José Luis Gallero (Barcelona, 1954) «editor, poeta, antólogo y estudioso del pensamiento breve», retratado por Alberto García-Alix. (v. El estado mental)
José Luis Gallero (Barcelona, 1954) «editor, poeta, antólogo y estudioso del pensamiento breve», retratado por Alberto García-Alix. (v. El estado mental)
La actriz Pier Angeli (Anna Maria Pierangeli, 1932 - 1971), retratada por John Engstead para la revista Harper's Bazaar en agosto de 1951.
No somos nunca lo fuimos.
Asistiendo
a lo solo
que va de sí
no somos
vamos siendo
aquello que hemos despreciado.
Chantal Maillard
De «La aguja / Merodeos», en La herida en la lengua, Tusquets, 4ª ed. 2016
«L'Annunciata di Palermo è un dipinto a olio su tavola (45x34,5 cm) di Antonello da Messina, realizzato intorno al 1475 e conservato a palazzo Abatellis a Palermo.»
El Retrato de Giovanni Battista Porta, o Retrato del arquitecto Andrea Palladio o Retrato de un caballero, datable entre 1570-75, que se encuentra actualmente en la Galería Nacional de Dinamarca, es una obra del Greco, compuesta cuando se encontraba en Roma.
Se desconoce la identidad del personaje retratado. A menudo se identifica con Andrea Palladio pero, según Wethey, se trataría de Giovanni Battista della Porta. El personaje reposa su mano izquierda sobre un libro, que se encuentra sobre un elaborado reposabrazos. El libro aparece con marcapáginas blancos y rojos, lo cual sugiere que el hombre desconocido sea un intelectual. Con su mano derecha, hace un gesto elocuente, que recuerda al de un orador. Los gestos unidos de ambas manos, traen a la memoria el famoso dictum del poeta Horacio: "Ut pictura poesis" (como la pintura, así es la poesía).
(Wikipedia)
Qué pocas cosas sé
y qué difícil
me resulta decirlas.
Teófilo D. Frangópulos
(1923 - 1988)
Πόσο λίγα πράγματα ξέρω.
και τούτα πόσο δύσκολο μου είναι.
να τα πω.
Θεόφιλος Δ. Φραγκόπουλος
Primera estrofa de un poema. Traducción de José A. Moreno Jurado en su Antología de la poesía griega (desde mediados del siglo XI hasta nuestros días), Ediciones Clásicas, 1997
(Tetuán)
La novia, vuestros cabeyos,
y atan lindos y atan beyos,
¡quién me diera un cordón deyos
para mi lindo coyar!
Poesía tradicional de los judíos españoles. Recopilación y prólogo de Manuel Alvar. Editorial Porrúa, 3ª edición, México, 1979
ODISEO
Puesto que fuiste el causante de la desaparición de Troya
no te extrañes de hallarte bajo persecución divina
combatiendo con dioses invidentes y rudas esperanzas
no te extrañes
tú el más ingenioso entre los hombres.
La primera emboscada de los dioses es la nostalgia
es el juego insensato con tu alma
la malhadada quimera del regreso.
Pero qué esperas viajando en tu
oscura suerte
pero qué esperas huyendo entre los años
qué esperas cuando te mata el lúgubre lamento de Troya
que te sigue
cuando estalla la ira de los dioses y te barre
cuando te doblega el tiempo delirante.
Desnudo llegarás a tu isla
- pero mejor que no llegaras -
ya que has perdido todos tus compañeros
tu virtud en aventura sin objeto
tu prudencia en dura lucha sin sentido
ya que has perdido lo más selectos años de tu vida.
era la malhadada quimera que te enfermó el entendimiento
el juego con tu alma de los dioses sin corazón
tú sin embargo
- el más ingenioso de los hombres -
cómo no adivinaste
qué amargura cuánto castigo
qué nuevas heridas traerá
el fin de tu inquieto camino
el vano regreso
tu triste arribar a la Ítaca asolada.
Yorgos Sarandís
Mamma aveva bisogno del bello. Mi incoraggiava a preparare i centrotavola. Mi insegnava a decorare le pietanze usando quello che c'era: fettine di limone, prezzemolo tritato e a foglie, basilico, olive..
