Fotografía de Herr_Mueller - The Good Life #1

C. P. Cavafis - Fui

 

Fui

No me puse ataduras. Me entregué por completo y fui
hacia deleites, una parte reales, y otros
que andaban vagabundos por mi pensamiento;
fui a la noche encendida.
Y bebí vinos fuertes,
como beben los audaces del placer.

C. P. Cavafis


Poesía completa (C. P. Cavafis).  Traducción, prologo y notas de Juan Manuel Macías, Editorial Pre-Textos, Valencia, 2015 [edicion bilingue]


Επήγα

Δεν εδεσμεύθηκα. Τελείως αφέθηκα κι επήγα.
Στες απολαύσεις, που μισό πραγματικές,
μισό γυρνάμενες μες στο μυαλό μου ήσαν,
επήγα μες στην φωτισμένη νύχτα.
Κι ήπια από δυνατά κρασιά, καθώς
που πίνουν οι ανδρείοι της ηδονής.

[1905, 1913*]

Κωνσταντίνος Π. Καβάφης






Ο Κωνστανατίνος Καβάφης, ο σπουδαίος έλληνας ποιητής φεύγει από τη ζωή στις 29 Απριλίου 1933. Την τελευταία του πνοή αφήνει στη γενέτειρά του, την Αλεξάνδρεια της Αιγύπτου.

(Konstantinos Cavafys, el gran poeta griego, falleció el 29 de abril de 1933. Exhaló su último suspiro en su ciudad natal, Alejandría, Egipto)


Dos fotografías de Apostilb

 




Aposrilb -  PF2 Y PF7, Charline, 2012



Un retrato de Robert Sivell

 


Robert Sivell - Model Resting (s.d.)

Robert Sivell  (1888–1958) was a Scottish portrait artist active in the first half of the 20th century.[1] He was a founder member of the Glasgow Society of Artists and Sculptors in 1919.




Concha Méndez - «Cuando te sueño eres joven…»

 

Cuando te sueño eres joven.
¿Qué le sucede a mis sueños?
¿Es que mi vida no quiere
saber que ha pasado el tiempo?

Concha Méndez


(Madrid, 1898 - Ciudad de México, 1986)



Tres fotografías de Berta Vicente Salas

 






Charles Simic y el poema

 

Un poema es un lugar donde se descubren afinidades. La poesía es una manera de pensar por medio de afinidades.


"No hay peligro mayor para un poema que lo poético". No recuerdo quién lo dijo.


El tiempo del poema es el tiempo de la expectativa. Creo que algún formalista ruso dijo algo parecido.


Charles Simic



El monstruo ama su laberinto  Cuadernos. Vaso Roto Ediciones, 2015. Traducción de Jordi Doce (The Monster loves his Labyrinth: Notebooks, 2008)



Sophia de Mello Breyner Andresen - «A Salgueiro Maia»



A SALGUEIRO MAIA

Aquele que na hora da vitória
respeitou o vencido

Aquele que deu tudo e não pediu a paga

Aquele que na hora da ganância
Perdeu o apetite

Aquele que amou os outros e por isso
Não colaborou com a sua ignorância ou vício

Aquele que foi «Fiel à palavra dada à ideia tida»
como antes dele mas também por ele
Pessoa disse


Sophia de Mello Breyner Andresen


Musa (1994)


Fotografía de Alfredo Cunha



«Aquelas palavras na madrugada de Santarém»

 


Foi na madrugada de 25 de Abril de 1974, durante a parada da Escola Prática de Cavalaria (EPC), em Santarém, que Salgueiro Maia proferiu o célebre discurso:


“Meus senhores, como todos sabem, há diversas modalidades de Estado. Os estados socialistas, os estados capitalistas e o estado a que chegámos. Ora, nesta noite solene, vamos acabar com o estado a que chegámos! De maneira que, quem quiser vir comigo, vamos para Lisboa e acabamos com isto. Quem for voluntário, sai e forma. Quem não quiser sair, fica aqui!”


Fernando José Salgueiro Maia  (Castelo de Vide, 1 de julho de 1944 — Lisboa, 4 de abril de 1992)


Dos citas de Mikis Theodorakis

 


«No soy un héroe. Los héroes mueren jóvenes. Soy un ciudadano que cumple con su deber», decía Mikis Theodorakis, y así lo hizo hasta el final.

«Si no hubiera vivido lo que viví, no habría escrito esta música»


«Δεν είμαι ήρωας. Οι ήρωες πεθαίνουν νέοι. Είμαι ένας πολίτης που κάνει το καθήκον του», έλεγε ο Μίκης Θεοδωράκης και αυτό έκανε μέχρι τέλους.

