Fotografía de Herr_Mueller - The Good Life #1

Fernando Assis Pacheco - Pranto por Manuel Doallo

 

PRANTO POR MANUEL DOALLO

Podia-se ter esborrachado qualquer 23 de Agosto
véspera do San Bartolomé e ele na moto
correndo de Vitoria para as mozas de Ourense
e para as tazas em que era ainda mais exímio

e deixa-se morrer unha serán poñamos
por caso desolada agora pai de filhos
a última queixa: que lhe doía um braço
em troques há tanto sacana que parece de ferro

vaite ó carallo ó morte que me levas
o meu primo galego Manuel Doallo
morte merdeira
coisa ruim de cinza e névoa e cinza

nem nunca nestas terras se me eu lembro
houve um outro rapaz de tanto garbo
como il que era cáseque um rei e querem
que eu o chore e ao coração coitelo?

barqueira que mo levas puta infame
eu berro e berro à soedá do rio


Fernando Assis Pacheco


A Profissão Dominante (1982), in A Musa Irregular, Edições Asa, 1996; Assírio & Alvim, 2006





Fernando Pessoa - Liberdade

 


LIBERDADE

                                  (Falta uma citação de Séneca)

Ai que prazer
Não cumprir um dever,
Ter um livro para ler
E não o fazer!
Ler é maçada,
Estudar é nada.
O sol doira
Sem literatura.
O rio corre, bem ou mal,
Sem edição original.
E a brisa, essa,
De tão naturalmente matinal,
Como tem tempo não tem pressa...

Livros são papéis pintados com tinta.
Estudar é uma coisa em que está indistinta
A distinção entre nada e coisa nenhuma.

Quanto é melhor, quando há bruma,
Esperar por D. Sebastião,
Quer venha ou não!

Grande é a poesia, a bondade e as danças...
Mas o melhor do mundo são as crianças,
Flores, música, o luar, e o sol, que peca
Só quando, em vez de criar, seca.

E mais do que isto
É Jesus Cristo,
Que não sabia nada de finanças
Nem consta que tivesse biblioteca...


Fernando Pessoa 


Alessandro Parronchi - A mi padre, en sueños

 

A MI PADRE, EN SUEÑOS

Sonríes un poco y te alejas pensativo.
Y de pronto con lágrimas me pregunto 
hace cuánto que no te aprieto contra el pecho
no aferro como amigo esos brazos.
La memoria tiene insensibles naufragios.
Se decolora como el cielo de septiembre
bajo el viento se puebla de nubes.
Te vas. Cuántas cosas de repente
se me ocurre decirte… Y enmudezco.
Pero ¿por qué en el instante que me vuelvo
ya no estas ahí? Hay tantas cosas 
que decirse… Y yo sigo llamándote,  y creo 
ciertamente que esto no puede ser un sueño.

Alessandro Parronchi  



A MIO PADRE, IN SOGNO

Sorridi un poco e te ne vai pensoso.
E ad un tratto con lacrime mi chiedo
quanto tempo è che al petto non ti stringo
non afferro da amico quelle braccia.
La memoria ha insensibili naufragi.
Scolora come il cielo di settembre
sotto il vento si popola di nubi.
Te ne vai. Quante cose all’improvviso
mi ritrovo da dirti… E resto muto.
Ma perché nell’istante che mi volto
non sei più là? Ci sono tante cose
da dirsi… Ed io ti chiamo ancora, e credo
che non può certo, questo, essere un sogno.


(da Coraggio di vivere, 1956)


(Traducción de PLC)


Tasos Livaditis - Historias

 

Historias

Mi madre murió
mi amada se fue
mis compañeros me traicionaron
los años pasaron
ahora puedo dormir tranquilo
todo ha sucedido

Tasos Livaditis



Ιστορίαι

Η μητέρα μου πέθανε
η αγαπημένη μου έφυγε
οι σύντροφοι με πρόδωσαν
τα χρόνια περάσαν
τώρα μπορώ να κοιμάμαι ήσυχος
όλα έγιναν.

Τάσος Λειβαδίτης


(Ο Δ. Καταλειφός διαβάζει το ποίημα του Τάσου Λειβαδίτη "Ιστορίαι".)


(Versión de PLC) 

Οι Ιστορίαι (αρχ. ελλ. Ἱστορίαι, γνωστό και ως Ιστορία) είναι ο τίτλος του έργου του Ηροδότου, το οποίο σήμερα θεωρείται η θεμελιώδης βάση της Ιστορίας στο δυτικό πολιτισμό. (Ηροδότου Ιστορίαι, Wikipedia)

[Las Ιστορίαι (griego ant. Ἱστορίαι, también conocidas como Ιστορία) es el título de la obra de Heródoto, que hoy se considera la base fundamental de la Historia en la civilización occidental.]


Dos poemas de Ángel Guinda

 

LO EFÍMERO

Venga lo que venga,
por mucho tiempo
no se quedará.

Por mucho que se quede,
yo estaré ya de vuelta
o no estaré
por mucho que me vaya.

Vendrá, se irá:
mudable, como todo.
Porque todo se va
para cambiar



MISERICORDIA

Por todo lo que recuerdo,
por todo lo que olvidé.
Por todo lo que he hecho
y he dejado de hacer,
misericordia, Señor,
misericordia.
Por todo lo que he deshecho
y volveré a deshacer.
Por tantos pasos mal dados,
por tantos malos deseos,
misericordia, Señor, misericordia,
porque sé que peor
lo puedo volver a hacer
y, de hecho, lo haré.
Perdóname, perdóname.