'L'olio di Mosè conza un piatto', sussurrava, e sembrava che trattenesse una risatina compiaciuta..
Sceglieva le ciotole, le insalatiere e i servizi da tavola e da dolce che, per similitudine o contrasto, meglio si adattavano a quel che avrebbero contenuto. 'Tutti gli accostamenti vanno bene, purchè ci sia una certa armonia', mi diceva.
Simonetta Agnello-Hornby
Un filo d’olio, Sellerio editore, Palermo, 2011
De una palmada ahuyentar la propia sombra.
Antonio Fernández Molina
VER CLARO
Toda poesía es luminosa,
Hasta la más oscura.
El lector es el que tiene a veces,
en lugar de sol,
niebla dentro de sí.
Y la niebla nunca deja ver claro.
Si regresa otra vez y otra vez
y otra vez a esas sílabas encendidas
se quedará ciego de tanta claridad.
Bendito sea si llega allí.
Eugénio de Andrade
VER CLARO
Toda a poesia é luminosa,
até a mais obscura.
O leitor é que tem às vezes,
em lugar de sol,
nevoeiro dentro de si.
E o nevoeiro nunca deixa ver claro.
Se regressar outra vez e outra vez
e outra vez a essas sílabas acesas
ficará cego de tanta claridade.
Abençoado seja se lá chegar.
El viaje
Dónde vamos
Dónde despilfarramos nuestras palabras más bellas, nuestros sueños más valientes...
Nos movemos como el fuego y nos apagamos lentamente sin dejar nada.
Cuando en nosotros alguna vez bramaron ríos.
Cuando florecieron mares.
Cuando bosques se hicieron tempestuosos, iniciando
viajes más allá de estas montañas cerradas.
Dónde vamos.
Regresamos.
Cada vez más inevitablemente, cada vez más desesperados
regresamos.
Sin que hasta ahora viajemos.
A ninguna parte.
Zanasis Kostavaras
Versión de Francisco Torres Córdova en La jornada. Semanal
Το ταξίδι
Πού πάμε.
Πού σπαταλάμε τα πιο ωραία μας λόγια· τα πιο γενναία μας όνειρα…
Κινάμε σαν τη φωτιά και σβήνουμε, σβήνουμε αργά δίχως ν’ αφήσουμε τίποτα.
Όταν μέσα μας κάποτε μουγκρίσαν ποτάμια.
Όταν λουλούδισαν θάλασσες.
Όταν δάση φουρτούνιασαν, ξεκινώντας
για ταξίδια πέρ’ απ’ αυτά τα κλειστά βουνά.
Πού πάμε.
Επιστρέφουμε.
Όλο και πιο αναπότρεπτα, όλο και πιο απελπισμένα
επιστρέφουμε.
Δίχως ώς τώρα να ταξιδέψουμε.
Πουθενά
Θανάσης Κωσταυάρας
CALIMA
Cayó ayer la calima por la tarde
─habíamos perdido el barco guía─
y tú llegaste sin que te esperase
a verme en la cabina del timón.
Blanquísimo vestías, empapada.
Trencé de cabos todos tus cabellos.
Porque en algún lugar, en Port Pegasus,
siempre llueve en esta estación del año.
El fogonero está espiando
con sus dos pies atados en cadenas.
No mires nunca el mástil en lo alto
cuando hay tormenta. Te marearás.
Blasfema el contramaestre por el tiempo
y porque aún está lejos Tocopilla.
Mejor el periscopio y los torpedos
que seguir esperando con angustia.
¡Vete! Lo tuyo no es el mar, es tierra firme.
Viniste para verme y no me viste
desde la media noche sigo ahogado
a mil millas allende las Hébridas.
Nicos Cavadías
Primer poema de su libro Calima (Πούσι, 1947). Leído en La Cruz del Sur. Poesía completa. Introducción, traducción y notas de David Fernández de la Fuente, Alianza Editorial, 2021 [edición no bilingüe]
ΠΟΥΣΙ
Έπεσε το πούσι αποβραδίς
-το καραβοφάναρο χαμένο-
κ’ έφτασες χωρίς να σε προσμένω
μες στην τιμονιέρα να με δεις.
