Fotografía de Herr_Mueller - The Good Life #1

Carlos Drummond de Andrade - «Consolo na praia»



El poeta brasileño Carlos Drummond de Andrade, nació el 31 de octubre de 1902 en Itabira, estado de Minas Gerais, y recita para nosotros su poema «Consolo na praia» (Rosa do Povo, 1945)


CONSOLO NA PRAIA

Vamos, não chores.
A infância está perdida.
A mocidade está perdida.
Mas a vida não se perdeu.

O primeiro amor passou.
O segundo amor passou.
O terceiro amor passou.
Mas o coração continua.

Perdeste o melhor amigo.
Não tentaste qualquer viagem.
Não possuis carro, navio, terra.
Mas tens um cão.

Algumas palavras duras,
em voz mansa, te golpearam.
Nunca, nunca cicatrizam.
Mas, e o humour?

A injustiça não se resolve.
À sombra do mundo errado
murmuraste um protesto tímido.
Mas virão outros.

Tudo somado, devias
precipitar-te, de vez, nas águas.
Estás nu na areia, no vento...
Dorme, meu filho.



Miguel Hernández - El rayo que no cesa

 

(1936)



El poeta griego Tasos Livaditis (1922 - 1988) murió un 30 de octubre y el poeta español Miguel Hernández (1910 - 1942) nació un 30 de octubre. Hoy los recordamos a los dos.


¿No cesará este rayo que me habita
el corazón de exasperadas fieras
y de fraguas coléricas y herreras
donde el metal más fresco se marchita?

¿No cesará esta terca estalactita
de cultivar sus duras cabelleras
como espadas y rígidas hogueras
hacia mi corazón que muge y grita?

Este rayo ni cesa ni se agota:
de mí mismo tomó su procedencia
y ejercita en mí mismo sus furores.

Esta obstinada piedra de mí brota
y sobre mí dirige la insistencia
de sus lluviosos rayos destructores.





El epitafio de Tasos Livaditis

 


Κάποτε θα ξανάρθω.
Είμαι ο μόνος υληρονόμος
κι η κατοικία μου
είναι παντού όπου κοίτω. 


Tasos Leivaditis' grave (First Cemetery of Athens). The headstone reads: "Someday I will return. I am the only heir. And my dwelling lies wherever I look." (from poem entitled "Prologue to Eternity" in The Blind Man with the Lamp) (Fuente)

Τάσος Λειβαδίτης, 20-4-1922 / 30-10-1988


(Fotografía: By TheBlindMan - Own work, CC BY-SA 4.0)


Garry Winogrand - El Morocco

 



Garry Winogrand (1928-1984) - El Morocco, 1955



Cosmología kogui

 

Primero estaba el mar. Todo estaba oscuro. No había sol, ni luna, ni gente, ni animales, ni plantas. El mar estaba en todas partea.

El mar era la madre. La madre no era gente, ni nada, ni cosa alguna. Ella era el espíritu de lo que iba a venir y ella era pensamiento y memoria.

Cosmología kogui


Leído en Primero estaba el mar, de Tomás González, Sexto Piso, 2024 (primera edición original: 1983)



Góngora - Infiere, de los achaques de la vejez, cercano el fin a que católico se alienta

 

Infiere, de los achaques de la vejez, cercano
el fin a que católico se alienta


En este occidental, en este, oh Licio,
climatérico lustro de tu vida
todo mal afirmado pie es caída,
toda fácil caída es precipicio.

¿Caduca el paso?, ilústrese el juïcio.
Desatándose va la tierra unida;
¿qué prudencia del polvo prevenida
la ruina aguardó del edificio?

La piel no sólo sierpe venenosa,
mas con la piel los años se desnuda,
y el hombre no. ¡Ciego discurso humano!

¡Oh aquel dichoso que, la ponderosa
porción depuesta en una piedra muda,
la leve da al zafiro soberano!