Ángel Guinda


Aparición y otras desapariciones, Olifante, 2023. Último libro escrito por el autor (1948 - 2022)





Carlos Morales Mengotti - Verónica Forqué, 1975

 





W.B. Yeats - Con el tiempo llega la sabiduría

 

CON EL TIEMPO LLEGA LA SABIDURÍA

Serán muchas las hojas, raíz una sola;
pasé todos mis días de juventud mendaz
al sol balanceando mis flores y mis hojas;
ahora la verdad me puede marchitar.

W.B. Yeats



Antología poética. Selección y prólogo de Seamus Heaney. Versión rimada de Daniel Aguirre. Lumen, 2005.



THE COMING OF WISDOM WITH TIME

Though leaves are many, the root is one;
Through all the lying days of my youth
I swayed my leaves and flowers in the sun;
Now I may wither into the truth.





Zanasis Kostavaras - El circo

 

El circo

No he dicho nada todavía.
No he dicho nada aunque fluya siempre nuestro dolor
entre banderas, altavoces y fuegos artificiales.

Pero nuestro dolor más grande no se dice, no se escribe.
No lo escuchan los demás.

Sólo da vueltas dentro de nosotros. Como el león, gruñendo,
comiendo de nuestra carne.

Nuestro dolor más grande no se cambia en gloria.
No se vuelve circo ni mercado.

Zanasis Kostavaras


Traducción de Francisco Torres Córdova en La jornada. Semanal  


Το τσίρκο

Δεν είπα τίποτα ακόμα.
Δεν είπα τίποτα κι ας κυλιέται πάντα ο πόνος μας
ανάμεσα σε σημαίες, μεγάφωνα και βεγγαλικά.

Μα ο πιο μεγάλος μας πόνος δε μιλιέται‧ δε γράφεται.
Δε γρικιέται απ’ τους άλλους.

Γυρίζει μέσα μας μόνο. Σαν το λιοντάρι‧ μουγκρίζοντας‧
τρώγοντας απ’ τις σάρκες μας.

Ο πιο μεγάλος μας πόνος δεν αλλάζει σε δόξα.
Δε γίνεται τσίρκο και αγορά.

Θανάσης Κωσταβάρας, Ο γυρισμός, 1962






Romance del conde Niño

 

Conde Niño por amores
es niño y pasó a la mar,
va a dar agua a su caballo
la mañana de San Juan.
Mientras su caballo bebe,
él canta dulce cantar:
todas las aves del cielo
se paraban a escuchar.
La reina estaba labrando,
la hija durmiendo está :
- Levantáos, Albaniña,
de vuestro dulce folgar,
sentiréis cantar hermoso
la sirenita del mar,
- No es la sirenita, madre,
la de tan bello cantar,
sino es el Conde Niño
que por mí quiere finar.
- Si por tus amores pena,
¡oh, mal haya su cantar!
y porque nunca los goce,
yo le mandaré matar.
- Si le manda matar madre,
juntos nos han de enterrar.
Él murió a la medianoche,
ella a los gallos cantar;
a ella, como hija de reyes,
la entierran en el altar;
a él, como hijo de conde,
unos pasos más atrás.
De ella nació una rosal blanco,
de él nació un espino albar;
crece el uno, crece el otro,
los dos se van a juntar.
La reina llena de envidia
ambos los mandó cortar;
el galán que los cortaba
no cesaba de llorar.
De ella naciera una garza,
de él un fuerte gavilán,
juntos vuelan por el cielo,
juntos vuelan par a par.


Una fotografía de Mark Patrick Abernathy

 



Mark Patrick Abernathy - (2015)



Kikí Dimulá - Diálogo entre yo y yo

 

DIÁLOGO ENTRE YO Y YO

Te dije: — cedí.
Y tú has dicho:
— No te pongas triste.
Decepciónate tranquilamente.
Serenamente acepta mirar
el reloj parado.
Desespérate razonablemente:
que no está falto de cuerda,
y así funciona tu propio tiempo.
Y si de repente ocurre
que algún minutero se mueve,
no te arriesgues a alegrarte.
Este movimiento no será del tiempo;
serán los perjurios de algunas esperanzas.
Desciende seria,
serenamente autodestrónate
por tus miles de ventanas.
Por un quizás las has abierto,
y contenta olvídate de ti misma.
Todo lo que tenías que decir,
de los otoños melancólicos,
de los recuerdos, de los desagües de los amores,
del mutuo asesinato de las horas,
de la solvencia de las estatuas,
todo lo que tenías que decir
de la gente que poco a poco cede,
lo dijiste.

Kikí Dimulá


Símbolos solubles. Selección y traducción de Nina Anghelidis con la colaboración de Juan Antonio González Iglesias. Linteo, 2010 [edición no bilingüe]