Κάτασπρα φοράς κ’ έχεις βραχεί,
πλέκω σαλαμάστρα τα μαλλιά σου.
Κάτου στα νερά του Port Pegassu
βρέχει πάντα τέτοιαν εποχή.
Μας παραμονεύει ο θερμαστής
με τα δυο του πόδια στις καδένες.
Μην κοιτάς ποτέ σου τις αντένες
με την τρικυμία: θα ζαλιστείς.
Βλαστημά ο λοστρόμος τον καιρό
κ’ είναι αλάργα τόσο η Τοκοπίλλα.
Από να φοβάμαι και να καρτερώ
κάλλιο περισκόπιο και τορπίλλα.
Φύγε! Εσέ σου πρέπει στέρεα γη.
Ήρθες να με δεις κι όμως δε μ’ είδες.
Έχω απ’ τα μεσάνυχτα πνιγεί
χίλια μίλια πέρ’ απ’ τις Εβρίδες.
Νίκος Καββαδίας
HOY ME GUSTA LA VIDA MUCHOS MENOS...
Hoy me gusta la vida mucho menos,
pero siempre me gusta vivir; ya lo decía.
Casi toqué la parte de mi todo y me contuve
con un tiro en la lengua detrás de mi palabra.
Hoy me palpo el mentón en retirada
y en estos momentáneos pantalones yo me digo:
¡Tanta vida y jamás!
¡Tantos años y siempre mis semanas!...
Mis padres enterrados con su piedra
y su triste estirón que no ha acabado;
de cuerpo entero hermanos, mis hermanos,
y, en fin, mi ser parado y en chaleco.
Me gusta la vida enormemente
pero, desde luego,
con mi muerte querida y mi café
y viendo los castaños frondosos de París
y diciendo:
Es un ojo éste, aquel; una frente ésta, aquélla... Y repitiendo:
¡Tanta vida y jamás me falla la tonada!
¡Tantos años y siempre, siempre, siempre!
Dije chaleco, dije
todo, parte, ansia, dije casi, por no llorar.
Que es verdad que sufrí en aquel hospital que estaba al lado
y está bien y está mal haber mirado
de abajo para arriba mi organismo.
Me gustaría vivir siempre, así fuese de barriga,
porque, como iba diciendo y lo repito,
¡tanta vida y jamás! ¡Y tantos años,
y siempre, mucho siempre, siempre, siempre!
César Vallejo
Poemas humanos (1939)
Luis Buñuel
Man Ray (Emmanuel Radnitzky)
Filadelfia, Pensilvania, EE.UU., 1890 - París, Francia, 1976
Fecha: 1929 / Copia póstuma, 1982
(Museo Reina Sofía)
(Calanda, Teruel, 22 de febrero de 1900 - Ciudad de México, 29 de julio de 1983)
GALERÍAS
LXI
Introducción
Leyendo un claro día
mis bien amados versos,
he visto en el profundo
espejo de mis sueños
que una verdad divina
temblando está de miedo,
y es una flor que quiere
echar su aroma al viento.
El alma del poeta
se orienta hacia el misterio.
Sólo el poeta puede
mirar lo que está lejos
dentro del alma, en turbio
y mago sol envuelto.
En esas galerías,
sin fondo, del recuerdo,
donde las pobres gentes
colgaron cual trofeo
el traje de una fiesta
apolillado y viejo,
allí el poeta sabe
el laborar eterno
mirar de las doradas
abejas de los sueños.
Poetas, con el alma
atenta al hondo cielo,
en la cruel batalla
o en el tranquilo huerto,
la nueva miel labramos
con los dolores viejos,
la veste blanca y pura
pacientemente hacemos,
y bajo el sol bruñimos
el fuerte arnés de hierro.
El alma que no sueña,
el enemigo espejo,
proyecta nuestra imagen
con un perfil grotesco.
