Fotografía de Herr_Mueller - The Good Life #1

Ferdinand Hodler - Dos retratos de Hélène Weiglé

 


Ferdinand Hodler (1853-1918) -  Bildnis Hélène Weiglé, 1896


1888



Lope de Vega

 

¿Qué capitan es este, qué soldado de la guerra del tiempo?

Lope de Vega



En Cuentos completos, de Alejo Carpentier. Editorial Bruguera, 1979.




Antonio Gamoneda - Malos recuerdos

 

MALOS RECUERDOS

                                      La vergüenza es un sentimiento revolucionario.
                                                                                     Karl Marx


Llevo colgados de mi corazón
los ojos de una perra y, más abajo,
una carta de madre campesina.

Cuando yo tenía doce años,
algunos días, al anochecer,
llevábamos al sótano a una perra
sucia y pequeña.

Con un cable le dábamos y luego
con las astillas y los hierros. (Era
así. Era así.
Ella gemía,
se arrastraba pidiendo, se orinaba,
y nosotros la colgábamos para pegar mejor).

Aquella perra iba con nosotros
a las praderas y los cuestos. Era
veloz y nos amaba.

Cuando yo tenía quince años,
un día, no sé cómo, llegó a mí
un sobre con la carta del soldado.

Le escribía su madre. No recuerdo:
«¿Cuándo vienes? Tu hermana no me habla.
No te puedo mandar ningún dinero…».

Y, en el sobre, doblados, cinco sellos
y papel de fumar para su hijo.
«Tu madre que te quiere».
No recuerdo
el nombre de la madre del soldado.

Aquella carta no llegó a su destino:
yo robé al soldado su papel de fumar
y rompí las palabras que decían
el nombre de su madre.

Mi vergüenza es tan grande como mi cuerpo,
pero aunque tuviese el tamaño de la tierra
no podría volver y despegar
el cable de aquel vientre ni enviar
la carta del soldado.

Antonio Gamoneda


Blues castellano (1980) 



Una fotografía de Namrata Kaur

 





Claudio Rodríguez - «Como si nunca hubiera sido mía...»

 

Como si nunca hubiera sido mía,
dad al aire mi voz y que en el aire
sea de todos y la sepan todos
igual que una mañana o una tarde.
Ni a la rama tan sólo abril acude
ni el agua espera sólo el estiaje.
¿Quién podría decir que es suyo el viento,
suya la luz, el canto de las aves
en el que esplende la estación, más cuando
llega la noche y en los chopos arde
tan peligrosarnente retenida?
¡Que todo acabe aquí, que todo acabe
de una vez para siempre! La flor vive
tan bella porque vive poco tiempo
y sin embargo, cómo se da, unánime,
dejando de ser flor y convirtiéndose
en ímpetu de entrega. Invierno, aunque
no esté detrás la primavera, saca
fuera de mí lo mío y hazme parte,
inútil polen que se pierde en tierra
pero ha sido de todos y de nadie.
Sobre el abierto páramo, el relente
es pinar en el pino, aire en el aire,
relente sólo para mi sequía.
Sobre la voz que va excavando un cauce
qué sacrilegio este del cuerpo, este
de no poder ser hostia para darse.

Claudio Rodríguez


Poema número IX de Don de la ebriedad (1953)




Dos fotografías de Maruan's Travel

 

 




Maruan's Travel, en Flickr, há algum tempo...




Luís de Camões - «Esparsa ao desconcerto do mundo»

 


ESPARSA AO DESCONCERTO DO MUNDO

Os bons vi sempre passar
No mundo graves tormentos;
E para mais m´espantar,
Os maus vi sempre nadar
Em mar de contentamentos.
Cuidando alcançar assim
O bem tão mal ordenado.
Fui mau, mas fui castigado:
Assim que só para mim
Anda o mundo concertado


Luís de Camões



Lucas Cranach el Viejo y Herbert List - La boca de la verdad

  

 

 Lucas Cranach el Viejo (1472 - 1553) - Der Mund der Warheit, 1534



 