ΔΙΑΛΟΓΟΣ ΑΝΑΜΕΣΑ ΣΕ ΜΕΝΑ ΚΑΙ ΣΕ ΜΕΝΑ

Σοῦ εἶπα:
– Λύγισα.
Καὶ εἶπες:
– Μὴ θλίβεσαι.
Ἀπογοητεύσου ἥσυχα.
Ἤρεμα δέξου νὰ κοιτᾷς
σταματημένο τὸ ρολόι.
Λογικὰ ἀπελπίσου
πῶς δὲν εἶναι ξεκούρδιστο,
ὅτι ἔτσι δουλεύει ὁ δικός σου χρόνος.
Κι ἂν αἴφνης τύχει
νὰ σαλέψει κάποιος λεπτοδείκτης,
μὴ ριψοκινδυνέψεις νὰ χαρεῖς.
Ἡ κίνηση αὐτὴ δὲν θά ῾ναι χρόνος.
Θά ῾ναι κάποιων ἐλπίδων ψευδορκίες.
Κατέβα σοβαρή,
νηφάλια αὐτοεκθρονίσου
ἀπὸ τὰ χίλια σου παράθυρα..
Γιὰ ἕνα μήπως τ᾿ ἄνοιξες.
Κι αὐτοξεχάσου εὔχαρις.
Ὅ,τι εἶχες νὰ πεῖς,
γιὰ τὰ φθινόπωρα, τὰ κύκνεια,
τὶς μνῆμες, ὑδροροὲς τῶν ἐρώτων,
τὴν ἀλληλοκτονία τῶν ὠρῶν,
τῶν ἀγαλμάτων τὴν φερεγγυότητα,
ὅ,τι εἶχες νὰ πεῖς
γι᾿ ἀνθώπους ποὺ σιγὰ-σιγὰ λυγίζουν,
τὸ εἶπες.

Κική Δημουλά


(Texto: ologramma)


Simónides

 

...y el polvo levantado por las ruedas
se dispersó, llevado por el viento.

* * * * *

La humana fortaleza es poca,
   y vanos, los cuidados,
y nuestra vida breve añade
   trabajo a los trabajos;
la muerte ineluctable a todos
   igual nos amenaza;
que igual porción de muerte toca
   a buenos y malvados.

* * * * *

La muerte alcanza incluso
al que evita el combate.


Simónides



Líricos griegos arcaicos (Juan Ferraté), Acantilado, 2020 [otras dos ediciones en 1968 y 1991]



Luis Cernuda - El tiempo

 

EL TIEMPO

   Llega un momento en la vida cuando el tiempo nos alcanza. (No sé si expreso esto bien.) Quiero decir que a partir de tal edad nos vemos sujetos al tiempo y obligados a contar con él, como si alguna colérica visión con espada centelleante nos arrojara del paraíso primero, donde todo hombre ha vivido una vez libre del aguijón de la muerte. ¡Años de niñez en que el tiempo no existe! Un día, unas horas son entonces cifra de la eternidad. ¿Cuántos siglos caben en las horas de un niño?
   Recuerdo aquel rincón del patio en la casa natal, yo a solas y sentado en el primer peldaño de la escalera de mármol. La vela estaba echada, sumiendo el ambiente en una fresca penumbra, y sobre la lona, por donde se filtraba tamizada la luz del mediodía, una estrella destacaba sus seis puntas de paño rojo. Subían hasta los balcones abiertos, por el hueco del patio, las hojas anchas de las latanias, de un verde oscuro y brillante, y abajo, en torno de la fuente, agrupadas, las matas floridas de adelfas y azaleas. Sonaba el agua al caer con un ritmo igual, adormecedor, y allá en el fondo del agua unos peces escarlata nadaban con inquieto movimiento, centelleando sus escamas en un relámpago de oro. Disuelta en el ambiente había una languidez que lentamente iba invadiendo mi cuerpo.
   Allí, en el absoluto silencio estival, subrayado por el rumor del agua, los ojos abiertos a una clara penumbra que realzaba la vida misteriosa de las cosas, he visto cómo las horas quedaban inmóviles, suspensas en el aire, tal la nube que oculta un dios, puras y aéreas, sin pasar.

Luis Cernuda


Ocnos (1942)



Jaime Gil de Biedma

 

«Nací en Barcelona en 1929 y aquí he residido casi siempre. Pasé los tres años de la guerra civil en Nava de la Asunción, un pueblo de la provincia de Segovia en donde mi familia posee una casa a la que siempre acabo por volver. La alternancia entre Cataluña y Castilla, es decir: entre la ciudad y el campo —o, para ser más exacto, entre la vida burguesa y la vie de chateau—, ha sido un factor importante en la formación de mi mitología personal. Estudié Derecho en Barcelona y Salamanca; me licencié en 1951. Desde 1955 trabajo en una empresa comercial. Mi empleo me ha llevado a vivir largas emporadas en Manila, ciudad que adoro y que me resulta bastante menos exótica que Sevilla, porque la entiendo mejor. Me quedé calvo en 1962; la pérdida me fastidia pero no me obsesiona —dicen que tengo una línea de cabeza muy buena. Gano bastante dinero. No ahorro. He sido de izquierdas y es muy probable que siga siéndolo, pero hace ya algún tiempo que no ejerzo.»

Bien. Supongamos ahora que han pasado doce años desde que escribí lo anterior. Y aun vayamos más lejos, supongamos lo más terrible: que nuestra suposición —tuya y mía, lector, acuérdate— sea la verdad absoluta. ¿Qué diré entonces que ha sido de mí durante este espacio interlinear? Lo primero y lo instintivo, es decir que nada. Luego, tras algún pensar, ciertos hechos se imponen. Por ejemplo, que Manila ya me aburre y en cambio me fascinó Sevilla, por primera vez descubierta en noviembre de 1976, después de haber estado en ella cuantísimas veces. También, que en 1974 publiqué un diario mío de 1956 —los años terminados en seis siempre han sido importantes en mi vida—, titulándolo Diario del artista seriamente enfermo (Editorial Lumen, Barcelona); y que en 1980 reuní mis ensayos de crítica literaria y algunas otras cosas en un volumen: El pie de la letra (Editorial Crítica, Barcelona). Que ahora y aquí publico la segunda edición, imperceptiblemente aumentada, de mis poesías completas. Y que a lo largo de estos años he aprendido, bien o mal —bien y mal—, a ser un encajador. Un aprendizaje modesto pero absorbente, que apenas permite escribir poemas.