«Αν δεν είχα βιώσει αυτά που βίωσα, δεν θα είχα γράψει αυτή τη μουσική»



Boris Grigoriev - Mujer leyendo (1922)

 



Boris Grigoriev 1886 - 1939) - Mujer leyendo, 1922



Cervantes - Prólogo de Los trabajos de Persiles y Sigismunda

 

Sucedió, pues, lector amantísimo, que, viniendo otros dos amigos y yo del famoso lugar de Esquivias, por mil causas famoso, una por sus ilustres linajes y otra por sus ilustrísimos vinos, sentí que a mis espaldas venía picando con gran priesa uno que, al parecer, traía deseo de alcanzarnos, y aun lo mostró dándonos voces que no picásemos tanto. Esperámosle, y llegó sobre una borrica un estudiante pardal, porque todo venía vestido de pardo, antiparas, zapato redondo y espada con contera, valona bruñida y con trenzas iguales; verdad es, no traía más de dos, porque se le venía a un lado la valona por momentos, y él traía sumo trabajo y cuenta de enderezarla.
Llegando a nosotros dijo:
-¡Vuesas mercedes van a alcanzar algún oficio o prebenda a la corte, pues allá está su Ilustrísima de Toledo y su Majestad, ni más ni menos, según la priesa con que caminan?; que en verdad que a mi burra se le ha cantado el víctor de caminante más de una vez.
A lo cual respondió uno de mis compañeros:
-El rocín del señor Miguel de Cervantes tiene la culpa desto, porque es algo qué pasilargo. Apenas hubo oído el estudiante el nombre de Cervantes, cuando, apeándose de su cabalgadura, cayéndosele aquí el cojín y allí el portamanteo, que con toda esta autoridad caminaba, arremetió a mí, y, acudiendo asirme de la mano izquierda, dijo:
-¡Sí, sí; éste es el manco sano, el famoso todo, el escritor alegre, y, finalmente, el regocijo de las musas!
Yo, que en tan poco espacio vi el grande encomio de mis alabanzas, parecióme ser descortesía no corresponder a ellas. Y así, abrazándole por el cuello, donde le eché a perder de todo punto la valona, le dije:
-Ese es un error donde han caído muchos aficionados ignorantes. Yo, señor, soy Cervantes, pero no el regocijo de las musas, ni ninguno de las demás baratijas que ha dicho vuesa merced; vuelva a cobrar su burra y suba, y caminemos en buena conversación lo poco que nos falta del camino. Hízolo así el comedido estudiante, tuvimos algún tanto más las riendas, y con paso asentado seguimos nuestro camino, en el cual se trató de mi enfermedad, y el buen estudiante me desahució al momento, diciendo:
-Esta enfermedad es de hidropesía, que no la sanará toda el agua del mar Océano que dulcemente se bebiese. Vuesa merced, señor Cervantes, ponga tasa al beber, no olvidándose de comer, que con esto sanará sin otra medicina alguna.
-Eso me han dicho muchos -respondí yo-, pero así puedo dejar de beber a todo mi beneplácito, como si para sólo eso hubiera nacido. Mi vida se va acabando, y, al paso de las efeméridas de mis pulsos, que, a más tardar, acabarán su carrera este domingo, acabaré yo la de mi vida. En fuerte punto ha llegado vuesa merced a conocerme, pues no me queda espacio para mostrarme agradecido a la voluntad que vuesa merced me ha mostrado.
En esto, llegamos a la puente de Toledo, y yo entré por ella, y él se apartó a entrar por la de Segovia.
Lo que se dirá de mi suceso, tendrá la fama cuidado, mis amigos gana de decilla, y yo mayor gana de escuchalla.
Tornéle a abrazar, volvióseme ofrecer, picó a su burra, y dejóme tan mal dispuesto como él iba caballero en su burra, a quien había dado gran ocasión a mi pluma para escribir donaires; pero no son todos los tiempos unos: tiempo vendrá, quizá, donde, anudando este roto hilo, diga lo que aquí me falta, y lo que sé convenía.
¡Adiós, gracias; adiós, donaires; adiós, regocijados amigos; que yo me voy muriendo, y deseando veros presto contentos en la otra vida!


Cervantes, Los trabajos de Persiles y Sigismunda (1617)





Nicolas-Bernard Lépicié - Mujer leyendo (1769)

 



Nicolas-Bernard Lépicié (París, 1735-1784) - Femme lisant (1769)





Luis Cernuda - 1936

 

1936

Recuérdalo tú y recuérdalo a otros,
Cuando asqueados de la bajeza humana,
Cuando iracundos de la dureza humana:
Este hombre solo, este acto solo, esta fe sola.
Recuérdalo tú y recuérdalo a otros.

En 1961 y en ciudad extraña,
Más de un cuarto de siglo
Después. Trivial la circunstancia,
Forzado tú a pública lectura,
Por ella con aquel hombre conversaste:
Un antiguo soldado
En la Brigada Lincoln.