Herbert List (1903 - 1975) - Bocca della verità, 1949




Eugenio Montejo - Jardín intacto

 

JARDÍN INTACTO

Allí magnolias, tulipanes, sombras
de pétalos palpables. Aquí los senos,
el ombligo, la voz, el áureo pubis,
tu risa y las adelfas, brazos, lotos,
nenúfares en torno de tu cuello
y la noche zumbando en los pistilos…
Astros que queman en tu piel, gardenias,
tactos de orquídeas, suave olor, jadeos,
ceguedad de ese Dios que se derrama
en cada efímera corola. Y las espinas
de tanto en tanto. Pero también lirios,
y dalias otra vez, todo en tu carne.
Jardín intacto, puro y hasta pútrido,
como tal vez ocurra en ese instante
cuando fermenta el tiempo en el espanto
y acelera la flor hasta ser mustia.
Jardín con el ayer, el hoy, el nunca
y el hambre ciega de un veloz deseo,
llenándote los ojos en un éxtasis
que jamás se ha saciado.

Eugenio Montejo



Man Ray - Denise Tual

 


Man Ray, Denise Tual, Paris, 1935




José Viñals - La poesía

 

LA POESÍA

Que perfume, que
lime el filo
de los metales
puntiagudos
que traen el tétano.
Que golpee en la frente
al ser de la conciencia
Que triture
la voz bastarda del
poeta romo.
Que ilumine el perfil
de la visión en ruinas.
Que mame, que degluta,
que mastique
los huesos del dormido.
Que haga pan de centeno
en pleno atardecer.
Que humedezca mis párpados
con su saliva prodigiosa.
Que me colme, que me vacíe.
Que no me dé respuestas.
Que descienda del sol como
el lagarto de las ortigas,
como la muerte
de los descendimientos
de la Noche.
Como el dolor umbrío del poema.

José Viñals


xxx



Reiner Kunze y la poesía

 

La poesía tiene que ser sencilla. Pero no puede ser más sencilla que lo que permite la exactitud.

Reiner Kunze



Die Poesie muß einfach sein. Aber sie kann nicht einfacher sein, als es die Genauigkeit erlaubt.



Una fotografía de Philip Rouse

 


Philip Rouse - B&W Slide Test 2, 2015




Ausias March

 

Yo soy aquel que en los días de tempestad,
cuando los hombres se recogen junto al fuego
pudiendo participar en los mismos juegos que ellos, voy,
sin embargo, sobre la nieve, descalzo, con la cabeza desnuda.

Ausias March




Leído en Como si hubiera muerto un niño (1958 - 1959), en Poesías completas (1957 - 2000), de Carlos Sahagún, Renacimiento, 2015




Una fotografía de Eberhard Posner

 


Eberhard Posner, c. 1935




Günter Eich - «¡Cuán difícil es captar la belleza!»

 

¡Cuán difícil es captar la belleza!
Cuando te rozan de alas las huellas,
¿quién es que lo ha podido comprender?:
se le acerca quien de ella se aleja.

¡Cuán difícil es captar la belleza!
Conoces la lengua que ella usa.
En bolas de espinas crecen castañas
y en alguna poesía maduran.

Günter Eich




Poesías Completas. Introducción, prólogo, traducción y notas de Aina Torrent-Lenzen. La Poesía, señor hidalgo, 2005. [edición bilingüe]



Wie schwer es ist, die Schönheit zu begreifen!
Es kommt ihr näher, wer sich enfernt.
Die Flügelspuren, wenn sie sacht ihn streifen,
Wer hat es ganz erlernt?

Wie schwer es ist, die Schönheit zu begreifen!
Du kennst die Sprache, die sie spricht.
In Stachelballen die Kastanien reifen
und reifen zum Gedicht.





Vladimir Tolman - Golondrinas

 


 

Vladimir Tolman - Golondrinas, años treinta.