Sentimos una ola
de sangre, en nuestro pecho,
que pasa… y sonreímos,
y a laborar volvemos.
Antonio Machado
Soledades. Galerías. Otros poemas (1907)
Xavier Bueno (1915 - 1979) - Evelina, 1947
Colección privada. Colección de los herederos de Antonio Bueno, Florencia. (*)
EN PERSONA DEL MARQUÉS DE FLORES DE ÁVILA,
ESTANDO ENFERMO
Aprended, Flores, en mí
lo que va de ayer a hoy,
que ayer maravilla fui,
y hoy sombra mía aun no soy.
La Aurora ayer me dio cuna,
la noche ataúd me dio;
sin luz muriera, si no
me la prestara la luna;
pues de vosotras ninguna
deja de acabar así,
aprended, Flores, en mí
lo que va de ayer a hoy,
que ayer maravilla fui,
y hoy sombra mía aun no soy.
Consuelo dulce el clavel
es a la breve edad mía,
pues quien me concedió un día,
dos apenas le dio a él;
efímeras del vergel,
yo cárdena, él carmesí.
Aprended, Flores, en mí
lo que va de ayer a hoy,
que ayer maravilla fui,
y hoy sombra mía aun no soy.
Flor es el jazmín, si bella,
no de las más vividoras,
pues dura pocas más horas
que rayos tiene de estrella;
si el ámbar florece, es ella
la flor que él retiene en sí.
Aprended, Flores, en mí
lo que va de ayer a hoy,
que ayer maravilla fui,
y hoy sombra mía aun no soy.
El alhelí, aunque grosero
en fragrancia y en color
más días ve que otra flor,
pues ve los de un Mayo entero;
morir maravilla quiero,
y no vivir alhelí.
Aprended, Flores, en mí
lo que va de ayer a hoy,
que ayer maravilla fui,
y hoy sombra mía aun no soy.
A ninguna flor mayores
términos concede el sol
que al sublime girasol,
Matusalén de las flores:
ojos son aduladores
cuantas en él hojas vi.
Aprended, Flores, en mí
lo que va de ayer a hoy,
que ayer maravilla fui,
y hoy sombra mía aun no soy.
1621
Luis de Góngora
FADO TRISTE
Vai ó sol poente
vai e não voltes
sem trazer no primeiro raio
notícias de quem se foi
numa madrugada amarga e triste
um navio de proa em riste
levou tudo o que eu guardei
Na caixa escondida dos afectos
no lembrar dos objectos
que enfeitavam o meu quarto
tudo perde a cor a forma o cheiro
ficaram só coisa esquecidas
da importância que tiveram
Volto sempre ao rio
às sextas-feiras p'ra lembrar
dias descuidados noites à toa
espero que o navio sempre queira
trazer de volta o sussurro
dos teus passos
numa rua de Lisboa
Vitorino
(álbum Canção do bandido, 1995 + álbum Vem devagarinho para a minha beira, Vitorino e dois pianos, 2020)
EL JARDÍN DE TEOFRASTO
A mi hijo
Cuando a mediodía el blanco fuego
de los versos sobre las urnas danza,
recuerda, hijo mío. Recuerda a aquellos
que una vez tal árboles pláticas plantaron.
Muerto está el jardín, mi aliento se agrava,
conserva la hora, aquí anduvo Teofrasto
con casca de roble para abonar la tierra,
para atar con fibra la corteza herida.
El muro quebradizo un olivo agrieta
y hay voz en el polvo ardiente todavía.
De rozar las raíces la orden fue dada.
Desciende tu luz, fronda desamparada.
Peter Huchel
(1903 - 1981)
Antología esencial de la poesía alemana (José Luis Reina Palazón) Espasa Calpe, Madrid, 2004. [edición no bilingüe]
DER GARTEN DES THEOPHRAST
Meinem Sohn
Wenn mittags das weiße Feuer
Der Verse über den Urnen tanzt,
Gedenke, mein Sohn. Gedenke derer,
Die einst Gespräche wie Bäume gepflanzt.
