(Palabras creadoras.) Inocentes, en última instancia, de tanta estupidez, tanta fealdad, tantos odios y tantos sufrimientos, los hombres acabaron por poner a alguien en lo alto, para tener a quien maldecir y contra quien agitar el puño vuelto al cielo, en la hora de la desesperación.
Tanto o más que de la alabanza, Dios es una creacion de la blasfemia.
Rafael Sánchez Ferlosio
Vendrán más años malos y nos harán más ciegos. Ediciones Destino, 1993
No hay comentarios:
Publicar un comentario