Stanisław Wyspiański - Retrato de Irena Solska

 


Stanisław Wyspiański (1869 - 1907) - Portret Ireny Solskiej, 1904



Johann Wolfgang von Goethe

 

Cierra los ojos, aguza los oídos y, desde el sonido más leve hasta el más violento ruido, desde el tono más sencillo hasta la más elevada armonía, desde el grito más violento y apasionado hasta la más dulce palabra de la razón, es la Naturaleza la que habla, la que revela su existencia, su fuerza, su vida y sus relaciones, hasta el punto de que un ciego al que se niega el mundo infinitamente visible puede capturar la infinita vitalidad a través de lo que oye.

Johann Wolfgang von Goethe


Leído en La invención de la Naturaleza  El nuevo mundo de Alexander von Humboldt, de Andrea Wulf. Taurus, 2016.





Yehuda Amijai

 

Y por amor en la memoria
llevo sobre mi cara la cara de mi padre.

Yehuda Amijai



Leído en El olvido que seremos, de Héctor Abad Faciolince, 2007




Un autorretrato de Flor Garduño

 


© Flor Garduño, Autorretrato.



 

(Fuente: Entre Gulistan y Bostan)



Una fotografía de Gonzalo Juanes

 


Isabel, esposa de Gonzalo Juanes. Madrid. 1960




Friedrich Nietzsche - «Es inútil, no se olvida...»

 

Es inútil, no se olvida cuando se quiere olvidar.

Friedrich Nietzsche, Aurora, 1881


Es ist unnütz, man vergisst nicht, wenn man vergessen will.



Morgenröte. Gedanken über die moralischen Vorurteile, 1881.




Horacio - «Ay, ay, que al vuelo, Póstumo, se nos van...»

 

CARMINA 11 14

Ay, ay, que al vuelo, Póstumo, se nos van
los años escurriendo; ni rezo habrá
que pare el paso a las arrugas,
torpe vejez, indomable muerte,

Así le inmoles día tras día al dios
Plutón, al dios sin lágrimas, cien y cien
becerros: él, que al giganteo rey Gerïón
y a titanes hunde

bajo onda amarga, onda, a saber, que habrá,
cuantos comemos don de tierra, que ir
cruzando todos, que seamos
reyes o míseros jornaleros.

En vano de la guerra sangrienta huir
y de las alas rotas del ronco mar,
en vano por otoño el cuerpo
bien abrigar del hiriente cierzo:

Hay que ir a ver el Río de Llanto errar
con lento flujo, y ver las danaides mal-
nombradas y el a larga pena
Sísifo el de Éolo condenado,

dejar la tierra y casa y mujer de buen
sentir; de cuantos árboles cuidas hoy,
no más que los cipreses tristes
te seguirán, breve dueño suyo;

se beberá, más cuerdo, tu sucesor
los cécubos guardados a llaves cien,
y el suelo teñirá el preciado vino,
mejor que en festín de papas.

Horacio



Versión rítmica de Agustín García Calvo en Poesías antiguas (de Homero a Horacio), Editorial Lucina, 1992



Una fotografía de Kaobanga

 



Kaobanga - L'aigua de la vida, 2010 (Moçambique)





Rui Knopfli - Memoria del agua

 

MEMORIA DEL AGUA

Gestos y palabras que creí
escritos a fuego
en la dura pared del tiempo.

De pura piedad se los bebió
la memoria del agua
que, no reteniendo nada,

a todo da sepultura.

Rui Knopfli


De su libro Mangas verdes com sal (1969), incluído en Rui Knopfli. Memória consentida. 20 anos de poesia 1959/1979. Imprensa Nacional – Casa da Moeda, Dezembro 1982.

(Traducción de PLC)


MEMÓRIA DA ÁGUA

Gestos e palavras que crera
escritos a fogo
na dura parede do tempo.

De pura piedade os bebeu
a memória da água
que, nada retendo,

a tudo dá sepultura.


Rui Knopfli  (Inhambane, África Oriental Portuguesa, 1932 - Lisboa, 1997)



Julio Romero de Torres - Amiga de Torres Arias

 


Julio Romero de Torres (1874 - 1930), Amiga de Torres Arias, s.d.




