A UNA JOVEN ESCLAVA
Si todavía fueras inocente, quizás me lo pensara
mejor antes de hablarte. Pero veo que ya
recibes hace tiempo lecciones de tu amo,
que a tu lado se duerme apenas tú lo dejas
satisfecho. Yo te ofrezco el amor, la tierna
intimidad, la risa y esa grata
conversación que suele ir tras el acto
de la carne, la dulce libertad (si te parece)
de no aceptar ninguna de estas cosas.
Estratón de Sardes
(S. II d. C.)
Versión de Víctor Botas en su libro Segunda mano (1982)
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