Tot ist der Garten, mein Atem wird schwerer,
Bewahre die Stunde, hier ging Theophrast,
Mit Eichenlohe zu düngen den Boden,
Die wunde Rinde zu binden mit Bast.
Ein Ölbaum spaltet das mürbe Gemäuer
Und ist noch Stimme im heißen Staub.
Sie gaben Befehl, die Wurzel zu roden.
Es sinkt dein Licht, schutzloses Laub.
«Teofrasto: el padre de la botánica» (Metroflor)
Que culpa temos nós dessa planta da infância,
de sua sedução, de seu viço e constância?
Jorge de Lima
En Lavoura arcaica, de Raduan Nassar, Companhia das Letras. Edição comemorativa 30 anos [1975-2005]
DESPEDIDA
De ti que amaste la poesía
Me despido
Palabras duras
En el muelle
Los versos de tiempos pasados
¿(Cuántas veces) los repetiste?
La solución es fácil
El reciclaje
Estoy listo para unirme a la gente
Hacen falta estos viajes
Petros Stefaneas
Nuestra nevera [Το Ψυγείο Μας] (Petros Stefaneas) Traducción de Jara Calles. Edición bilingüe griego-español, Sloper, 2015
Ο ΑΠΟΧΑΙΡΕΤΙΣΜΟΣ
Εσένα που λάτρεψες την ποίηση
Σε αποχερετώ
Σκλιρά τα λόγια
Στην αποβάθρα
Τους στοίχους των παλιών καιρών
(Πόσες φορές) τους επανέλαβες;
Εύκολη λύση
Η ανακύκλωση
Είμαι έτοιμος να προσχωρήσω στον κόσμο
Χρειάζονται αυτά τα ταξίδια
Πέτρος Στεφανέας
¡Si viniera la muerte como una bicicleta sola!
Siempre he pensado que los espejos respiran.
Los carbones ardientes del recuerdo.
Sólo lo extraño me es familiar.
Confundo la palabra Sur con la palabra Mar.
Carlos Edmundo de Ory
Música de lobo Antología poética (1941 -2001). Selección y prólogo de Jaume Pont, Galaxia Gutenberg, 2003
Un retrato femenino del fotógrafo nigeriano Johnson Donatus Aihumekeokhai Ojeikere, conocido como J. D. `Okhai Ojeikere (1930 - 2014)
EL POETA
Es una enorme fe, es ver
donde no hay, crear
donde nadie se atreve, o mirar siempre
con pupila tan cercana al cielo
que las cosas sucedan
como él ya las vio, y oír la música del mundo
viniendo de su origen, de aún más lejos
que lo que el hombre alcanza.
Tropezar dos veces en la misma piedra
esperando a la próxima llegar a ser amigos,
cantarlo todo sin saber por qué,
quitarles a las cosas la piel dura que tienen
y ver qué hay escrito dentro,
hablar con alguien porque lo necesita,
acercarse a la gente con la mano tendida
aunque tal vez no entienda,
inventarle a las cosas nombres nuevos,
quitarles la fatiga de verse siempre iguales,
sujetas a costumbre y a tedio
tan profundos
que ni se preguntan.
Poeta es buscar día a día respuestas a las dudas,
encontrar alegría para irla tirando
hasta que llegue la última llamada,
regalar lo que uno no tiene
porque se siente rico sin tener nada,
ir construyendo castillos piedra a piedra
y apuntalarlos luego
con sangre y esperanzas
para que no se caigan,
dejando una puerta siempre abierta
y una mesa con pan
para que entren los hombres de buena voluntad,
una ventana al frente para todos
los que quieran tocar, y el corazón al fondo
contestando que pasen.
No se sabe si nace o se va haciendo,
pero debemos intentarlo cada día.
Luis Feria
Te quiero porque me das todas las cosas menos la espalda.
*
Que nuestra cama sea un barco de vela.
Pedro Casariego Córdoba
Si tanto falta es que nada tuvimos.
Gabriela Mistral
Leído en el poema “Jardín de sílice”, de Ida Vitale, que da título al libro en que aparece, publicado en Caracas en 1980.