Manuel Vicent - En Sicilia, lengua larga, vida corta

 

EN SICILIA, LENGUA LARGA, VIDA CORTA

Un arquitecto español ganó un concurso para construir un polideportivo en una ciudad de Sicilia cuyo nombre no viene al caso. Llegado el momento fue invitado a viajar a la isla, donde fue recibido por el sindaco o alcalde del Ayuntamiento, quien le hizo saber que su proyecto había sido premiado sencillamente porque era el mejor, el que más se ajustaba a las condiciones exigidas. Después de agasajarlo, el alcalde le preguntó si tenía algún inconveniente en que a la firma del contrato asistieran algunos periodistas. Ningún problema, al contrario, la presencia de la prensa local serviría para dar realce y firmeza al acto de la Administración. En el despacho de la alcaldía hubo rúbricas y fotos seguidas de abrazos y elogios con palabrería siciliana muy arbolada.

Terminado el acto administrativo, el alcalde le pidió al arquitecto español un nuevo favor, al parecer, muy especial. “¿Le importaría acompañarme a visitar esta tarde a un amigo?”, le preguntó con un tono de voz a la vez suplicante y perentorio. No tenía por qué negarse, así que a la hora convenida el alcalde y el arquitecto se dirigieron en el coche oficial a un barrio muy costroso de las afueras de la ciudad cuyas fachadas estaban llenas de ropa tendida, de niños desarrapados que jugaban al fútbol en la calle, de gritos de mujeres de balcón a balcón y de petardeo de motocicletas con el tubo de escape trucado. El coche se detuvo ante un edificio muy vulgar de seis plantas sin ascensor y una escalera de paredes desconchadas, forrada de linóleo desgastado, les llevó jadeando hasta un tercer rellano que contenía dos puertas. El alcalde, sin dudar en absoluto, puesto que parecía estar acostumbrado, pulsó el timbre de la izquierda y un par de minutos después se oyó dentro de la casa una tos que acudía a la llamada. Un anciano con chaqueta y pantalón de pijama bajo una especie de batín de lana abrió la puerta.

Con cierta cortesía a la antigua el anciano les hizo pasar, los introdujo en una pequeña sala presidida por una imagen del Corazón de Jesús, les ofreció asiento en un tresillo raído y él ocupó un sillón de orejas bajo una lámpara de enagüillas que iluminaba sus canas muy bien peinadas. Siguió un silencio embarazoso con las tres sonrisas congeladas que fue interrumpido por la pregunta consabida. ¿Les apetece tomar un algo? Al punto apareció una mujer con tres tazas de café, unas pastas y una botella de licor amaro en una bandeja. A simple vista se veía que el alcalde trataba a aquel anciano con un respeto inusitado, quien por su parte no se interesó por la identidad de aquel desconocido español más allá de una silenciosa inclinación de cabeza. Primero se habló de la calidad del café y de la excelencia de las pastas, proporcionadas por un convento de monjas de la ciudad, y lo bien que sentaban acompañadas con una copa de aquel licor de hierbas un poco amargo. Alrededor de este licor se establecieron inusitadas alabanzas y a continuación el anciano se interesó por la salud del alcalde, por la de su mujer, hijos y nietos, lo que dio origen por su parte a que se extendiera explicando la operación de próstata a la que había sido sometido recientemente. Prueba de eso es que por la bragueta del pijama asomaba una sonda. La reunión duró poco más una media hora sin que la conversación ni por un momento fuera más allá de algunos pormenores sobre la dificultad a la hora de orinar cuando se llega a cierta edad. En el momento de la despedida aquel anciano con redoblada cortesía les acompañó hasta el rellano y allí le dio un beso en cada mejilla al alcalde y no hubo más, pero ya en la calle el alcalde siciliano se volvió hacia el arquitecto español y exclamó levantando los brazos con alborozo: “Enhorabuena, todo en regla, el proyecto se va a realizar”.