                     19 de agosto de 1623

Luis de Góngora


(*)



Quevedo - «Ya formidable y espantoso suena...»

 

Ya formidable y espantoso suena
dentro del corazón el postrer día,
y la última hora, negra y fría,
se acerca, de temor y sombras llena.

Si agradable descanso, paz serena,
la muerte en traje de dolor envía,
señas da su desdén de cortesía:
más tiene de caricia que de pena.

¿Qué pretende el temor desacordado
de la que a rescatar, piadosa, viene
espíritu en miserias añudado?

Llegué rogada, pues mi bien previene;
hallame agradecido, no asustado;
mi vida acabe y mi vivir ordene.

Francisco de Quevedo




Una fotografía de Steven Siegel

 


Steven Siegel - NY in the 80s 



Marcello Mastroianni, su abuelo y Cicerón

 

Recuerdo que Cicerón nació en el año 106 a.C., es decir, 2.122 años antes que yo, pero a dos pasos de mi casa, en Arpino. Mi abuelo se sentía orgulloso de ello. «Vitam regis fortuna, non sapientia», me decía citando a nuestro conciudadano. Luego dejaba escapar un suspiro y añadía: «Pues sí, la fortuna es la que rige la vida, no la sabiduría.»

Marcello Mastroianni, en  Sí, ya me acuerdo... Ediciones B, 1997



Fotografía de Ares A



Una fotografía de Traci Matlock

 



Traci Matlock - (2009)



Dos versos de Safo

 




... yo te buscaba y llegaste,
y has refrescado mi alma que ardía de ausencia

Safo



El ala y la cigarra (Fragmentos de la poesía arcaica griega no épica). Traducción de Juan Manuel Rodríguez Tobal. Edición bilingüe. Ediciones Hiperion, 2005.





Fotografía de Matthias Pätzold - Cabeza de la poetisa Safo (630-570 a.C.), Museo Arqueológico de Estambul


Séneca

 

No es que tengamos poco tiempo, sino que perdemos mucho.

Séneca, De la brevedad de la vida



Leído en un poema de Aparición y otras desapariciones, de Ángel Guinda, Olifante, 2023


V.   «Cualquier cosa que desees saber...»




Basilio Fernández - «Persevera en tus dalias, claro otoño…»

 

Persevera en tus dalias, claro otoño,
da a ese toque tardío
otra calida luz, de cielo que medita.

No es tiempo para corromperse
en el desván del pensamiento.
No es tiempo ya de viejos goces
porque las cosas son tan leves
que están hechas de humo.
No tienen experiencia.
Y un resplandor las sobrepasa.

Árboles mensajeros
se extenúan a mi lado
como candelas sumergidas.

Las aguas remansadas
ahondan su destino
en la luz que se ahoja.
Y la fatiga es una lluvia lenta.
Cae correctamente
sobre la carne fútil.
Asi fascina la nostalgia.

                           [1964]

Basilio Fernández   


Antología 1927 - 1987, Seleccion e intriduccion de Emiliano Fernandez. Ediciones Trea, 2009


Susan Strasberg, por Angelo Frontoni


 

Actress Susan Strasberg, photo by Angelo Frontoni, c.1960 


(sophia/skorver1)


Rafael Sánchez Ferlosio - (Dos gallinas ciegas)

 

(Dos gallinas ciegas) La Justicia y la Fortuna las pintan con los ojos vendados: ésta, para que no vea la maldad del venturoso, aquélla, para que no vea la belleza del malvado.

Rafael Sánchez Ferlosio   


La hija de la guerra y la madre de la patria, Destino, 2002





Manuel Alcántara - El vino de los muertos

 

EL VINO DE LOS MUERTOS

Recuerdo el porvenir. Todo se sabe.
Lo que me espera es una vieja historia;
la muerte empezará por la memoria,
a vivir le echarán tierra y un ave

volará, dicen (mucha duda cabe).
Lo demás nada importa, es trayectoria;
lo demás es dar vueltas a la noria.
Tenerse que morir, eso es lo grave.

