los buenos salvajes
nos dolía el vientre de tanto pensar
sólo pensábamos en hacer daño
en llamar a los timbres
en levantar las faldas de las niñas
en tirarles los altramuces
en saltar tapias para robar limones
y después arrojarlos al suelo con desprecio
yo era el peor de todos
aunque llevara un lazo atado en la melena
yo sabía a qué hora jugaban a los cromos
y en qué portal
yo incitaba a los niños a las mayores fechorías
así perdí la posibilidad de tener amigas
y gané fama de salvaje
la niña con gafas que no le temía a nada
Isabel Bono
Lo seco. Bartleby Editores, 2017.
No hay comentarios:
Publicar un comentario