Veinticinco años hace, este hombre,
Sin conocer tu tierra, para él lejana
Y extraña toda, escogió ir a ella
Y en ella, si la ocasión llegaba, decidió a apostar su vida,
Juzgando que la causa allá puesta al tablero
Entonces, digna era
De luchar por la fe que su vida llenaba.

Que aquella causa aparezca perdida,
Nada importa;
Que tantos otros, pretendiendo fe en ella
Sólo atendieran a ellos mismos,
Importa menos.
Lo que importa y nos basta es la fe de uno.

Por eso otra vez hoy la causa te aparece
Como en aquellos días:
Noble y tan digna de luchar por ella.
Y su fe, la fe aquella, él la ha mantenido
A través de los años, la derrota,
Cuando todo parece traicionarla.
Mas esa fe, te dices, es lo que sólo importa.

Gracias, Compañero, gracias
Por el ejemplo. Gracias porque me dices
Que el hombre es noble.
Nada importa que tan pocos lo sean:
Uno, uno tan sólo basta
Como testigo irrefutable
De toda la nobleza humana.

Luis Cernuda


Desolación de la Quimera (1962)



«De cuantas coimas tuve toledanas…»

 

De cuantas coimas tuve toledanas,
de Valencia, Sevilla y otras tierras,
izas, rabizas y colipoterras,
hurgamanderas y putarazanas;

De cuántas fiestas, noches y mañanas
me venían a buscar, dando de cerras,
los Vargas, los Leonos y los Guerras,
los Méndez, los Correas y Gaitanas;

Me veo morir agora de penuria
en esta desleal isla maldita,
pues más a punto estoy que San Hilario.

Tanto que no se iguala a mi lujuria
ni la de Fray Alonso el Carmelita,
ni aquella de Fray Trece el Trinitario.

Cancionero General, Amberes, 1557



Luchino Visconti - «Ricordati, gli occhi devono dire una cosa che la bocca non dice…»



[Luchino Visconti] È lì, per quel film [Il Gattopardo], che mi ha insegnato tutto. […] «Devi convincerti che tutto il corpo recita, non solo il viso: recitano le braccia, le gambe, le spalle… tutto.» […] «Ricordati, gli occhi devono dire una cosa che la bocca non dice, perciò lo sguardo deve avere un certo tipo di intensità che contrasti quello che stai dicendo… […] Devi separare il tuo viso in due: lo sguardo è una cosa; quello che dici, è un'altra…» […] «Con ogni parte del tuo viso e del tuo corpo devi raccontare una storia diversa e contraria a quella che racconta l'altra parte del tuo viso e del tuo corpo.»


Avevamo un rapporto d'intesa magnifico. Ci bastava uno sguardo. Mi parlava solo in francese e mi chiamava Claudine. E c'era una frase che amava ripetermi sempre "Ricordati che gli occhi devono dire quello che la bocca non dice". E oggi ovunque vado nel mondo sono per tutti Angelica. 


Claudia Cardinale 





Unas fotografías de Ricardo Silvestre

Blanca, 2014


Nica, 2014


Olivia, 2014



Ricardo Silvestre



Jotamario Arbeláez - Colegiala

 

COLEGIALA

Colegiala desnuda
Regresa la niña del colegio
Quién sabe qué pensamientos oculta su cabellera negra
Seguramente el profesor calificó mal su tarea
Seguramente que le tocó los senos
Seguramente le prometió un confite
Regresa a su casa la niña que querría ser desencuadernada
Que gustaría ser repasada por un lector ávido de conocimientos
Regresa con el ánimo de despojarse de sus vestiduras
De estrenar su desnudo para ponerse cómoda
Para poder pensar sin problemas en la regla del tres
Regresa la niña con ganas de chupar un bombón
Y chupando bombón piensa la niña que debe haber algo más dulce
Y la sangre circula como miel por su panal florido
y ella siente la voz del atavismo cosquilloso que le dice que para poder aprender
/ hay que despojarse voluntariamente de todo
Y deseosa de aprender ella se va quitando el vestido
Ese vestido de colegio que con tanto cariño le cosió su mamá
La blusa blanca de infinitos botones
La falda azul ajustada con un gancho de nodriza
Los zapatos del uniforme
Las medias tobilleras que escalan sus piernas derechitas
El brassier que contiene principios básicos de trigonometría
Los calzoncitos de amoníaco
Carpa bajo la cual acampa la prodigiosa respiración de la reina de Saba
Mosquitero de los deseos
Atarraya del poniente
Cabo Cañaveral del cohete carnal
La niña sabe que hay un cinco rayado en mitad de sus piernas
Un coño bien calificado
El honroso diploma
con el cual se gradúa
profesional en el amor
Colegiala del alma
míreme
¿qué piensa hacer cuando esté grande?

Jotamario Arbeláez




Un aforismo de Erri De Luca

 

A riempire una stanza basta una caffettiera sul fuoco.

Erri De Luca, Tre cavalli, 2000


Para llenar una habitación basta con una cafetera al fuego.