Y de ese verso nos vamos al poema…
DOS TRASCORDADOS (1)
Anduvimos trocados por la tierra,
él por las costas, yo por las llanuras,
él dispersado entre materias ciegas,
yo desvariando nombre que era el suyo,
zarandeados del agua y del fuego
y mordidos de la loba y la... (2)
y sin comer y beber alimentos,
solo mordiendo por granada el pecho.
Nos cruzamos en noche de ventisca;
en las mismas posadas estuvimos,
ciegos dormidos y ciegos despiertos.
De la vigilia ya desconfiamos; (3)
si es que estamos soñando, que soñemos;
hasta que nos convenza nuestro sueño.
Está el pasado cayendo en pedazos
como el mendigo de las ropas bufas...
no lloramos viéndonos desnudos,
no tiritamos de tanto despojo;
si tanto falta es que nada tuvimos.
Todos partieron y estamos quedados
sobre una ruta que sigue y nos deja.
Y no lloramos cuando desprendimos
sus pobres manos de su ronda muerta. (4)
Si todo ha sido sueño y desvaríos
que me madure en el sueño la muerte. (5)
Gabriela Mistral
Notas
(1) Gabriela anota al inicio del poema: "Dos trascordados" y aprueba el texto.
(2) "Y mordidos de la loba y la ", "husmeados de la loba y la...". Verso inconcluso.
(3) Anota Doris Dana: "Dice Gabriela añadir".
(4) "sus pobres manos de su ronda muerta", "(de su Santa ronda), (de su vieja ronda)".
(5) Anota Doris Dana: "Dice Gabriela completarla".
(Fuente: Gabriela Mistral / Universidad de Chile)
A UNA MUJER QUE SE AFEITABA Y ESTABA HERMOSA
Yo os quiero confesar, don Juan, primero:
que aquel blanco y color de doña Elvira
no tiene de ella más, si bien se mira,
que el haberle costado su dinero.
Pero tras eso confesaros quiero
que es tanta la beldad de su mentira,
que en vano a competir con ella aspira
belleza igual de rostro verdadero.
Mas, ¿qué mucho que yo perdido ande
por un engaño tal, pues que sabemos
que nos engaña así naturaleza?
Porque ese cielo azul que todos vemos
ni es cielo ni es azul. ¡Lástima grande
que no sea verdad tanta belleza!
Lupercio o Bartolomé Leonardo de Argensola
afeitar
Del arag. o leon. afeitar, y este del lat. affectāre 'arreglar'.
tr. desus. Componer o hermosear con afeites el rostro u otra parte del cuerpo. Era u. t. c. prnl.
Pierre Paul Girieud (1876-1948) - Retrato de la pintora Emily Charmy, 1908. München Lenbachhaus
(Galería de Jean Louis Mazières)
Erosión
Tiempo
y gotas sigilosas
y paciencia
y una vida más
y otra.
María Lainá
De su libro Cambio de paisaje (Αλλαγή τοπίου, 1972), en Los estuches de las celulas. Poemas 1972-2003. Traducción de María López Villalba, Obdulia Castillo y Aurora Luque. Edición bilingüe. Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga, 2004
Διάβρωση
Καιρός
και σιγανές σταγόνες
κι υπομονή
κι ακόμα μια ζωή
κι ακόμα μια
Μαρία Λαϊνά
ESTADO DE SALUD
A punto estuvimos de morir de amor, pero
el amor murió y nosotros vivimos.
José Antonio Gabriel y Galán
Descartes mentía, Ed. Provincia, 1977
Tú, cuya mano me ha bañado
de un fuego transparente las espaldas,
cuyos ojos en claros naufragios hundieron
algunos principios elementales de mi alma,
tú eres mi patria.
Tú, que no tienes apellido,
que no sé si eres pájaro o si alcándara,
que de todos tus brazos las letras de plomo
cayéndose han ido, como si fueran nueces vanas,
tú eres mis padres
y mi patria.
Tú, que ni tú te acuerdas dónde
tendiste a orear las nubes blancas,
que de tantos amores que tienes confundes
el nombre de todos los días de cada semana,
tú eres mi Dios
y mis padres
y mi patria.
