Fotografía de Herr_Mueller - The Good Life #1

Claudio Rodríguez - Lo que no se marchita

 

LO QUE NO SE MARCHITA

Estos niños que cantan y levantan
la vida,
en los corros del mundo
que no son muro sino puerta abierta
donde si una vez se entra verdaderamente
nunca se sale,
porque nunca se sale del milagro.
Aquí no hay cerraduras,
ni clavazón, ni herrajes,
ni timbres, ni aún ni quicios,
sino inocencia, libertad, destino.
Estos niños que al cielo llaman cielo
porque es muy alto,
y que al sueño lo han visto
azul celeste, con lunares blancos,
bailar con un ratón entre los muebles
generosos y horribles de la infancia,
y misteriosos:
ahí, en la pata de esa mesa queda
la ilusión, hoy recuerdo,
y en el respaldo de esa silla un nido
cálido, y cruel, y virgen,
y en ese armario el resplandor del miedo
cuando, al abrirlo, nunca
se sabe si hay avispas o si hay miel,
ropa o el cielo limpio de la ropa.
Estos niños que rompen el dinero
como si fuera cáscara de huevo
y saben que los números
no saltan a la comba porque tienen las piernas
flojas, menos el tres, y saben cómo
susurra la ceniza en los dientes del lobo.

Sí, cuántas veces, sin merecimiento,
estoy junto a este corro, junto a esta
cúpula,
junto a los niños que no tienen sombra.
Y lo oigo cantar, sólido y vivo,
y me alegra, y me acusa,
tan lleno de ternura y de secreto,
ofrecido e inútil hasta ahora
por jardines, por plazas y por calles,
hasta por
la respiración, el pulso y la caricia
precisa, el beso claro.

Contemplo ahora a la niña más pequeña:
la que pone su infancia
bajo la leña.
Hay que salvarla. Canta y baila torpemente
y hay que salvarla.
Esa delicadeza que hay en su torpeza
hay que salvarla.
Da amor: es una niña
rubia, de ojos azules, tan azules que
casi entristecen. Nunca
tuve esa luz maravillosa y cierta.
Hay que salvarte. Ven.
Acércate, no sé, no sé,
pero quiero contarte
algo que quizá nadie te ha contado,
un cuento que ahora para mí es lamento.
Ven, ven, y siente
caer la lluvia pura, como tú,
oye su son, y cómo
nos da canción a cambio
de dolor, de injusticia. Tú ven, ven,
bendito polen, dame
tu claridad, tu libertad, y ponte
más cruzado tu lazo
amarillo limón. Yo quiero, quiero
que se te mueva el pelo más, que alces
la aventura de tu cintura más,
y que tu cuerpo sea sonoro y redentor.

Y sigue el corro,
y vivo en él, en pleno mar adentro,
con estos niños,
nunca cautivo sino con semillas
feraces en el alma, mientras la lluvia cae.

Sólo pido que pueda,
cuando pasen los años,
volver a entrar con el latido de ahora
en este cuerpo duradero y puro,
entrar en este corro,
en esta casa abierta para siempre.

Claudio Rodríguez


El vuelo de la celebración, 1976




Una fotografía de Carnuzo

 



Carnuzo - Al corro la patata, 2014. (Flickr)



Cancion popular armenia

 

He salido esta mañana
y he visto un hermoso joven;
he visto un hermoso joven
que me ha acariciado la cara tan fuerte
que la ha hecho sangrar.

Mi madre me pregunta:
¿Quién te ha hecho sangrar la cara?

–He salido al jardín
y en el rosal me ha pinchado una espina.

–¡Que se seque la mata de la rosa
y no asome más su cara radiante!

–No maldiga, madrecita adorada:
ha sido un hermoso joven el que me ha besado.
Y me ha besado para quitarse la sed:
madre, no maldiga esta hora alegre.





Una fotografía de Lee Gal

 



Desde Israel, Lee Gal - Dana, 2007 (Flickr)




Boris Vian - La vida es como una muela

 

LA VIDA ES COMO UNA MUELA

La vida es como una muela
Primero ni se piensa en ella
Uno se contenta con masticar
Y de repente se empieza a picar
Y aunque duela, uno se aferra
Y la tratamos y los problemas
Y para que ya nunca duela,
Hay que arrancarla, la vida

Boris Vian



Traducción de Begoña Díez Zearsolo en No me gustaría palmarla Poemas ilustrados (Boris Vian). Editorial Demipage, 2009 [Cada poema de la antología es ilustrado y traducido por autores y traductores diferentes]




LA VIE, C'EST COMME UN DENT

La vie, c'est comme une dent
D'abord on n'y a pas pensé
On s'est contenté de mâcher
Et puis ça se gâte soudain
Ça vous fait mal et on y tient
Et on la soigne et les soucis
Et pour qu'on soit vraiment guéri
Il faut vous l'arracher...
La vie




Aquí, interpretado por Serge Reggiani



Una fotografía de Peter Puklus

 



Peter Puklus (Cluj-Napoca, Rumanía, 1980)



Drew Barrymore, por Herb Ritts

 



Drew Barrymore, por Herb Ritts (1993)



Las cinco máscaras de oro de Micenas

 


De 5 gouden maskers van Mycenae
Collage of the five golden death-masks of the Acropolis of Mycenae.
Circa 1580-1550 B.C.
National Archeological Museum, Athens.