Yannis Ritsos - La sinfonía de la primavera

 

LA SINFONÍA DE LA PRIMAVERA

Extendemos las manos al sol
y cantamos
La luz gorjea
en las venas de la hierba y de la piedra
Ninguna sirena canta
Nadie emigra
Caluroso mediodía dorado
Estación del Infinito
-nuestro corazón...
Alegría, alegría. No nos importa qué dejará
nuestro beso en el tiempo y en el canto
Valía la pena vivir para encontrarnos

Valía la pena vivir para encontrarnos

Yannis Ritsos


(Traducción: Miguel Ángel Chiovetta)


Η εαρινή συμφωνία

Απλώνουμε τα χέρια στον ήλιο
και τραγουδάμε
Το φως κελαηδάει
στις φλέβες του χόρτου και της πέτρας.
Καμία σειρήνα δε σφυρίζει
Κανένας δεν αποδημεί
Ζεστή χρυσή μεσημβρία
Σταθμός του Απείρου
-η καρδιά μας...
Χαρά, χαρά. Δεν μας νοιάζει τι θ' αφήσει
το φιλί μας μες στο χρόνο και στο τραγούδι.
Άξιζε να υπάρξουμε για να συναντηθούμε.

Άξιζε να υπάρξουμε για να συναντηθούμε.


Γιάννης Ρίτσος

Un haiku de Yorgos Seferis

 

XI

¿Dónde reunir
el millar de fragmentos
de una persona?  

Yorgos Seferis


“Dieciséis haikús”, en Cuaderno de ejercicios [1928-1937]  / Δεκαέξι Χαίκου, Τετράδιο Γυμνασμάτων -Mythistórima. Poesía completa. Traducción, prólogo y notas de Selma Ancira y Francisco Segovia. Edición bilingüe, Galaxia Gutenberg, 2012 


ΙΑ΄

Πού να μαζεύεις
τα χίλια κομματάκια
του κάθε ανθρώπου.

Γιώργος Σεφέρης 


Hans Magnus Enzensberger - casa aislada

 

casa aislada

                        a günter eich


cuando me despierto
la casa está en silencio.
sólo se oyen los pájaros.
por la ventana no veo
a nadie. ningún

camino pasa por aquí.
ningún hilo en el cielo
ningún cable por tierra.
todo cuanto está vivo
reposa bajo el hacha.

pongo agua al fuego.
corto mi pan.
hago girar inquieto
el botón rojo
de mi pequeño transistor.

«crisis del caribe... lava blanco
más blanco que el blanco...
listos a responder a la agresión...
that' s the way i love you...
fuerte alza de valores metalúrgicos...»

no cojo el hacha
no rompo el aparato.
y es la voz del terror que me serena,
que me dice:
aún estamos con vida.

la casa está en silencio.
yo ni siquiera sé cómo tender las trampas
o hacerme un hacha de pedernal
cuando la última cuchilla
se habrá enmohecido.

1962

Hans Magnus Enzensberger


De Poesías para los que no leen poesías, 1971.  Versión de Heberto Padilla



Un haiku de Taneda Santōka

 

¿Qué pretendo encontrar
internándome en el viento?

Taneda Santōka


Saborear el agua. Cien haikus de un monje zen. Traducción de Vicente Haya & Hiroko Tsuji. poesía Hiperión, 1ª edicion: 2004 * 4ª edición: 2007)



Antonio Machado - «El 14 de abril de 1931 en Segovia» / La Voz de España

 

Machado, Marañón, Ortega y Pérez de Ayala


Fue un día profundamente alegre – muchos que ya éramos viejos no recordábamos otro más alegre -, un día maravilloso en que la naturaleza y la historia parecían fundirse para vibrar juntas en el alma de los poetas y en los labios de los niños.

Mi amigo Antonio Ballesteros y yo izamos en el Ayuntamiento la bandera tricolor. Se cantó La Marsellesa; sonaron los compases del Himno de Riego. La Internacional no había sonado todavía. Era muy legítimo nuestro regocijo. La República había venido por sus cabales, de un modo perfecto, como resultado de unas elecciones. Todo un régimen caía sin sangre, para asombro del mundo. Ni siquiera el crimen profético de un loco, que hubiera eliminado a un traidor (habla de Lerroux), turbó la paz en aquellas horas. La República salía de las urnas acabada y perfecta, como Minerva de la cabeza de Júpiter.

Así recuerdo yo el 14 de abril de 1931.

Desde aquel día –no sé si vivido o soñado- hasta el día de hoy, en que vivimos demasiado despiertos y nada soñadores, han transcurrido seis años repletos de realidades que pudieran estar en la memoria de todos. Sobre esos seis años escribirán los historiadores del porvenir muchos miles de páginas, algunas de las cuales, acaso, merecerán leerse. Entre tanto, yo los resumiría con unas pocas palabras.