Quizá hubiera que decir algo más sobre eso, sobre el no escribir. Mucha gente me lo pregunta, yo me lo pregunto. Y preguntarme por qué no escribo inevitablemente desemboca en otra inquisición mucho más azorante: ¿por qué escribí? Al fin y al cabo, lo normal es leer. Mis respuestas favoritas son dos. Una, que mi poesía consistió—sin yo saberlo—en una tentativa de inventarme una identidad; inventada ya, y asumida, no me ocurre más aquello de apostarme entero en cada poema que me ponía a escribir, que era lo que me apasionaba. otra, que todo fue una equivocación: yo creía que quería ser poeta, pero en el fondo quería ser poema. Y en parte, en mala parte, lo he conseguido; como cualquier poema medianamente bien hecho, ahora carezco de libertad interior, soy todo necesidad y sumisión interna a ese atormentado tirano, a ese Big Brother insomne, omnisciente y ubicuo —Yo. Mitad Calibán, mitad Narciso, le temo sobre todo cuando le escucho interrogarme junto a un balcón abierto: "¿Qué hace un muchacho de 1950 como tú en un año indiferente como éste?" All the rest is silence


Jaime Gil de Biedma, en Las personas del verbo. Primera edición en Seix Barral, enero de 1982

Fotografía de Colita


Un autorretrato de Yul Bryner (1956)

 




Ingrid Bergman, por Richard Avedon

 


Richard Avedon - Ingrid Bergman, 1961




Claudio Rodríguez - Blas de Otero en el taller de Ramón Abrantes, en Zamora

 

Taller de Venancio Blanco: Claudio, Ramón Abrantes,
Antonio Pedrero y Alberto de la Torre Cavero.


Blas de Otero en el taller de Ramón Abrantes, en Zamora

Por ver cómo corre el Duero
y cómo la escayola y el cemento,
cómo el pan, la herramienta
cantando y acusando entre las manos
de Ramón y de Julio, y de Marcelo,
de Tomás y de Antonio,
sobre todo de Eugenio,
estabas.
Sí, entre el barro
y el alma,
cuando la luz se hacía melodía
y manantial, y el cielo
«muy luminosamente rojo», como dices,
entonces, a dos pasos,
se abría el puente y abrazaba el agua,
tan íntima y fecunda,
y la tejía entre sus ojos limpios,
y la amasaba libre,
con el molde sudado y respirado,
junto con los amigos.
Ahí, en el taller tuyo estás tallando
(copio tu estilo)
no tan sólo palabras verdaderas
sino también la salvación, la busca
y la protesta. Pasa
el agua, ahí, a dos pasos,
del Duero.
Y el taller, y el latido
del ritmo de la obra y de la mano,
están ahí, contigo,
junto a los muslos de las lavanderas
sin que el río se muera en nuestros brazos
porque el agua del Duero es ya cal viva.

Claudio Rodríguez


(Fuente)






Leila Guerriero (y Clarice Lispector)

 

LA CONTABILIDAD

Corro alrededor del cementerio de mi barrio. Alguien me pregunta; "¿En cuánto tiempo le das la vuelta?". Digo: “Creo que en media hora”. Me pregunta: "¿Cuántos kilómetros son?". Digo: "No sé". "¿No te interesa saber?". Digo: "No". Porque no corro para medir o medirme. No corro para contabilizar o contabilizarme. No corro para saber cuánto corro y especular acerca de cuánto más podría correr. No corro para llegar más lejos ni para hacerlo más rápido. Corro, de hecho, para dejarme llevar, para perderme. Corro porque cuando empiezo a correr no sé qué va a pasar, hacia dónde van a ir mis pensamientos ni, en ocasiones, mis piernas: a veces salgo pensando en hacer un circuito determinado y, 15 minutos después, sin darme cuenta, tomo otro rumbo, distraída. Lo que se puede medir no es interesante. Lo que tiene una duración impuesta no es interesante. Lo que es previsible no es interesante. Lo que no es inesperado no es interesante. Lo que se conoce por completo no es interesante. Lo que se hace por estrategia de acumulación no es interesante. Lo que permanece inmóvil no es interesante. Lo que no es inestable —un poema, una vocación— no es interesante. A veces la gente se pregunta por qué dos personas siguen juntas después de muchos años. Yo creo que para averiguar qué pasa después. Hay un texto de Clarice Lispector: "Él buscaba y no veía, ella no veía que él no había visto que ella estaba allí. Sin embargo todo fue un error, y había la gran polvareda de las calles, y cuanto más se equivocaban, más querían con aspereza, sin una sonrisa. Todo sólo porque habían prestado atención, sólo porque no estaban lo bastante distraídos. Sólo porque, de repente, exigentes y duros, quisieron tener lo que ya tenían. Todo porque habían querido darle un nombre; porque quisieron ser. Y ellos ya eran". Grandes catástrofes provienen de querer tener lo que ya se tenía: los pies ligeros para correr sin pensar hasta dónde; la dulzura para querer a alguien quién sabe cuánto, quién sabe cómo ni durante cuánto tiempo.