El silencioso vino de los muertos
diariamente me bebo trago a trago
con la incontable sed de los desiertos.

Todo para acabar donde se empieza;
ya no sé si es vivir esto que hago,
la muerte se me sube a la cabeza.

Manuel Alcántara


(Málaga, 1928 - 2019)



Luis Rosales - Autobiografía

 

AUTOBIOGRAFÍA

Como el náufrago metódico que contase las olas que faltan para morir;
y las contase, y las volviese a contar, para evitar errores,
hasta la última,
hasta aquella que tiene la estatura de un niño y le cubre la frente,
así he vivido yo con una vaga prudencia de caballo de cartón en el baño,
sabiendo que jamás me he equivocado en nada,
sino en las cosas que yo más quería.

Luis Rosales   




Una fotografía de Hugh Freytag

 



Desde Australia, Hugh Freytag: Hasselblad 500c  (Jet), 2018



Volviendo a Díaz Dufoo, hijo

 

Uno de los aforismos de Carlos Díaz Dufoo, hijo, publicado aquí el pasado día 15 era «Hizo muchos planes. No cumplió ninguno» (Disparos al aire. Antologia del aforismo en Hispanoamérica, de Hiram Barrios, Ediciones Trea, 2022)

En la obra Epigramas (Firmamento Editores, Cádiz, 2022) leemos lo siguiente:


Hizo muchos planes. No cumplió ninguno. Cada día era un nuevo fracaso, pero cada día también  era también una nueva aurora y un fuego imperecedero encendía cada día en él el deseo de las cosas perfectas que no se realizan. Un soplo eterno reanimaba, diariamente, la potencia intacta y estéril.



Fernando Pessoa - «Todas as cartas de amor são...»

 

Fernando Pessoa escribió este poema el 21 de octubre de 1935, cuarenta días antes de  morir en  Lisboa.


Todas as cartas de amor são
Ridículas.
Não seriam cartas de amor se não fossem
Ridículas.

Também escrevi em meu tempo cartas de amor,
Como as outras,
Ridículas.

As cartas de amor, se há amor,
Têm de ser
Ridículas,

Mas, afinal,
Só as criaturas que nunca escreveram
Cartas de amor
É que são
Ridículas.

Quem me dera no tempo em que escrevia
Sem dar por isso
Cartas de amor
Ridículas.

A verdade é que hoje
As minhas memórias
Dessas cartas de amor
É que são
Ridículas.

(Todas as palavras esdrúxulas,
Como os sentimentos esdrúxulos,
São naturalmente
Ridículas).


Álvaro de Campos, heterónimo de Fernando Pessoa



Dos aforismos de Julio Ramón Ribeyro

 

El gran secreto de mi fuerza moral reside en haber sabido sobrellevar, hasta el momento, con paciencia mi amargura.


La carta que aguardamos con más impaciencia es la que nunca llega. No hacemos otra cosa en vida que esperarla. Y no nos llega, no porque se haya destruido o destruido, sino sencillamente porque nunca fue escrita.


Julio Ramón Ribeyro



Disparos al aire. Antología del aforismo en Hispanoamérica (Hiram Barrios). Ediciones Trea, 2022


Manolis Anagnostakis - Epílogo

 

EPÍLOGO

Estos versos pueden ser los últimos 
Los últimos de los últimos que se escribirán 
Porque los futuros poetas ya no viven 
Los que hablarían todos murieron jóvenes 
Sus tristes cantos se volvieron aves 
En algún otro cielo en el que brilla un sol extranjero 
Se volvieron ríos salvajes y corren al mar 
Y sus aguas no las puedes separar 
En sus tristes cantos brotó una flor de loto 
Para que en su savia nazcamos más jóvenes nosostros. 

