DE LOS YUGOS
Esta vida se les va llenando de vacíos.
Se han limpiado tantas veces de sangre
las almas y la boca, han resistido
la cencellada y los sabañones,
el peso de la pala enferrujada que cava
para sus propios difuntos, saben bien
que no hay lumbre para el niño que agoniza.
Esta vida se les va llenando de vacíos.
Me dice mi padre que en estos campos
mudos aprenda a acallar las palabras
porque todo lo que no es silencio, hija,
acaba por ser aullido.
Maribel Andrés Llamero
Autobús de Fermoselle, XXXIV Premio de Poesía Hiperion ex aequo con Los días hábiles, de Carlos Catena Cózar
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