Leila Guerriero

(El País, 9 de noviembre de 2024)


* * * * * 


POR NÃO ESTAREM DISTRAÍDOS

Havia a levíssima embriaguez de andarem juntos, a alegria como quando se sente a garganta um pouco seca e se vê que por admiração se estava de boca entreaberta: eles respiravam de antemão o ar que estava à frente, e ter esta sede era a própria água deles.
   Andavam por ruas e ruas falando e rindo, falavam e riam para dar matéria peso à levíssima embriaguez que era a alegria da sede deles. Por causa de carros e pessoas, às vezes eles se tocavam, e ao toque - a sede é a graça, mas as águas são uma beleza de escuras - e ao toque brilhava o brilho da água deles, a boca ficando um pouco mais seca de admiração.
   Como eles admiravam estarem juntos! Até que tudo se transformou em não. Tudo se transformou em não quando eles quiseram essa mesma alegria deles. Então a grande dança dos erros. O cerimonial das palavras desacertadas. Ele procurava e não via, ela não via que ele não vira, ela que, estava ali, no entanto.
   No entanto ele que estava ali. Tudo errou, e havia a grande poeira das ruas, e quanto mais erravam, mais com aspereza queriam, sem um sorriso. Tudo só porque tinham prestado atenção, só porque não estavam bastante distraídos. Só porque, de súbito exigentes e duros, quiseram ter o que já tinham. Tudo porque quiseram dar um nome; porque quiseram ser, eles que eram.
   Foram então aprender que, não se estando distraído, o telefone não toca, e é preciso sair de casa para que a carta chegue, e quando o telefone finalmente toca, o deserto da espera já cortou os fios.
   Tudo, tudo por não estarem mais distraídos.


Clarice Lispector



Bertolt Brecht - «Cuando en la blanca habitación del hospital...»

 

Cuando en la blanca habitación del hospital de La Charité
desperté hacia el amanecer
y oí el mirlo, lo tuve
aún más claro.
Ya hace mucho tiempo
que no temía a la muerte, pues nada
puede faltarme si yo
mismo falto. Ahora
también he logrado alegrarme con todos
los mirlos que cantarán cuando yo no esté.

Bertolt Brecht


Poemas del lugar y la circunstancia, Pre-Textos, Valencia 2003. Selección, traducción, prólogo y notas de José Muñoz Millanes).


Als ich in weißem Krankenzimmer der Charité
Aufwachte gegen Morgen zu
Und eine Amsel hörte, wußte ich
Es besser. Schon seit geraumer Zeit
Hatte ich keine Todesfurcht mehr. Da ja nichts
Mir je fehlen kann, vorausgesetzt
Ich selber fehle. Jetzt
Gelang es mir, mich zu freuen
Alles Amselgesanges nach mir auch.



1956



Shakespeare - Soneto LXXXI

 

LXXXI

O viva tanto yo que tu epitafio escriba,
o sobrevivas tú cuando me pudra en lodo,
Muerte no arrancará de aquí tu sombra viva,
ni aun cuando ya de mi se haya olvidado todo.

Vida inmortal en esto ha de tener tu nombre,
aunque yo, una vez ido, del todo sucumba:
la tierra me dará en común terreno tumba,
cuando tú yazgas en los ojos de todo hombre.

Mi dulce verso a ser tu monumento aspira,
que ojos aún no nacidos han de releer;
y vendrán nuevas lenguas para ser tu ser,
cuando esté muerto todo lo que hoy respira.

Vivirás donde (a tanto mi pluma es potente)
más el aliento alienta: en bocas de la gente.

William Shakespeare


The Sonnets / Sonetos de amor. Texto crítico y traducción en verso de Agustín García Calvo. Anagrama, Segunda edición, 1983 [Primera ed. 1974]


Sonnet LXXXI

Or I shall live your epitaph to make,
you survive when I in earth am rotten,
From hence your memory death cannot take,
Although in me each part will be forgotten.
Your name from hence immortal life shall have,
Though I, once gone, to all the world must die:
The earth can yield me but a common grave,
When you entombed in men's eyes shall lie.
Your monument shall be my gentle verse,
Which eyes not yet created shall o'er-read;
And tongues to be your being shall rehearse,
When all the breathers of this world are dead;
    You still shall live, such virtue hath my pen,
    Where breath most breathes, even in the mouths of men.





Bertolt Brecht - «Louvor do aprender»

 

LOUVOR DO APRENDER

Aprende o mais simples! Pra aqueles
Cujo tempo chegou
Nunca é tarde demais!
Aprende o ABC, não chega, mas
Aprende-o! E não te enfades!
Começa! Tens de saber tudo!
Tens de tomar a chefia!

Aprende, homem do asilo!
Aprende, homem na prisão!
Aprende, mulher na cozinha!
Aprende, sexagenária!
Tens de tomar a chefia!

Frequenta a escola, homem sem casa!
Arranja saber, homem com frio!
Faminto, pega no livro: é uma arma.
Tens de tomar a chefia.

Não te acanhes de perguntar, companheiro!
Não deixes que te metam patranhas na cabeça:
Vê c'os teus próprios olhos!
O que tu mesmo não sabes
Não o sabes.
Verifica a conta:
És tu que a pagas.
Põe o dedo em cada parcela,
Pergunta: Como aparece isto aqui?
Tens de tomar a chefia.

