Fotografía de Herr_Mueller - The Good Life #1

Dos sonetos de Manuel Benítez Carrasco

 

BARRA

Todavía es posible distinguir
en la ropa arrugada y sudorosa
las huellas de una efímera elegancia
nocturna, y en el rostro demacrado

por la falta de sueño y la bebida
el aire delicioso en el café
de empleados, taxistas y noctámbulos
a primera mañana, cuando ya

un resplandor difuso anuncia el día,
y todo lo ocurrido, si es que hay algo
que contar, se parece demasiado

al parte matinal que nadie escucha
en la radio encendida, algo lejano
que sucede de noche y que no importa.



DOMINGO CINE

Lo raro es que la tarde, para algunos,
merezca ser vivida intensamente
hasta el final; que siga habiendo gente
paseando por la calle, inoportunos

bares abiertos desde muy temprano
y muchachas con blusas escotadas
que acuden a una cita. Y que el verano
demore inútilmente estas veladas

de domingo, hasta hacer que no sintamos
presos en un compartimiento estanco
a la felicidad, mientras miramos

en los televisores encendidos
imposibles películas en blanco
y negro que tampoco hemos vivido.

Manuel Benítez Carrasco

(Granada, 1924 - 1999)



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