Unos cuantos hombres honrados, que llegaban al poder sin haberlo deseado, acaso sin haberlo esperado siquiera, pero obedientes a la voluntad progresiva de la nación, tuvieron la insólita y genial ocurrencia de legislar atenidos a normas estrictamente morales, de gobernar en el sentido esencial de la historia, que es del porvenir. Para estos hombres eran sagradas las más justas y legítimas aspiraciones del pueblo; contra ellas no se podía gobernar, porque el satisfacerlas era precisamente la más honda razón de ser de todo gobierno.

Y estos hombres, nada revolucionarios, llenos de respeto, mesura y tolerancia, ni atropellaron ningún derecho ni desertaron de ninguno de sus deberes. Tal fue, a grandes rasgos, la segunda gloriosa República española, que terminó, a mi juicio, con la disolución de las Cortes Constituyentes. Destaquemos este claro nombre representativo: Manuel Azaña.

Antonio Machado

De «El 14 de abril de 1931 en Segovia», La Voz de España


(Aquí)






Unas fotografías de Paula Gimeno

 







Paula Gimeno - Berlín, 2011


Ryszard Kapuściński - Cómo se olvida todo

 

CÓMO SE OLVIDA TODO

si
había algo
que empezó
que duraba
estábamos metidos en ello
era nosotros mismos

algo que

un momento

déjame que piense

algo que

cómo se olvida todo


Ryszard Kapuściński


Poesía completa. Traducción y prólogo de Abel A. Murcia Soriano. Edición bilingüe. Bartleby Editores. Enero 2008 (dos ediciones)



Yannis Yfantís - Espacio-tiempo

 

ESPACIO-TIEMPO

Tres días antes de morir el vecino
su perro aullaba, viendo
las fases de la muerte en el futuro.

Qué milagro, un perro
como el dios del Eclesiastés
que ve pasadas todas las cosas
a una distancia de tres días un perro
distinguió el acto de una muerte.

Yo, no obstante, encuentro que no soy
ni dios ni perro, pero algo
tengo del tedio del dios –
y algo de la tristeza del perro.

Yannis Yfantís


Traducción de Mario Domínguez Parra


Χωρόχρονος

Τρεις μέρες πριν πεθάνει ο γείτονας,
ούρλιαζε το σκυλί του, βλέποντας
τις φάσεις του θανάτου στο μέλλον.

Τι θάμα, ένα σκυλί
σαν το θεό του Εκκλησιαστή
που βλέπει παρελθόντα όλα τα πράγματα
σ’ απόσταση τριών μερών ένα σκυλί
διέκρινε την πράξη ενός θανάτου

Εγ’ όμως βρίσκω πως δεν είμαι
ούτε θεός ούτε σκυλί, μα έχω
κάτι από την πλήξη του θεού –
και κάτι απ’ του σκυλιού τη θλίψη.

Γιάννης Υφαντής

Από τη συλλογή Μανθρασπέντα (1977)



Amazona

 


«Testa di Amazzone, da originale del V secolo a.C., dalle vicinanze dell'Auditorium di Mecenate (scoperta nel 1874), Musei Capitolini, Roma»


(Pictura poesis, Flickr)   




León Felipe - Sé todos los cuentos

 

SÉ TODOS LOS CUENTOS

Yo no sé muchas cosas, es verdad.
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
que la cuna del hombre la mecen con cuentos…
Que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos…
Que el llanto del hombre lo taponan con cuentos…
Que los huesos del hombre los entierran con cuentos…
Y que el miedo del hombre…
ha inventado todos los cuentos.
Yo sé muy pocas cosas, es verdad.
Pero me han dormido con todos los cuentos…
Y sé todos los cuentos.

León Felipe


“Parábola y poesía” en Nueva Antología rota, Finisterre Editores, México, 1975, Segunda edición



Dos aforismos de Enrique Jardiel Poncela

 

La poesía es siempre lo lejano.

                 * * *

Tener fe es como masticar sin dientes.


Enrique Jardiel Poncela



Ida Vitale - Se recomienda

 

SE RECOMIENDA

Tú quieta, aunque
el trapecio todavía se mueva
y te delate.



Leer y releer una frase,
una palabra, un rostro,
sobre todos los rostros,
y repasar, pesar bien
lo que callan.

Ida Vitale   



Mínimas de aguanieve (2015), en Poesía reunida. Tusquets, 2ª ed. 2018; 1ª ed. 2017.



Jean Cocteau - «Ce coup de poing de marbre…»

 

Ce coup de poing de marbre
Qui donne la beauté, vite,
Au coeur en passant.


Jean Cocteau


Ese puñetazo de mármol
que da la belleza, rápida,
en el corazón, al pasar.