Bertolt Brecht


Tradução de Paulo Quintela


LOB DES LERNENS

Lerne das Einfachste! Für die,
Deren Zeit gekommen ist,
Ist es nie zu spät!
Lerne das Abc, es genügt nicht, aber
Lerne es! Laß es dich nicht verdrießen!
Fang an! Du mußt alles wissen!
Du mußt die Führung übernehmen.

Lerne, Mann im Asyl!
Lerne, Mann im Gefängnis!
Lerne, Frau in der Küche!
Lerne, Sechzigjährige!
Du mußt die Führung übernehmen.
Suche die Schule auf, Obdachloser!
Verschaffe dir Wissen, Frierender!
Hungriger, greif nach dem Buch:
Es ist eine Waffe.
Du mußt die Führung übernehmen.

Scheue dich nicht, zu fragen, Genosse!
Laß dir nichts einreden,
Sieh selber nach!
Was du nicht selber weißt,
Weißt du nicht.
Prüfe die Rechnung,
Du mußt sie bezahlen.
Lege den Finger auf jeden Posten,
Frage: wie kommt er hierher?
Du mußt die Führung übernehmen.





Fernando de Herrera - «Osé y temí; más pudo la osadía…»

 

Osé y temí; más pudo la osadía
tanto, que desprecié el temor cobarde.
Subí a do el fuego más me enciende y arde
cuanto más la esperanza se desvía.

Gasté en error la edad florida mía;
ahora veo el daño, pero tarde,
que ya mal puede ser que el seso guarde
a quien se entrega ciego a su porfía.

Tal vez pruebo —mas, ¿qué me vale?— alzarme
del grave peso que mi cuello oprime;
aunque falta a la poca fuerza el hecho.

Sigo al fin mi furor, porque mudarme
no es honra ya, ni justo que se estime
tan mal de quien tan bien rindió su pecho.

Fernando de Herrera

(1534 - 1597)

Una fotografía de Mokastet

 


Mokastet - Shooting sisters, 2014



Raúl Gómez Jattin - Casi obsceno

 

CASI OBSCENO 

Si quisieras oír lo que me digo en la almohada
el rubor de tu rostro sería la recompensa
Son palabras tan íntimas como mi propia carne
que padece el dolor de tu implacable recuerdo

Te cuento ¿Sí? ¿No te vengarás un día? Me digo:
Besaría esa boca lentamente hasta volverla roja
Y en tu sexo el milagro de una mano que baja
en el momento más inesperado y como por azar
lo toca con ese fervor que inspira lo sagrado

No soy malvado Trato de enamorarte
Intento ser sincero con lo enfermo que estoy
y entrar en el maleficio de tu cuerpo
como un río que teme al mar pero siempre muere en él

Raúl Gómez Jattin



Adam Zagajewski - Estrella

 

ESTRELLA

Al cabo de los años he vuelto a ti,
gris y bella ciudad,
ciudad que no cambias,
sumergida en las aguas del pasado.

Ya no soy un estudiante
de filosofía, de poesía y de curiosidad,
ni un joven poeta que ha escrito
demasiados poemas

y ha errado por el laberinto
de calles estrechas y de ilusiones.
El señor de los relojes y las sombras
ha tocado mi frente con su mano,

pero me sigue guiando
una estrella la claridad
y sólo la claridad me puede
destruir o salvar.

Adam Zagajewski



De Regreso, 2003, incluido en el libro Antenas, Traducción de Xavier Farré, Acantilado, 2007




Stefan Zweig

 

Un color único, alimentado por todos los otros, un blanco duro, duro y puede ser que casi doloroso, una luz de una intensidad extraordinaria, atravesada como un diamante por el centelleo de miles de cristales brillantes que envían los rayos del sol… Es este color el que da su magia a Argel.

(...)

Una inmensa concha azul de mar cerrando Argel, la perla blanca… Y empujado por el deseo de dar un sentido a esta villa escalonada en terrazas, puede soñarse que es como un anfiteatro construido para poder contemplar el sublime espectáculo de un mar siempre azul, de una primavera eterna, de mirar voluptuosamente la blancura de su rostro sobre el azur heráldico del puerto.

Stefan Zweig [años treinta]


Leído en El hombre de las dos patrias. Tras las huellas de Albert Camus, de Javier Reverte, Penguin Random House, Debols!llo, 2021 (1ª ed. 2016)



Eleni Vakaló - Cómo un hombre se volvió malo

 

CÓMO UN HOMBRE SE VOLVIÓ MALO

Os diré cómo ocurrió,
paso a paso.

Un hombre pequeño y bueno encontró en su camino a
otro al que habían golpeado
Estaba tumbado tan lejos de él que le dio pena

Tanta pena le dio
que después tuvo miedo.

Antes de acercarse a él para agacharse a cogerlo,
lo pensó mejor

Pero ¿por qué? ¿Qué haces?

Otro de tantos que haya por aquí se compadecerá
del pobre.

Y mejor que diga
que ni lo he visto

Y asustado,
pensó:

¿Acaso no es culpable? ¿A quién golpean sin tener la culpa?
Bien merecido le está, quería jugar con los amos.