Tú, que tan dulcemente besas
que el cielo bocabajo se volcaba,
y que no se sabía de quién ya la lengua,
de quién la saliva, de puro sabrosa y templada,
tú eres mis leyes
y mi Dios
y mis padres
y mi patria.
Tú, que apacientas calaveras
por las praderas de la verde África
y a los rojos leones les echas de pasto
las rosas de leche de luna de Nuruquimagua,
tú eres mi ejército
y mis leyes
y mi Dios
y mis padres
y mi patria.
Eres mi ejército y mis leyes
y mi Dios y mis padres y mi patria,
y el ejército y Dios y las leyes y todas
las patrias y padres se creen que tú no eres nada:
que no eres nada.
Agustín García Calvo
Canciones y Soliloquios, Lucina (1976)
La actriz danesa Gwili Andre (1908 - 1959), que tuvo una breve carrera en Hollywood, retratada en 1937 por Edward Steichen para Vogue.
PLACERES
Será por eso que nadie quiere morirse, porque al final de la vida contemplar la salida del sol un día más tiene que ser un placer tan fuerte como el que te proporcionó el primer beso de aquel niño. Llega un momento en que los mortales se agarran como pueden a cada amanecer. Aquellos labios que sabian a fruta todavía un poco ácida serán sustituidos cada mañana por la nueva luz que llega hasta tu cama. Tal vez aspirar el perfume de una rosa con el tiempo sustituirá a aquel instante en que tu novio consintió en sentarse contigo por primera vez en la última fila del cine. Pudiste creer que no había en el mundo nada más excitante que aquel deseo en la oscuridad pero de pronto descubres que ahora lo cambiarias por una buena ensalada. Si se trata de vivir peligrosamente dime quién arriesga más, el joven escalando una pared del everest o el viejo sentado en un sillón de orejas; a cuál de los dos le ronda más cerca la muerte. Sin duda la muerte le sopla al viejo en la nuca su hálito de nieve forzándole a batir diariamente el recórd de vivir lo mas pegado posible a la eternidad. No hay deporte mas duro que esos últimos cien metros lisos. Cada edad tiene sus naipes que jugar, puesto que la vida no es sino una forma de ir sustituyendo unos placeres por otros, la carne de novio por la de novillo, el levantamiento de pesas por la lectura de unos versos de Eliot, sin que la gloria se quiebre. Entre todos los placeres tal vez uno muy grande sea ese de llegar a la suprema sabiduría de no entender ya nada de lo que pasa. Ese estado de gracia es otra forma de naturaleza. Frente a la estupidez humana, una sonrisa irónica;frente a la catástrofe planetaria, una leve mirada al cielo sin pedir explicaciones;frente a la injusticia o el crimen más execrable, el gesto impasible de la inocencia. Cada mañana la luz del sol establece en la ventana un asa donde agarrarse. Hoy mismo un adolescente acaba de descubrir por internet el primer sexo cibernético, un joven que practica el deporte de riesgo se ha tirado con un ala delta por un acantilado, un especulador en bolsa ha ganado cien millones en una hora, un señor maduro ha navegado en brazos de una nueva amante, una profesora se ha enamorado de su nuevo alumno, un viejo ha sentido el aroma de café al despertar y viendo el sol de primavera en la ventana se ha llevado la alegre sorpresa de no haber muerto. Nadie sabe cual de estos placeres es el más fuerte.
Manuel Vicent
(El País, 13 de febrero de 2000)
"A Biblioteca Nacional deve ser motivo de orgulho de todo brasileiro. Um sistema de boas bibliotecas públicas é esencial para a democracia: ao facilitar o acesso do cidadão ao livro, ajuda a pensar por conta própria, estimula a imaginação e alimenta as defesas contra o autoritarismo e a opressão."
Es bueno ser poeta. Pero la poesía
es una espera permanente; una sucesión
de tiempos muertos que de vez en cuando alumbra
la llama más o menos viva de una vela.
Roger Wolfe
La traducción se instala en el puro placer de la escritura, al margen de la miseria de tener que inventar.