En De jardines ajenos, de Adolfo Bioy Casares. Edición al cuidado de Daniel Martino. Fabula Tusquets,  2000








María Kendrou-Agathopoúlou - Estas piedras

 

ESTAS PIEDRAS

Estas piedras sobre las que caminas
no te apedrean
te glorifican
Estas piedras no te derribarán
a ti que tienes el ojo de un cíclope
y el corazón de un Odiseo

María Kendrou-Agathopoúlou



ΑΥΤΕΣ ΟΙ ΠΕΤΡΕΣ

Αυτές οι πέτρες που περπατάς
Δε σε πετροβολούν
Σε δοξάζουν
Δε σε κατρακυλούν αυτές οι πέτρες
Εσένα που έχεις το μάτι ενός Κύκλωπα
Και την καρδιά ενός Οδυσσέα

Μαρία Κέντρου-Αγαθοπούλου


Από τη συλλογή «Τα επακόλουθα», (1978). Πηγή: «Μαρία Κέντρου - Αγαθοπούλου, Επιλογές και σύνολα», εκδ. Νησίδες, 2001.


Poema leído en el blog Ποιητικός Πυρήνας

(Versión de PLC)



Lygia Fagundes Telles - «A disciplina do amor»

 

O homem é tão necessariamente louco que não ser louco representaria uma outra forma de loucura”, escreveu Pascal. Deve ter pensado nisso a psiquiatra Karen Horney quando fez uma lista dos sintomas básicos da neurose, uma lista enorme, dela quase ninguém escapa. A loucura no cardápio. Basta ler e apontar, esta é minha. Selecionei as neuroses mais comuns e que podem nos levar além da fronteira convencionada: necessidade neurótica de agradar os outros. Necessidade neurótica de poder. Necessidade neurótica de explorar os outros. Necessidade neurótica de realização pessoal. Necessidade neurótica de despertar piedade. Necessidade neurótica de perfeição e inatacabilidade. Necessidade neurótica de um parceiro que se encarregue da sua vida – ô Deus! – mas desta última necessidade só escapam mesmo os santos. E algumas feministas mais radicais.

Tão difícil a vida e o seu ofício. E ninguém ao lado para receber a totalidade (ou parte) do fardo. Os analistas, caríssimos, e na maioria, um lixo: um lixo Freud considerava a totalidade dos seres humanos, isso nos últimos anos da sua vida sem muita ilusão. Ele não conheceu seus discípulos. E por acaso é com o analista que se comenta a fita na saída do cinema? O livro. O sabor do vinho, esse gosto meio frisante, hem? E esta pele e esta língua. A minha tiazinha falava muito na falta que lhe fazia esse ombro amigo, apoio e diversão, envelheceu procurando um. Não achou nem o ombro nem as outras partes, o que a fez choramingar sentidamente na hora da morte. Mas o que você quer, queridinha?! A gente perguntava. Está com alguma dor? Não, não era dor. Quer um padre? Não, não queria mais nenhum padre, chega de padre. Antes do último sopro, apertou desesperadamente a primeira mão ao alcance: “É que estou morrendo e não me diverti nada!


Lygia Fagundes Telles


A disciplina do amor - Fragmentos (1980)



Eliot y da Ponte

 

Is it perfum from a dress
That makes me so digress?


T.S.Eliot, The Love Song of J. Alfred Prufrock (1915)



Don Giovanni:     Zito! 
                               Mi pare sentir odor di femmina.


Lorenzo da Ponte, Don Giovanni (1787)



Arquíloco - «Con un vaso, anda, ve por los bancos…»

 

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Con un vaso, anda, ve por los bancos del ágil 
navío, saca el tapón de los jarros panzudos, 
y viértenos tinto hasta llegar a las heces: serenos,  
no podemos, nosotros, hacer esta guardia.

Arquíloco



Líricos griegos arcaicos. Traducción de Juan Ferraté. Edición bilingüe. Acantilado, Segunda reimpresión: 2020.




Teognis de Mégara - «Alas a ti yo te he dado...»

 

Alas a ti yo te he dado, con ellas el mar infinito
y toda la tierra en un vuelo podrás recorrer
sin fatigas. En todo banquete y festejo presente
te hallarás, albergado en las bocas de muchos.
Y al son de las flautas de tonos agudos los jóvenes
n rondas de amor, con bellas y suaves tonadas
te citarán. Y cuando a las cavernas de la oscura tierra
desciendas, a las lamentables mansiones del Hades,
ni siquiera entonces, muriendo, te ha de faltar tu gloria,
sino que conservarás entre la gente tu nombre inmortal,
Cirno, y vas a viajar por la tierra de Grecia y las islas,
y a cruzar la incansable alta mar habitada por peces,
sin montarte a lomos de caballos, pues van a llevarte
los espléndidos dones de las Musas de trenzas violeta.
Y para todos aquellos, incluso del mañana, que aprecien el canto,
tú vivirás por igual, en tanto existan la tierra y el sol.
Y, sin embargo, de ti yo no recibo ni un poco de aprecio,
sino que, como a un niño pequeño, me engañas con cuentos.