Tal vez el anciano había recibido algún pizzino, un papelito enrollado que procedía del sótano de una casucha parecida a un gallinero de las afueras de Corleone, donde estuvo 43 años escondido Bernardo Provenzano, el capo que había sucedido a Totò Riina. Esos papelitos, que iban mezclados con versos del Eclesiastés, contenían toda clase de órdenes, desde licencias de obras a sentencias de muerte. En este caso el alcalde sabía a qué constructora debía conceder la construcción del polideportivo, cuyo ejecutivo a su vez tampoco ignoraba qué empresa le proporcionaría el hierro, el cemento, el encofrado, las viguetas, los ladrillos y el resto de los materiales. El arquitecto español nunca supo qué había sucedido durante aquella entrevista. Si la contraseña para que la mafia diera el visto bueno a su proyecto consistía en ensalzar las virtudes estomacales de aquel licor de hierbas, se le escapaba por completo, pero tenía la sensación de que estaba metido en una red de silencios, miradas, gestos y sonrisas muy difíciles de interpretar. De hecho no se atrevió a preguntar el nombre de aquel anciano. Alguien le había recordado que en Sicilia el silencio es un medio de comunicación social.

Manuel Vicent


(El País, 31-7-2021)



John Cassavetes y Gena Rowlands


John Cassavetes and Gena Rowlands, at home in California, 1960’s by  Sam Shaw


 Gena Rowlands & John Cassavetes, 1960 by Peter Falk



Winifred Lenihan, por Edward Steichen

 


Edward Steichen - Actress Winifred Lenihan, 1924




Donna J. Haraway

 

Importa qué historias contamos para contar historias, qué pensamientos piensan pensamientos, qué descripciones describen descripciones, qué lazos enlazan lazos. Importa qué historias crean mundos, qué mundos crean historias.

Donna J. Haraway



En Almáciga. Un vivero de palabras de nuestro medio rural, de María Sánchez, geoPlaneta, 2ª ed. diciembre de 2020; 1ª ed. septiembre de 2020




Dos aforismos de Guillermo Puerto

 

¡Qué desconsuelo no aceptar la muerte como un cambio de vida!


Las grandes resurrecciones deben producirse en vida.


Guillermo Puerto



Rastreo íntimo. Aforismos para mi supervivencia, Biblioteca Nueva, 2011.





Marcel Bovis - Graffiti et chaussures blanches (1938)

 



Marcel Bovis, Graffiti et chaussures blanches. La Rochelle, 1938.




Dos fotografías de El ojo vago

 

La agobiada, 2007


2007



El ojo vago, en Flickr




Juan Gelman - A veces

 

A VECES

Sin saludo ni aviso
la ciudad se goza a solas
en un domingo tierno.
¿Y quién es uno entonces?
La memoria se calla
y la hermosura de las calles
prohibe el paso del dolor.
Todo es afuera, dice.
Lo que te toca es una calle
ávida de puertos donde no
partirás de esta calle nunca

Juan Gelman



Mundar, Colección Palabra de honor, Visor, 2008



Lauren Bacall, por Louise Dahl-Wolfe

 



Lauren Bacall, fotografiada por Louise Dahl-Wolfe en 1942.



Paula Rego - A Frog he would a-wooing go

 



Paula Rego (Lisboa, 1935) - A Frog he would a-wooing go (1989)




(Galería de Pedro Ribeiro Simões, Flickr)


Leonardo da Vinci - Cabeza de una joven

 


Leonardo da VinciCabeza de una joven (Estudio para la figura del ángel de "La Virgen de las Rocas") [c. 1483–85] 






José Mateos - Canción 5 (Diálogo en la oscuridad)

 

CANCIÓN 5

(Diálogo en la oscuridad)

Todavía algunas noches,
padre mío, me despiertas
y me preguntas, temblando,
como a través de la niebla,
si ha de venir algún día
para ti la primavera.

–¿Es que no sabes que has muerto,
que donde estás no florece,
cuando es abril, la semilla,
aunque en el campo la entierres? .

Y contestas: –«Hijo, ¿cómo
me hablas estando yo ausente?
¿A quién de los dos, entonces,
está engañando la muerte?»