Manolis Anagnostakis 


Versión de Francisco Torres Córdova en La Jornada. Semanal


Επίλογος

Οι στίχοι αυτοί μπορεί και να ’ναι οι τελευταίοι
Οι τελευταίοι στους τελευταίους που θα γραφτούν
Γιατί οι μελλούμενοι ποιητές δε ζούνε πια
Αυτοί που θα μιλούσανε πεθάναν όλοι νέοι
Τα θλιβερά τραγούδια τους γενήκανε πουλιά
Σε κάποιον άλλον ουρανό που λάμπει ξένος ήλιος
Γενήκαν άγριοι ποταμοί και τρέχουνε στη θάλασσα
Και τα νερά τους δεν μπορείς να ξεχωρίσεις
Στα θλιβερά τραγούδια τους φύτρωσε ένας λωτός
Να γεννηθούμε στο χυμό του εμείς πιο νέοι.


Από τη συλλογή Εποχές 3 (1951)


[πηγή: Μανόλης Αναγνωστάκης, Τα Ποιήματα. 1941-1971, Εκδόσεις Νεφέλη, Αθήνα 2000, σ. 99]


Yannis Ritsos - Su lámpara al amanecer

 

SU LÁMPARA AL AMANECER

Y bien, buenas tardes; los dos otra vez, frente a frente,
su lámpara y él, –la quiere, a pesar de que parece
indiferente y vanidoso; y no sólo
porque le presta sus servicios, sino más y especialmente
porque requiere sus cuidados: – sutil supervivencia
de antiguos candiles griegos, reúne en torno a sí
recuerdos y sensibles insectos nocturnos, suaviza
las arrugas de los viejos, amplía las frentes,
aumenta las sombras de los cuerpos de los efebos, cubre
con un suave brillo la blancura de las páginas vacías
o el púrpura oculto de los poemas; y cuando,
hacia el amanecer, su luz palidece y se mezcla
con la rosa del día, con los primeros sonidos
de las persianas de las tiendas, las carretillas, los fruteros,
es una imagen palpable de su propia vigilia, e incluso
un puente de vidrio que va desde sus gafas
hasta el cristal de la lámpara, y desde ahí hasta los vidrios
de la ventana, al exterior y más aún —
un puente de vidrio que lo sostiene por encima de su ciudad,
dentro de su ciudad, su Alejandría, uniendo,
ahora por su propia voluntad, la noche y la mañana.

Yannis Ritsos


Traducción de Juan José Tejero en su blog Romiosyne (junio 2016)


Η ΛΑΜΠΑ ΤΟΥ ΚΑΤΑ ΤΟ ΛΥΚΑΥΓΕΣ

Καλησπέρα, λοιπόν· οι δυο τους πάλι, ενώπιος ενωπίω,
η λάμπα του κι αυτός, – την αγαπάει, κι ας φαίνεται
αδιάφορος κι αυτάρεσκος· κι όχι μονάχα
γιατί τον εξυπηρετεί, μα πιότερο, και ιδίως,
γιατί αξιώνει τις φροντίδες του· – λεπτή επιβίωση
αρχαίων ελληνικών λυχνιών, μαζεύει γύρω της
μνήμες κι ευαίσθητα έντομα της νύχτας, απαλείφει
ρυτίδες των γερόντων, μεγεθύνει τα μέτωπα,
μεγαλύνει τις σκιές εφηβικών σωμάτων, επιστρώνει
μ’ ένα μειλίχιο φέγγος τη λευκότητα κενών σελίδων
ή το κρυμμένο πορφυρό των ποιημάτων· κι όταν,
κατά το λυκαυγές, το φως της ωχριάζει και ταυτίζεται
με το τριανταφυλλί της μέρας, με τους πρώτους θορύβους
απ’ τα ρουλά των μαγαζιών, τα χειραμάξια, τους οπωροπώλες,
είναι μια εικόνα απτή της ίδιας του αγρυπνίας, κι ακόμη
μια γυάλινη γέφυρα, που πάει απ’ τα γυαλιά του
ώς το γυαλί της λάμπας, κι από κει στα τζάμια
του παραθύρου, ώς έξω, όλο πιο πέρα –
γυάλινη γέφυρα που τον κρατεί πάνω απ’ την πολιτεία,
μέσα στην πολιτεία, στην Αλεξάνδρειά του, ενώνοντας,
με τη δική του τώρα βούληση, τη νύχτα και τη μέρα.