Teognis de Mégara 


Versos 237-254. Traducción de Carlos García Gual. Antología de la poesía lírica griega. Madrid, Alianza, 2001.


Σοὶ μὲν ἐγὼ πτέρ ̓ ἔδωκα, σὺν οἷς ἐπ ̓ ἀπείρονα πόντον
πωτήσῃ καὶ γῆν πᾶσαν ἀειράμενος
ῥηϊδίως· θοίνῃς δὲ καὶ εἰλαπίνῃσι παρέσσῃ
ἐν πάσαις, πολλῶν κείμενος ἐν στόμασιν.
Καί σε σὺν αὐλίσκοισι λιγυφθόγγοις νέοι ἄνδρες
εὐκόσμως ἐρατοὶ καλά τε καὶ λιγέα
ᾄσονται· καὶ ὅταν δνοφερῆς ὑπὸ κεύθεσι γαίης
βῇς πολυκωκύτους εἰς ̓Αίδαο δόμους,
οὐδέποτ ̓ οὐδὲ θανὼν ἀπολεῖς κλέος, ἀλλὰ μελήσεις
ἄφθιτον ἀνθρώποις αἰὲν ἔχων ὄνομα,
Κύρνε, καθ ̓ ̔Ελλάδα γῆν στρωφώμενος ἠδ ̓ ἀνὰ νήσους,
ἰχθυόεντα περῶν πόντον ἔπ ̓ ἀτρύγετον,
οὐχ ἵππων νώτοις ἐφήμενος· ἀλλά σε πέμψει
ἀγλαὰ Μουσάων δῶρα ἰοστεφάνων.
Πᾶσι γάρ, οἷσι μέμηλε, καὶ ἐσσομένοισιν ἀοιδή
ἔσσῃ ὁμῶς, ὄφρ ̓ ἂν γῆ τε καὶ ἠέλιος·
αὐτὰρ ἐγὼν ὀλίγης παρὰ σεῦ οὐ τυγχάνω αἰδοῦς,
ἀλλ ̓ ὥσπερ μικρὸν παῖδα λόγοις μ ̓ ἀπατᾷς.




Una fotografía de Leon Tarac

 



© Leon Tarac - Paris XIXeme / Eté 74, Flo.






Nuria Labari - Vacaciones o falta de imaginación

 

VACACIONES O FALTA DE IMAGINACIÓN

Cuando saqué a pasear a la perra ya había oscurecido. La cresta de las montañas se dibujaba un poco más negra que el comienzo de la noche que nos rodeaba. Dentro de la casa esperaba buena parte de mi familia, reunida en la misma habitación, junto al fuego. Las vacaciones producen esa clase de imágenes. A la casa habíamos llevado juegos de mesa, un ordenador conectado a internet para ver películas y un libro de poemas. Leí uno de Elizabeth Bishop, Cuestiones de viaje. “¿Es por falta de imaginación por lo que venimos / a lugares imaginados, en lugar de quedarnos en casa?”. Al leerlo, me pareció que Bishop escribió estas preguntas para mí. ¿Qué me había traído hasta mis vacaciones? ¿El cansancio, el deseo o la más pura falta de imaginación?

Bishop concluye así: “Continente, ciudad, país, sociedad: / la elección nunca es amplia y nunca es libre. / Aquí o allí… No. ¿No tendríamos que habernos quedado en casa, / dondequiera que fuese?”. Seguramente, me dije. La cuestión es que eso que Bishop llama casa es quizá ese lugar donde ser una misma. Quizá eso es precisamente lo que vamos buscando en vacaciones: quiénes somos, cómo nos sentimos ser, a quiénes deseamos tener un poco más cerca.

El libro de poemas guardaba más versos para mí. Hilda Doolittle, Marianne Moore, Louise Bogan, May Swenson… Nunca antes había leído a May Swenson, pero en esta selección (Antología de las poetas estadounidenses, en Alba Editorial) aparece uno que dedica a su amiga Elizabeth Bishop. “Hasta hoy en Delaware, Elizabeth, no he sabido / que falleciste en Boston hace una semana. ¿Cómo puede ser / que abandonaras el mundo sin que yo lo supiera?”, escribe. Y luego habla de un paseo por la playa con estos versos: “Los gritos de los charranes. El estruendo de las olas. El viento me desgarra / el rabillo del ojo. La sal del oleaje se congela sobre mi rostro. / Una sola vida es tan pequeña como una pluma caída. O una concha partida”. Y, al leerlo, entiendo que he viajado hasta aquí para intentar sentir como las poetas, para conquistar una forma de estar en el mundo que, como la poesía, se limite a existir, sin horizonte, pegada a la vida. No es fácil, da igual lo lejos que vayas, siempre es necesario recurrir a la imaginación. Después de todo, la poesía ha seguido un camino paralelo, capaz de observar la sociedad sin llegar a fundirse nunca con ella. Creo que, por eso, la poesía es la única palabra que resiste, esa que no se ha industrializado ni entiende de progreso, ni de logros.