José Mateos
(Jerez de la Frontera, 1963)


De la niebla, 2003



Giacometti, por Bill Brandt, René Burri y Richard Avedon

 

Alberto Giacometti - Retrato de  Peter Watson (1953)




Fotografía de Bill Brandt (1963)

 

Fotografía de René Burri (1960)

 

Fotografía de Richard Avedon (1958)


 


Fotografía de Fotomoc (2017) - Herr Und Die Statue / L’homme et la Statue/ Man and Statue /  Alberto Giacometti, Fondation Beyeler, Basel.



Bucking Broadway by John Ford (1917)

 


«Bucking Broadway is a 1917 American silent Western film directed by John Ford, probably his sixth feature film. Long thought to be lost, along with about 60 of Ford's 70 silent films, it was found in 2002 in the archives of the CNC (the French National Center for Cinematography)»

(Wikipedia)





Ángel González - Quédate quieto

 

QUÉDATE QUIETO

Deja para mañana
lo que podrías haber hecho hoy
(y comenzaste ayer sin saber cómo).
Y que mañana sea mañana siempre;
que la pereza deje inacabado
lo destinado a ser perecedero;
que no intervenga el tiempo,
que no tenga materia en que ensañarse.
Evita que mañana te deshaga
todo lo que tú mismo
pudiste no haber hecho ayer.

Ángel González


 101 + 19 = 120 poemas (2000)



Giovanni Antonio Boltraffio - Retrato de joven con corona de flores (1490)

 


Giovanni Antonio Boltraffio (Milán, 1467-1516) - Ritratto di giovane donna con corona di fiori (1490)



Homero Aridjis - «Te recuerdo corriendo por la calle...»

 

Te recuerdo corriendo por la calle,
envuelta en un impermeable percudido,
yo vestido de verde y de día viernes,
tapándote la cabeza con un periódico
para que no nos viera tu padre.
Era noviembre y lloviznaba,
tu pelo empapado sobre el impermeable
era una mariposa que volaba.
De tu bolso abierto caían monedas
que recogía un mendigo.

Nuestros pasos pesaban en el piso,
y los zapatos ahogados en el agua
hacían ansiosa nuestra fuga.
Mojados nos metimos en el metro,
a empujones abordamos un vagón,
y las puertas sobre tu espalda
plegaron como dos alas tu impermeable.
Mirándonos nos fuimos en el tren,
que nos llevó en su propio mundo,
lejos del día y lejos de la noche.
Yo besé tus labios con sabor a lluvia.

Homero Aridjis



Una fotografía de Christopher Anderson





Aaron Douglas - Gloria Ridley

 


 Aaron Douglas (1899-1979) - Gloria Ridley, 1967 




Roberto Juarroz - «¿Por qué estamos aquí?...»

 

15

¿Por qué estamos aquí?
Este no es nuestro lugar.
¿Habrá un lugar para nosotros
en alguna parte?

Tal vez nos redefina,
como la luz al día,
no tener un lugar en ningún sitio.
Pero también nos define que podemos
crear un lugar.

Y sólo se encuentra algo
en un lugar que se crea.
Hasta se encuentra uno a sí mismo,
si es posible encontrarse.

Roberto Juarroz





Silvana Mangano, por Angelo Frontoni


 

Silvana Mangano, retratada por Angelo Frontoni, 1965

 

 


Una fotografía de Donna Pinckley

 

 

©Donna Pinckley, from Southern Depictions

 

 

Renato Leduc - Aquí se habla del tiempo perdido que, como dice el dicho, los santos lo lloran

 

AQUÍ SE HABLA DEL TIEMPO PERDIDO QUE,
COMO DICE EL DICHO, LOS SANTOS LO LLORAN


Sabia virtud de conocer el tiempo;
a tiempo amar y desatarse a tiempo;
como dice el refrán: dar tiempo al tiempo...
que de amor y dolor alivia el tiempo.

Aquel amor a quien amé a destiempo
martirizóme tanto y tanto tiempo
que no sentí jamás correr el tiempo,
tan acremente como en ese tiempo.

Amar queriendo como en otro tiempo
—ignoraba yo aún que el tiempo es oro—
cuánto tiempo perdí —ay— cuánto tiempo.

