los maestros también juegan a ciegas
los mejores, varias partidas
a la vez.

Charles Simic



PRODIGY


I grew up bent over
a chessboard.

I loved the word endgame.

All my cousins looked worried.

It was a small house
near a Roman graveyard.
Planes and tanks
shook its windowpanes.

A retired professor of astronomy
taught me how to play.

That must have been in 1944.

In the set we were using,
the paint had almost chipped off
the black pieces.

The white King was missing
and had to be substituted for.

I’m told but do not believe
that that summer I witnessed
men hung from telephone poles.

I remember my mother
blindfolding me a lot.
She had a way of tucking my head
suddenly under her overcoat.

In chess, too, the professor told me,
the masters play blindfolded,
the great ones on several boards
at the same time.