Γιάννης Ρίτσος





Busto de Kavafis, obra de Costas Valsamis, en la Plaza de Egipto en Atenas
(Fotografía de Ηλίας Γεωργουλέας)




Una fotografía de Dale Scherfling

 


Dale Scherfling - Allison (California Ballet dancer), 2021




Elíseo Diego - Los tiempos

 

LOS TIEMPOS

Los tiempos El tiempo del Paraíso es el suave gotear del agua, cuando acaba de llover, entre las hojas del plátano.

El tiempo del Infierno es la humedad que encontramos debajo de las grandes piedras, manchando la mañana.

El tiempo del Paraíso es la transparencia del agua.

El tiempo del Infierno es la transparencia de un espejo.


Eliseo Diego


Versiones (1967)



Otros tres aforismos de Carlos Díaz Dufoo, hijo

 

El alma, animal doméstico, mitad dios y mitad perro.

                              *

Hizo muchos planes. No cumplió ninguno.

                              *

De los libros valen los escritos con sangre, los escritos con bilis y los escritos con luz.


Carlos Díaz Dufoo, hijo


Disparos al aire. Antología del aforismo en Hispanoamérica (Hiram Barrios). Ediciones Trea, 2022




Colita - Abuela y nieta. Barcelona, 1976

 



Colita - Abuela y nieta. Barcelona, 1976




Agustín García Calvo - «Cuando veas al hombre de banca…» (La cara del que sabe)

 

111

Cuando veas al hombre de banca
dinámico y grave
que en la ranura de su coche
introduce la llave,
mientras habla con un cliente
importante,
y con mano segura
agarra el volante,
verás, si te fijas, en el cristal
la cara del que sabe.

En la escuela, al salir de recreo
al patio empujándose,
si ves a uno que lo llaman
el Capacobardes
que le escupe en la oreja al tonto
de la clase
y se planta aguardando
que el otro se arranque,
helados de vidrio verás allí
los ojos del que sabe.

O si ves por la turbia ventana
de frente a su amante
a la querida que, ya seca,
se aferra al cadáver
de su amor, y a cuchillo dice
«Como escapes,
te lo juro, aquí mismo
me siego el gaznate»,
grabado verás en la blanca piel
el signo del que sabe.

En la foto del jefe de estado
que fija el instante
en que él, sentado ante un decreto
de muerte de alguien,
en penoso deber la pluma
de oro blande,
cuando firme la firma
de un trazo la trace,
trazada en su frente la puedes ver
la marca del que sabe.

O si no, en el neón del espejo
del bar de 'My darling'
si ves al chulo que a su rubia
le dice, fumándole
de nariz, «Que nanay, nenita,
que tu padre,
y cuidao con el rímel,
que no se te empaste»,
posada en sus párpados la verás
la fuerza del que sabe.

Y si asomas, en fin, al estudio
de altos cristales
donde el cerebro de la empresa
dibuja los planes
de la ruta futura, y corre
recto el lápiz
y a derecho y a regla
los borra los árboles,
guiada verás de la pura ley
la mano del que sabe.

Todos tienen su idea: son ellos
los reyes del aire.
Y si tú ves que, cuando a todos
los cierre en la cárcel
de los versos y que la música
ya se apague,
yo me quedo a las nubes
mirando distante,
recuérdame y dime «La veo ahí
la cara del que sabe».