Y hoy que de amores ya no tengo tiempo,
amor de aquellos tiempos, cómo añoro
la dicha inicua de perder el tiempo...

Renato Leduc
(1897 - 1986)




Una fotografía de Jack Davison

 


Jack Davison, Sin título, 2014.



Jean-Baptiste Greuze - El sombrero blanco

 


Jean-Baptiste Greuze - Le chapeau blanc (c.1780)




Jesús Delgado Valhondo - La manzana

 

LA MANZANA

He mordido en la manzana
la lluvia fresca, mi cuerpo
y una fuerte mañana.

Tiene un sabor de un ayer
amargo, ácido y grana,
y tierno olor a mujer.

Suena como en el caracol
una conversación eterna,
una conversación...

—Adán, toma... Adán, prueba...
¡Gózame! ¿No ves que soy fruta
madura, que soy Eva?

(Ahora puedo explicarme
por qué entre la ropa blanca
—tesoro de campo y aire—
has guardado una manzana
para perfumar tu carne)

Jesús Delgado Valhondo
(1909 - 1993)

Hojas húmedas y verdes (1944)




Georg Grosz - Retrato del escritor Max Herrmann-Neiße

 


Georg Grosz (1893 - 1959) - Porträt des Schriftstellers Max Herrmann-Neiße, 1927




Tonino Guerra - Canto tercero

 

CANTO TERCERO

Mi hermano trabaja en el telégrafo de la estación
por donde no pasan trenes desde hace cuarenta años.
Los raíles se los llevaron durante la guerra
cuando hacía falta hierro para hacer cañones.

Está sentado y espera. Pero no lo llaman nunca
y él tampoco llama a nadie.
El último telegrama
venía de Australia y era
para Rino del Fabiótto que estaba ya criando malvas.

El día que pasé a verlo, mi hermano
estaba sentado bajo la marquesina de hierro
con las manos en los bolsillos, abstraído en un aire
pellizcado por los trinos de una bandada de pájaros.

Ante nosotros, la línea llena de hierba
por donde pasaban los trenes. Ahora, en cambio,
bajaba una gallina que pasó por delante
sin miramos siquiera.

Tonino Guerra



La miel (Tonino Guerra). Pepitas de calabaza, 2018. Traducción y prólogo de Juan Vicente Piqueras [edición bilingüe romañolo-castellano]



Friedrich Seidenstücker

 


 

Friedrich Seidenstücker (1882-1966) - Kleines Mädchen malt mit Kreide auf den Straßenasphalt, 1925-1930.


[Una niña dibuja con tiza en el asfalto]



Dinis Machado - «Ó país de cristal, que longe eu estou...»

 

«Ó país de cristal, que longe eu estou, dava um ano de ordenado por um momento da minha inocência perdida»


Dinis Machado, en O que diz Molero, 1977 


(Oh, país de cristal, que lejos estoy, daría un año de sueldo por un momento de mi inocencia perdida.)





Felipe Núñez - «Olían a dulce mezcla...»

 

Olían a dulce mezcla
de goma de borrar,
lapiceros y nido.

Coleccionaban chapas de botellas,
bolindres, rodamientos,
alfileres, hechizos
y toda la quincalla repetible,
en efímeras modas.

Profesaban un raro respeto a la palabra
dada y a los pactos,
que expresaban en máximas
con santos de por medio.
(Santa María, San Julián, Santa Rita...)

Tenían terror de Dios los más asustadizos,
pero todos
de extraños y malvados personajes
como el Tío del Sebo,
o el Tío de la Pipa Rota, San Juan de la Bellota.

Y prejuicios sociales:
el último que llegue
es hijo de la Pelli.

Las tardes eran largas
y las mañanas anchas.
Por eso los días les quedaban siempre grandes
y caídos de hombros.

Felipe Núñez


Leticia va del laberinto al treinta (1977), en Balizamiento para un aterrizaje nocturno. Poemas 1975-1985, Calambur Editorial, 1998.



Jordi Doce - «La ilusión ansiosa y algo desesperada de mi hija mientras contempla...»