“Pero la visión pervive, Elizabeth. Tu visión se multiplica”, escribe Swenson. “No desaparece, tu visión pervive de ojo en ojo, / tus palabras se perpetúan de boca en boca”. La leo y comprendo que la poesía, como el hielo de los polos, podría sucumbir. Porque, efectivamente, es imposible sentirla sin una comunidad lectora, sin una generación poética, sin ese de boca en boca. Y sin poesía, adiós a las vacaciones. Podríamos convertirnos en turistas eternos, sería el fin de cualquier viaje, empezando por el interior. Entonces, ¿qué hacemos? ¿dónde regresaremos después del viaje? Sé que es una pregunta difícil tan cerca del lunes. Pero necesaria. Les sugiero pensar en esa boca donde perpetuar una palabra. Imaginarla. Y resistir.

Nuria Labari

(El País, 31 de marzo de 2024)



Dante - «Tanto gentile e tanto onesta pare…»

 

Tanto gentile e tanto onesta pare
la donna mia, quand'ella altrui saluta,
ch'ogne lingua devèn, tremando, muta,
e li occhi no l'ardiscon di guardare.

Ella si va, sentendosi laudare,
benignamente e d'umiltà vestuta,
e par che sia una cosa venuta
da cielo in terra a miracol mostrare.

Mostrasi sì piacente a chi la mira
che dà per li occhi una dolcezza al core,
che 'ntender no la può chi no la prova;

e par che de la sua labbia si mova
un spirito soave pien d'amore,
che va dicendo a l'anima: Sospira.


Dante


Tanto gentile e tanto onesta pare è un sonetto di Dante Alighieri contenuto nel XXVI capitolo della Vita Nova, uno dei più chiari esempi dello stile della loda e della scuola stilnovista 

(Wikipedia)


Paráfrasis del soneto:

«Tanto nobile d'animo e tanto piena di decoro è
la donna mia, quando rivolge ad altri il saluto,
che ogni lingua diviene, tremando, muta,
e gli occhi non hanno il coraggio di guardarla.

Ella così va, sentendosi lodare,
benevola e umile nell'atteggiarsi,
e sembra che sia una creatura discesa
dal cielo sulla terra per mostrare un miracolo.

Si dimostra così affascinante a chi la guarda
che trasmette, tramite gli occhi, una dolcezza al cuore,
tale che non la può capire chi non la prova;

e sembra che dal suo volto esca
uno spirito dolce ricolmo d'amore
che va dicendo all'anima: Sospira.»





Una fotografía de Jerry Michael Jones

 


Jerry Michael Jones - Lever à Brooklyn, 2016



En un libro de Avelino Hernández

 

A unos pocos kilómetros quilómetros de Berlanga de Duero. Y allí vamos. 

Pero antes de entrar vente aún conmigo a dar un breve rodeo. Hasta Aguilera, a media docena de kilómetros. En el camposanto de este lugar está el colofón exacto del camino que hemos hecho. 

Hace unos meses enterraron aquí a la tía Blasa, que iba a cumplir ciento dos años. Me dijeron que cuando se despertaba, a veces preguntaba a sus sobrinas: «¿Pero es que aún estoy viva? ¡A ver si no me voy a morir nunca y me vais a tener que enterrar tal cual!». Ibas a verla y te decía: «¿Pero qué hago yo aquí ya tantos años sin morirme? ¡Uy, Dios! Llamadme a don Julián por si no me ha hecho bien alguna cosa, que la haga otra vez y que pueda irme tranquila al otro mundo». Y recomendaba a las sobrinas: «Ponedme de mortaja el vestido de bodas que yo misma ya tengo arreglado y la toquilla que hay con él. Si se puede que me sepulten con el tío». 

Y mientras echaban sobre la caja la tierra amontonada a la vera del hoyo, a mi lado un vecino con ochenta ya cumplidos seguro, el siguiente comentaba con naturalidad: ¡hay que ver, qué suave sale la tierra en estos sitios!


Avelino Hernández 


Donde la vieja Castilla se acaba: Soria, Editorial Rimpego, León, 2015 (1ª ed. original como Donde la vieja Castilla se acaba, Ediciones De la Torre, Madrid, 1982)



Dos greguerías de Ramón

 

La ametralladora escribe los puntos suspensivos de la muerte.

Las palabras son el esqueleto de las cosas, por eso duran más que ellas.


Ramón Gómez de la Serna



Rafael Sánchez Ferlosio - «¡Ay, las fechas están agazapadas…»

 

¡Ay, las fechas están agazapadas en el calendario, igual que gatos junto a la ratonera, para matar los días en el instante mismo de salir!

Rafael Sánchez Ferlosio



Vendrán más años malos y nos harán más ciegos. Ediciones Destino, 1993