¿Qué imagen de la muerte rigurosa,
qué sombra del infierno me maltrata?
¿Qué tirano cruel me sigue, y mata,
con vengativa mano, licenciosa?
¿Qué fantasma en la noche temerosa
el corazón del sueño me desata?
¿Quién te venga de mí, divina ingrata,
más por mi mal que por tu bien hermosa?
¿Quién, cuando con dudoso pie, e incierto,
piso la soledad de aquesta arena,
me puebla de cuidados el desierto?
¿Quién el antiguo son de mi cadena
a mis orejas vuelve, si es tan cierto,
que aun no te acuerdas tú de darme pena?
Francisco de Quevedo
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