Agustín García Calvo


Canciones y soliloquios, Editorial Lucina, Segunda edición, noviembre de 1982 (Primera edición en La Gaya Ciencia, 1976)

Pablo Neruda - Walking Around

 

WALKING AROUND

Sucede que me canso de ser hombre.
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro
navegando en un agua de origen y ceniza.

El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.

Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.

Sin embargo sería delicioso
asustar a un notario con un lirio cortado
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja.
Sería bello
ir por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío.

No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,
vacilante, extendido, tiritando de sueño,
hacia abajo, en las tripas mojadas de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.

No quiero para mí tantas desgracias.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos
ateridos, muriéndome de pena.

Por eso el día lunes arde como el petróleo
cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,
y aúlla en su transcurso como una rueda herida,
y da pasos de sangre caliente hacia la noche.

Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,
a hospitales donde los huesos salen por la ventana,
a ciertas zapaterías con olor a vinagre,
a calles espantosas como grietas.

Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinos
colgando de las puertas de las casas que odio,
hay dentaduras olvidadas en una cafetera,
hay espejos
que debieran haber llorado de vergüenza y espanto,
hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.

Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,
con furia, con olvido,
paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,
y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:
calzoncillos, toallas y camisas que lloran
lentas lágrimas sucias.

Pablo Neruda


Residencia en la Tierra (1925-1931). Madrid, Ediciones del Árbol, 1935. 


 



Herman Hesse - El lobo estepario

 

EL LOBO ESTEPARIO

Yo, lobo estepario, troto y troto,
la nieve cubre el mundo,
el cuervo aletea desde el abedul,
pero nunca una liebre, nunca un ciervo.
¡Amo tanto a los ciervos!
¡Ah, si encontrase alguno!
Lo apresaría entre mis dientes y mis patas,
eso es lo más hermoso que imagino.
Para los afectivos tendría buen corazón,
devoraría hasta el fondo de sus tiernos perniles,
bebería hasta hartarme de su sangre rojiza,
y luego aullaría toda la noche, solitario.
Hasta con una liebre me conformaría.
El sabor de su cálida carne es tan dulce de noche.
¿Acaso todo, todo lo que pueda alegrar
una pizca la vida está lejos de mí?
El pelo de mi cola tiene ya un color gris,
apenas puedo ver con cierta claridad,
y hace años que murió mi compañera.
Ahora troto y sueño con ciervos,
troto y sueño con liebres,
oigo soplar el viento en noches invernales,
calmo con nieve mi garganta ardiente,
llevo al diablo hasta mi pobre alma.

Hermann Hesse


Escrito en la arena. Edición de Jenaro Talens, Visor, 3ª ed. 2011


STEPPENWOLF

Ich Steppenwolf trabe und trabe,
Die Welt liegt voll Schnee,
Vom Birkenbaum flügelt der Rabe,
Aber nirgends ein Hase, nirgends ein Reh!
In die Rehe bin ich so verliebt,
Wenn ich doch eins fände!
Ich nähm’s in die Zähne, in die Hände,
Das ist das Schönste, was es gibt.
Ich wäre der Holden so von Herzen gut,
Fräße mich tief in ihre zärtlichen Keulen,
Tränke mich voll an ihrem hellroten Blut,
Um nachher die ganze Nacht einsam zu heulen.
Sogar mit einem Hasen wär ich zufrieden,
Süß schmeckt sein warmes Fleisch in der Nacht –
Ist denn alles und alles von mir geschieden,
Was das Leben ein wenig heiterer macht?
An meinem Schwanz ist das Haar schon grau,
Auch kann ich gar nimmer deutlich sehen,
Schon vor Jahren starb meine geliebte Frau.
Und nun trab ich und träume von Rehen,
Trabe und träume von Hasen,
Höre den Wind in der Winternacht blasen,
Tränke mit Schnee meine brennende Kehle,
Trage dem Teufel zu meine arme Seele.