Entonces empezó él también
a golpearle

Principio del cuento, buenos días

Eleni Vakalo


(Traducción: ómnibus n. 50)


Πώς έγινε ένας κακός άνθρωπος

Θα σας πω πώς έγινε
Έτσι είναι η σειρά

Ένας μικρός καλός άνθρωπος αντάμωσε στο
δρόμο του έναν χτυπημένο
Τόσο δα μακριά από κείνον ήτανε πεσμένος και λυπήθηκε
Τόσο πολύ λυπήθηκε
που ύστερα φοβήθηκε

Πριν κοντά του vα πλησιάσει για να σκύψει να
τον πιάσει, σκέφτηκε καλύτερα
Τι τα θες τι τα γυρεύεις
Κάποιος άλλος θα βρεθεί από τόσους εδώ γύρω,
να ψυχοπονέσει τον καημένο
Και καλύτερα να πούμε
Ούτε πως τον έχω δει

Και επειδή φοβήθηκε
Έτσι συλλογίστηκε

Τάχα δεν θα είναι φταίχτης, ποιον χτυπούν χωρίς να φταίξει;
Και καλά του κάνουνε αφού ήθελε vα παίξει με τους άρχοντες
Αρχισε λοιπόν και κείνος
Από πάνω να χτυπά

Αρχή του παραμυθιού καλημέρα σας

Ελένη Βακαλό



Tilly Losch, por E. O. Hoppé

 



E. O. Hoppé - Tilly Losch,  Tänzerin, 1928


Ottilie Ethel Leopoldine Herbert (1903 - 1975), condesa de Carnarvon, conocida profesionalmente como Tilly Losch, fue una bailarina, coreógrafa, actriz y pintora austriaca que vivió y trabajó la mayor parte de su vida en los Estados Unidos y el Reino Unido 



Ida Vitale - El día, un laberinto

 

EL DÍA, UN LABERINTO     

El dia, un laberinto,
donde sólo tienes la luz
                                           unos minutos.

Te asomas a la mesa que marea,
miras papeles,
                            mares que se ajan,
letras confusas,
                              hojas de otro otoño,
el registro del día,
                                  el laberinto,
donde solo tuviste luz
                                        unos minutos

Ida Vitale


Procura de lo imposible (1998), en Poesía reunida. Tusquets, 2ª ed. 2018; 1ª ed. 2017



(El pasado 2 de noviembre, Ida Vitale cumplió 101 años. Que sean muchos más y siga escribiendo. Su último libro es Tiempo sin claves, de 2021)


Alexandre O’Neill

 



«Uma manhã tem uma das habituais (e sempre iguais) trocas de palavras com o pai, o emproado empregado bancário José António Pereira d'Eça Infante de Lacerda O'Neill de Bulhões:

— Alexandre, leva o chapéu de chuva.
— Não é preciso, pai. Não chove.
— Chove. Leva o chapéu de chuva.
— Não é preciso, Pai.
— Já te disse para levares o guarda-chuva.
— Não levo o guarda-chuva e nunca mais cá apareço...

Esteve 16 anos sem ver o pai...»





«¿Con qué ojos me miraste…?»


¿Con qué ojos me miraste,
que tan bien te parecí?
¿Quién te dijo mal de mí,
que tan presto me olvidaste?

Cancionero sevillano   




Bertolt Brecht - El cambio de rueda

 

EL CAMBIO DE RUEDA

Estoy sentado al borde de la carretera,
el conductor cambia la rueda
No me gusta el lugar de donde vengo.
No me gusta el lugar adonde voy
¿Por qué miro el cambio de rueda
con impaciencia?

Bertolt Brecht  

Elegías de Buckow (1953)


(Traducción en El martillo de Brecht)



DER RADWECHSEL

Ich sitze am Straßenhang.
Der Fahrer wechselt das Rad.
Ich bin nicht gern, wo ich herkomme.
Ich bin nicht gern, wo ich hinfahre.
Warum sehe ich den Radwechsel
Mit Ungeduld?




Antonio Machado - Los ojos

 

LOS OJOS

I

Cuando murió su amada
pensó en hacerse viejo
en la mansión cerrada,
solo, con su memoria y el espejo
donde ella se miraba un claro día.
Como el oro en el arca del avaro
pensó que guardaría
todo un ayer en el espejo claro.
Ya el tiempo para él no correría.

II

Mas pasado el primer aniversario,
¿cómo eran -preguntó- pardos o negros,
sus ojos? ¿Glaucos?... ¿Grises?
¿Cómo eran, ¡Santo Dios!, que no recuerdo?

III

Salió a la calle un día
de primavera, y paseó en silencio
su doble luto, el corazón cerrado...

De una ventana en el sombrío hueco
vio unos ojos brillar. Bajó los suyos
y siguió su camino... ¡Como ésos!

Antonio Machado


Nuevas canciones (1924)



José Ángel Valente - El espejo

 

EL ESPEJO

Hoy he visto mi rostro tan ajeno,
tan caído y sin par
en este espejo.

Está duro y tan otro con sus años,
su palidez, sus pómulos agudos,
su nariz afilada entre los dientes,
sus cristales domésticos cansados,
sus costumbres sin fe, sólo costumbre.
He tocado sus sienes, aún latía
un ser allí. Latía. ¡Oh vida, vida!

Me he puesto a caminar. También fue niño
este rostro, otra vez, con madre al fondo.
De frágiles juguetes fue tan niño,
en la casa lluviosa y trajinada,
en el parque infantil
─ángeles tontos─
niño municipal con aro y árboles.

Pero ahora me mira ─mudo asombro,
glacial asombro en este espejo solo─
y ¿dónde estoy ─me digo─
y quién me mira
desde este rostro, máscara de nadie?

José Ángel Valente 

(1929 - 2000)


A modo de esperanzaAdonais, 1955 (Premio Adonais 1954).   




