LA GUARDADORA DE UN MUERTO
En las huertas de mi padre
herido me le he hallado,
curéle las sus heridas
con rosas y vino blanco,
atéle las sus heridas
con tocas de mi tocado.
Cada vez que lo iba a ver
parecía vivo y sano;
van días y vienen días
la carne se iba dañando.
¿A quién contaré yo mi mal,
a quién iré yo a contarlo?
Poesía tradicional de los judíos españoles. Recopilación y prólogo de Manuel Alvar. Editorial Porrúa, 1979.
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