Dos fotografías de Michael Polyak

 



Michael Polyak - (2010 y 2012)



Álvaro Mutis - Si oyes correr el agua en las acequias...

 

Si oyes correr el agua en las acequias,
su manso sueño pasar entre penumbras y musgos,
con el apagado sonido de algo
que tiende a demorarse en la sombra vegetal.
Si tienes suerte y preservas ese instante
con el temblor de los helechos que no cesa,
con el atónito limo que se debate
en el cauce inmutable y siempre en viaje.
Si tienes la paciencia del guijarro,
su voz callada, su gris acento sin aristas,
y aguardas hasta que la luz haga su entrada,
es bueno que sepas que allí van a llamarte
con un nombre nunca antes pronunciado.
Toda la ardua armonía del mundo
es probable que entonces te sea revelada,
pero sólo por esta vez.
¿Sabrás, acaso, descifrarla en el rumor del agua
que se evade sin remedio y para siempre?

Álvaro Mutis



Costas Mavrudís - Epidauro


 

Epidauro 1979

Tibio mármol frente al ocaso. Atardecer que ya fue antes y dudaba como ahora su luz. Actos de la misma duración: cigarra olvidada desde entonces. Perro distante como una repetición. Dos o tres argivos rezagados.
   Son las nueve. Ya no tienen cuerpo las colinas. Se obscurece la acomodadora con las últimas luces.

Costas Mavrudís



El préstamo del tiempo (Costas Mavrudía). Traducción de Vicente Fernández González. Miguel Gómez Ediciones, Málaga, 2001. Edición bilingüe.




Ἐπίδαυρος 1979

Μάρμαρο χλιαρό απέναντι στη δύση. Απόγευμα που υπήρξε πάλι πριν, κι αμφέβαλε το φως του όπως τώρα. Πράξεις απ’ την ίδια διάρκεια : Ξεχασμένο τζιτζίκι από τότε. Μακρινό σκυλί σαν επανάληψη. Δυο τρεις Αργείοι που καθυστέρησαν.
   Είναι εννιά. Δεν έχουν σώμα πια οι λόφοι. Σκουραίνει η ταξιθέτρια στο τελευταίο φως.

Κώστας Μαυρουδής


De su libro Album [1979-1989]


(El autor lee su poema: Ελληνική Ποίηση & Θέατρο)




(Fotografía de Frankverro - Teather of Epidaurus, 2009)


Una fotografía de Alexsandro Alves

 



Alexsandro Alves - Menina baiana, 2008



Wang Wei - Mi otoño

 

MI OTOÑO

Mi otoño: entro con calma,
lejos el mundo y sus peleas.
No más afán que regresar,
desaprender entre los árboles.
El viento del pinar abre mi capa, 
mi flauta saluda a la luna serrana.
Preguntas, ¿qué leyes rigen  «éxito» y  «fracaso»?
Cantos de pescadores flotan en la ensenada.

Wang Wei
(China, 701 - 761)



Poemas del río Wang, Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 1999. Traducción de Juan Ignacio Preciado.

Battista Alberti y la belleza

 

En la página 182 de En tierra de Dioniso Vagabundeos por el norte de Grecia, de María Belmonte (Acantilado, 2021), leemos lo siguiente.     

El arquitecto renacentista León Battista Alberti escribió que la belleza perfecta es aquella a la cual no se puede añadir ni quitar nada.


«La Bellezza è la somma di tutte le parti messe insieme, in maniera tale che non é necessario aggiungere né togliere niente, né alterare.»




