Persevera en tus dalias, claro otoño,
da a ese toque tardío
otra calida luz, de cielo que medita.
No es tiempo para corromperse
en el desván del pensamiento.
No es tiempo ya de viejos goces
porque las cosas son tan leves
que están hechas de humo.
No tienen experiencia.
Y un resplandor las sobrepasa.
Árboles mensajeros
se extenúan a mi lado
como candelas sumergidas.
Las aguas remansadas
ahondan su destino
en la luz que se ahoja.
Y la fatiga es una lluvia lenta.
Cae correctamente
sobre la carne fútil.
Asi fascina la nostalgia.
[1964]
Basilio Fernández
Antología 1927 - 1987, Seleccion e intriduccion de Emiliano Fernandez. Ediciones Trea, 2009
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