 

La ilusión ansiosa y algo desesperada de mi hija mientras contempla el desfile de los Reyes Magos, como si adivinara oscuramente que cuanto sucede también está en curso de desaparecer, que aquello que viene ya se está yendo, que el presente no existe si no es como arena que se escurre entre los dedos. Vi alegría en su rostro, pero también la mueca nerviosa de quien no ha podido disfrutar el momento, de quien no termina de creerse o acoger del todo su realidad. Ofuscada por su propio deseo, fue capaz de sonreír solo cuando pudo recordarlo y contarlo todo a su antojo. Estaba más cómoda en el pasado, porque de alguna manera se sentía capaz de abarcarlo, o se hacía ilusión de poder recorrerlo entero.

Jordi Doce



Perros en la playa, La Oficina, 2011



Ramón - «Cuando anuncian por el altavoz que se ha perdido un niño...»

 

Cuando anuncian por el altavoz que se ha perdido un niño, siempre pienso que ese niño soy yo.

Ramón Gómez de la Serna




Antonio Machado - Simpatías

 

SIMPATÍAS

                        Candidior postquam tondenti barba cadebat.
                                                               Virgilio. Égloga I

¿Cuya es esta frente? ¿Cuyo
este mentón azulado?
¿Cuyo esta boca sumida,
y estos ojos fatigados
de la letra diminuta
y de los montes lejanos?
Siempre mira el hombre al hombre
con piedad de su retrato.

                     Madrid, junio de 1922

Antonio Machado


Nuevas Canciones (1917-1930)



Una fotografía de Jonathan Steelandt

 


Jonathan Steelandt, fotógrafo belga, en Itumbiara, Brasil.



Jorge Riechmann - «La cajera del supermercado cuyo rostro ha magullado...»

 

                                        Porque eres linda desde el pie hasta el alma
                                                                               Mario Benedetti

La cajera del supermercado cuyo rostro ha magullado
algún novio bestial pero no hay error en las cuentas
La estudiante vietnamita en el autobús
con la cara mojada de lágrimas o de ese aguacero
que desbarata Berlín con risa socarrona
La obrera jovencísima de anchas caderas rientes
que jugando enseña a su hijo todas las caricias de una amante
La militante en un grupo clandestino por los derechos humanos
que prepara un té menos dulce que su sonrisa
La tabernera de un local cerca del puerto báltico de Wismar
cuyas anchas manos tranquilas son deseadas por cada marino
La rubicunda estudiante de magisterio entrada en carnes
que te abre su corazón cuando sabe que amas Pentesilea
La camarera de un café de Weimar de piel y pechos tan amables
que sin querer bebo dos cafés más de los que quería
La mesticita nicaragüense inverosímilmente pelirroja
aprendiendo literatura para niños que hacen hoy la guerra
La adolescente solar con su hijo pequeño en Postdam
que sería mi compañera si se hubiera bajada del tranvía
una parada después

Mujeres en Mecklemburgo en Sajonia en Turingia en la Marca
a ratos las más hermosas de la tierra
hermanas mayores a las que no dobla el peso
del límite, la enfermedad, el horno:

vuestras mejillas abrasadas
anticipan un mundo no indefenso
contra los mecanismos de la masacre.

Jorge Riechmann



Leído en Feroces. Radicales, marginales y heterodoxos en la última poesía española. Presentación y selección e Isla Correyero, DVD Poesía, 1998.



Dos fotografías de Misha Pavlovsky

 

2016


2013


Misha Pavlovsky, fotógrafo de San Petersburgo.




Dos fotografías de Esteve Lucerón

 

Una niña del barrio, en una imagen tomada el 5 de agosto de 1982


Las mujeres son las protagonistas de buena parte de las fotografías de la muestra




El fotógrafo ‘amateur’ que se sumergió en la vida del último barrio de chabolas de Barcelona
Una exposición recupera el trabajo que Esteve Lucerón realizó durante 10 años en La Perona, el último gran asentamiento de barracas de la capital catalana

(elDiario.es, 1-1-2022)