Fachada de Santa Maria Novella, de Leon Battista Alberti (1404 - 1472)



Calvert Casey - A un viandante de mil novecientos sesenta y cinco

 

A UN VIANDANTE DE MIL NOVECIENTOS SESENTA Y CINCO

¿A qué teléfono llamaste y nadie respondió?
¿A qué puerta tocaste que conducía a la nada?
¿Qué ojos buscaste con la mirada vidriosa que tan bien conozco?
¿Qué cuerpo no reconociste con la pupila de obseso?
Sales de las tinieblas para perderte en las tinieblas.
Pasas junto a las murallas resecas sin proyectar sombra.
Te empuja el viento de enero;
agosto no logrará aminorar tu marcha.
Donde quiera que estés llegan tus pasos hasta mí.
Cada noche nace la esperanza y cada noche la entierras.
El arco se romperá contigo.
Busca, busca el amor sobre los arrecifes,
junto a los muros ásperos.
Desde lo oscuro verás cerrarse la puerta.
Tu último paso será tu último gesto.
Si encuentras a quien buscas y te detienes,
rodarás muerto a sus pies.

Calvert Casey

 (Baltimore, 1923 - Roma,  1969)



Lee Remick, por Sam Shaw



Sam Shaw - Lee Remick, on the Bowery, New York City, 1960.



Kikí Dimulá - El problema de techo


EL PROBLEMA DE TECHO

¡Señor!
No nos quites todavía más
nuestras privaciones.

No tenemos otro lugar donde vivir.

Kikí Dimulá



Símbolos solubles. Selección y traducción de Nina Anghelidis con la colaboración de Juan Antonio González Iglesias. Linteo, 2010 [edición no bilingüe]



Το πρόβλημα της στέγης

Κύριε
μη μας πάρεις κι άλλο
τις απώλειές μας.

Δεν έχουμε πού αλλού να μείνουμε.

Κική Δημουλά




Rafael Sánchez Ferlosio - (Palabras creadoras.)

 

  (Palabras creadoras.) Inocentes, en última instancia, de tanta estupidez, tanta fealdad, tantos odios y tantos sufrimientos, los hombres acabaron por poner a alguien en lo alto, para tener a quien maldecir y contra quien agitar el puño vuelto al cielo, en la hora de la desesperación.
   Tanto o más que de la alabanza, Dios es una creacion de la blasfemia.

Rafael Sánchez Ferlosio


Vendrán más años malos y nos harán más ciegos. Ediciones Destino, 1993




Una fotografía de Jorge Cardim

 



Jorge Cardim - Portrait! (Vanessa), 2015



Shakespeare - Soneto II

 

II

Cuando cuarenta inviernos asedien tu frente
y el campo de hermosura de trincheras hiendan,
tu gala juvenil, hoy pasmo de la gente,
serán harapos que por nada se revendan.

Al preguntarse entonces tu hermosura dónde,
dónde todo el tesoro de tu lozanía,
decir que allí en tus ojos hundidos se esconde
fuera sonrojo ardiente y gloria bien baldía.

¿Cuánto más tu hermosura mereciera gloria
si respondieras "esta hermosa criatura
cancelará mi cuenta, excusará mi historia",
probando en ley de herencia tuya su hermosura!

Hacerte nuevo cuando viejo estés sería
y ver tu sangre hervir cuando la sientas fría.

William Shakespeare


The Sonnets / Sonetos de amor (Shakespeare) Texto crítico y traducción de Agustín García Calvo, Editorial Anagrama, 2ª ed. 1983 [1ª en 1974]


When forty winters shall besiege thy brow,
And dig deep trenches in thy beauty's field,
Thy youth's proud livery, so gazed on now,
Will be a tatter'd weed, of small worth held:

Then being ask'd where all thy beauty lies,
Where all the treasure of thy lusty days,
To say, within thine own deep-sunken eyes,
Were an all-eating shame and thriftless praise.

How much more praise deserved thy beauty's use,
If thou couldst answer 'This fair child of mine
Shall sum my count and make my old excuse,
Proving his beauty by succession thine!

This were to be new made when thou art old,
And see thy blood warm when thou feel'st it cold.