Evelyn Waugh
Leído en «El día a día de Robert Lowell», de Luis Javier Moreno, en Poesía y traducción, Jordi Doce (ed.), Círculo de Bellas Artes, 2007
Una larga conversación
Cada noche converso con mi padre
Después de su muerte
nos hemos hecho amigos
*
Extraños
O la caricia
de una pareja anónima entre extraños
que miran
José Manuel Arango
(1937 - 2002)
(Zenda)
El fuego, oyes, se empieza a apagar.
En los ángulos las sombras se agitan.
Y ya no hay modo de poderlas señalar,
gritarles que se queden quietas.
Cerrando filas, se han puesto a formar.
No, esta hueste no atiende a palabras.
Silenciosa avanza de cualquier rincón
y yo de pronto he ocupado el centro.
Más altas cada vez, signos de exclamación,
las explosiones de tinieblas se elevan.
La noche arruga el papel hasta el mentón
de lo alto, cada vez más densa.
Se han esfumado las agujas del reloj.
Y éste no se ve, ni se oye siquiera.
Y aquí no ha quedado más que el brillo ocular,
inmóvil, detenido. Detenido.
El fuego se apagó. Lo oyes: se apagó.
El humo ardiente vuela por el techo.
Mas no huye de la vista este fulgor.
O, mejor dicho, no deja las tinieblas.
1962
Joseph Brodsky
De No vendrá el diluvio tras nosotros (Antología 1960-1996)
Versión de Ricardo San Vicente
HUYENDO DEL MUNDILLO LITERARIO
No quieren tu vuelo, quieren
las plumas
Reiner Kunze
(versión de J. L. Gómez Toré en su blog Poesía, intemperie)
DEN LITERATURBETRIEB FLIEHEND
Sie wollen nicht deinen flug, sie wollen
die federn
(De auf eigene hoffnung)
QUE NO LA LLAMES (rondeña)
El primer amor que tuve
se me llevó el corazón
no hay amor como el primero,
que se lleva lo mejor.
Que no la llames, que ya no viene,
que se ha quedado dormida
debajo de los laureles,
y los laureles son firmes
y tú firme no lo eres.
Que no la llames, que no te atiende.
Cuanto más hondo esta el pozo,
más fresquita sale el agua;
cuanto más lejos de ti,
más firme está mi esperanza.
Que no la llames, que ya no viene,
que se ha quedado dormida
debajo de los laureles,
y los laureles son firmes
y tú firme no lo eres.
Que no la llames, que no te atiende.
Adios que ya me despido
de tus ventanas y rejas,
y de ti no despido,
que el corazón no me deja.
Que no la llames, que ya no viene,
que se ha quedado dormida
debajo de los laureles,
y los laureles son firmes
y tú firme no lo eres.
Que no la llames, que no te atiende.
En La tonada del cardo. Canciones tradicionales de Castilla y León (alollano - grupo vocal e instrumental de Castilla y León. Director: Miguel Manzano)
¿Fue en la ocasión desvergüenza
de jovenzuela u obligación ritual
de sacerdotisa de Venus?
Estaba recostada en la concurrida
playa del mar — y sus piernas —
recogidas en triángulo — configu-
raban una especie de tabernáculo.
La pose permitía — tendido de
bruces ante Arca de Alianza im-
provisada — venerar la beata hen-
didura y recitarle — acompañado
por bufidos de la resaca en celo —
píamente jaculatorias.
Emilio Alonso Westphalen
(Lima, 1911 - 2001)
COLEGIALA
De besos y abrazos
no nacen muchachos,
pero tocan a vísperas.
Como avispas: picantes
y enojosas
enaguas blancas entre negro y negro
(y rosa y rosa muslos hacia el alba
casi azul de tus ingles),
cuando corres.
¡Aire! ¡Aire!
(El viento frío y azul la tarde).
Dicen
que te dejas besar en los portales
y abrazar la cintura.
¡Aire! ¡Aire!
Me callaré tu nombre,
pero escucha:
de besos y abrazos
no nacen muchachos,
porque no eran los míos.
Ángel González
Prosemas o menos (1983)