Thomas Farkas - Balé juventude

 




Thomas Farkas - Balé juventude


Thomas Farkas (Budapest, 1924 - São Paulo, 2011) fue un conocido fotógrafo y productor cinamatográfico brasileño de origen húngaro. Es uno de los pioneros de la fotografía moderna en Brasil.



Javier Reverte - Corazón de Ulises

 

Fue aquélla una edad en que el hombre pareció atrapar el sentido de la vida, hacer suya la propia existencia, en comunión con la Naturaleza y con el Tiempo, y en paz con los dioses hasta donde ello era posible. Fue un momento fugaz en la historia humana y tal vez irrepetible. Y ese instante luminoso se produjo merced a una civilización que jamás, salvo en los días de Alejandro, se constituyó como único Estado, pero que alentó su conciencia de nación en su espíritu de unidad cultural. El milagro griego se produjo porque aquellos hombres nunca se sintieron hermanados por los lazos de la sangre, sino por la religión, los juegos deportivos, la poesía, el arte y el pensamiento. Vinculados por el corazón y la razón, su verdadera patria no fue otra que el alma y la razón. Y nos dejaron huérfanos al irse. Para ellos, en los momentos más elevados de su civilización, ser y parecer fueron la misma cosa.
   Eran valientes al enfrentarse, venciendo el miedo, a un universo pavoroso, donde los dioses gobernaron con crueldad y bajo la norma caprichosa de sus pasiones desatadas. Y esos valientes alzaron desde la nada un nuevo mundo sujeto a la moral, a la estética, a la libertad y a la ley. Mejor lo expresa Balthazar, el alter ego del griego Kavafis, en la novela de Lawrence Durrell: “Todos buscábamos motivos racionales para creer en el absurdo”.
   El hombre griego intentó integrar los saberes, llegar a ser un hombre total, organizar el caos fragmentado bajo la unidad de la luz del pensamiento. Bautizó a las estrellas y a las constelaciones con los mismos nombres con que ahora las conocemos, y a los sentimientos, a las pasiones y a la mayoría de las ramas del saber humano. Inventó también la literatura y la reflexión sobre el ser. Y se preguntó, antes que nadie, qué es lo que somos. Lo gracioso es que no lo sabemos muy bien todavía tantos siglos después.
   Imaginativos, soñadores, audaces, curiosos y llenos de coraje, los griegos se enfrentaban a la vida con esperanza y vigor. Sabiéndose mortales, sin creer en una vida más allá de la vida, con el horizonte de no-ser delante de sus pies allí en la hondura del Hades, supieron también ser alegres. Por eso, mientras otros pueblos han conquistado grandes territorios del mundo a lo largo de la Historia, ellos conquistaron algo mejor: nuestras mentes y nuestros corazones. Nos enseñaron a reír, a reflexionar y a llorar.
   La gran hazaña de los griegos fue cincelar el alma del hombre libre, por eso todos somos griegos. Y su principal tarea fue exigirse y exigirnos que todo se lograse en el curso de la vida: el amor, la dignidad, el honor, el saber, la alegría y la cordura. Así, también nos enseñaron a vivir la vida. Nada menos… “¡Déjame recordar el silencio de tus profundidades!”, pedía el poeta Hölderling, añorante de la Grecia eterna.
   Fue aquí, en el Mediterráneo, en el mar de la pasión, donde sucedió el gran milagro. Y tal vez la razón última por la que aquellos hechos extraordinarios acontecieron la explica Platón, en su diálogo Timeo, en boca de un sacerdote egipcio: “Vosotros los griegos”, dice dirigiéndose al legislador Solón, “siempre sois niños. ¡Un griego nunca es viejo!”.

Javier Reverte


Corazón de Ulises, Penguin Random House. 3ª edición, 6ª reimpresión, primera ed. 2006.



Dos fotografías de Ana Tiersen

 




Dos autorretratos de Ana Tiersen desde Brasil: Palavras y Às vezes eu me sinto um fantasma (2012)





Agustín García Calvo - «Esos oros y cobres…»

 

170

Esos oros y cobres
de nogales y chopos y cielos,
esa plata transida
de neblina otoñal sobre el Duero
¡cómo se entran hoy los ojos
y el corazón adentro!
Nunca tan vivos, nunca,
como muriendo.

¡Cómo yo de muchacho
no os supe sentir? ¿Qué embelecos
de ilusiones y letras
le cegaban los claros ojuelos?
Por saber lo que veía,
ay, no podía veros,
cielos y ramas, oros
de muerte ardiendo.

Ya me voy de saberes
desnudando según encanezco;
ya como hojas los nombres
se me caen dorados de secos.
Y ¡cómo bajo la niebla
va floreciendo el fuego!
¡Muera yo todo, muera,
si no lo siento!

Agustín García Calvo


Más canciones y soliloquios, Editorial Lucina, 1988




Argyris Jionis - Versiones finales, VII

 

VERSIONES FINALES, VII

Se desvanecen en los marcos
las fotografías de mis muertos.
Un poco más
y estarán dos veces muertos.

Argyris Jionis

(Atenas, 1943 - 2011)



Εκδοχές τέλους, VII

Ξεθωριάζουν στις κορνίζες
οι φωτογραφίες των νεκρών μου.
Λίγο ακόμη
και θα είναι δυο φορές νεκροί.

Αργύρης Χιόνης, ‘Ο,τι περιγράφω, με περιγράφει [Lo que describo, me describe]




(Traducción de PLC)


Una fotografía de Virginijus Kincinaitis

 




Virginijus Kincinaitis - Cementerio Donelaitis, Šiauliai, Lituania