(Fotografía de Hans Ollermann)



Boris Grigoriev - Las niñas

 



Boris Grigoriev (1886 - 1939) - Las niñas, 1923




Buson - «Los días lentos…»

 

Los días lentos
se apilan, evocando
un viejo antaño.

Buson 



Una fotografía de *Toune*

 


*Toune* - Mina, 2010. La autora de la fotografía añadió al pie, en inglés, un verso de Baudelaire


There all is order and beauty,
Luxury, peace, and pleasure.


O en el original francés:  Là, tout n'est qu'ordre et beauté, Luxe, calme et volupté.





Jotamario Arbeláez - Poema de invierno

 

POEMA DE INVIERNO

Llovió toda mi infancia.
Las mujeres altas de la familia
aleteaban entre los alambres
descolgando la ropa. Y achicando
hacia el patio
el agua que oleaba a los cuartos.
Aparábamos las goteras del techo
colocando platones y bacinillas
que vaciábamos al sifón cuando desbordaban.
Andábamos descalzos remangados los pantalones,
los zapatos de todos amparados en la repisa.
Madre volaba con un plástico hacia la sala
para cubrir la enciclopedia.
Atravesaba los tejados la luz de los rayos.
A la sombra del palo de agua
colocaba mi abuela un cabo de vela
y sus rezos no dejaban que se apagara.
Se iba la luz toda la noche.
Tuve la dicha de un impermeable de hule
que me cosió mi padre
para poder ir a la escuela
sin mojar los cuadernos.
Acababa zapatos con sólo ponérmelos.
Un día salió el sol.
Ya mi padre había muerto.

Jotamario Arbeláez



Charles Simic - Tal para cual

 

TAL PARA CUAL

Me gustan más las teclas negras

Me gustan las luces ténues

Me gustan las mujeres que beben solas

Mientras yo me encorvo sobre el piano

Buscando todas las notas hermosas


Charles Simic



Acércate y escucha. Edición bilingüe. Traducción de Nieves García Prados. Vaso Roto Ediciones, 2020 (Come Closer and Listen. New Poems, 2019)  



BIRDS OF A FEATHER


I like the black keys better

I like lights turned down low

I like women who drink alone

While I hunch over the piano

Look for the pretty notes




Una fotografie de Karel Kašpařík

 



Karel Kašpařík (1899 - 1968) - Untitled, 1935



Kazimir Malevich - Suprematismo

 



Kazimir Malevich (1879 - 1935) - Suprematismo, 1915




9-1-2023: Ha muerto Charles Simic

 

Poema corto: sé breve y dínoslo todo.

Charles Simic



LO MÁS DULCE

Pequeño caramelo en la confitería
de la muerte, te he dado un lametón
cuando nadie nos miraba,
te he paseado en mi lengua
por todos los secretos lugares,

intentando que nadie sospeche
mientras examinaba los dulces,
saludando al dueño con un gesto,
contigo a salvo y deshaciéndote
hasta la nada en mi boca.


SWEETEST

Little candy in death’s candy shop,
I gave your sugar a lick
When no one was looking,
Took you for a ride on my tongue
To all the secret places,

Trying to appear above suspicion
As I went about inspecting the confectionery,
Greeting the owner with a nod
With you safely tucked away
And melting to nothing in my mouth.



El monstruo ama su laberinto Cuadernos. Vaso Roto Ediciones, 2015. Traducción de Jordi Doce (The Monster loves his Labyrinth: Notebooks, 2008)

Mi séquito silencioso. Edición bilingüe. Traduccion de Antonio Albors. Vaso Roto Ediciones, 2014 (My Noiseless Entourage, 2005) 



Una fotografía de Yoav Barel the Second

 



Desde Israel, una fotografía de 2009 de Yoav Barel the Second,  como firma en Flickr.



Una fotografía de Beatriz Marquito

 

 

Un autorretrato de Beatriz Marquito desde Brasil (6-6-2019), en Flickr.



Gutierre de Cetina - «¡Ay, sabrosa ilusión, sueño süave!…»

 

¡Ay, sabrosa ilusión, sueño süave!
¿quién te ha enviado a mí? ¿Cómo veniste?
¿Por dónde entraste el alma o qué le diste?
a mi secreto por guardar la llave?

¿Quién pudo a mi dolor fiero, tan grave,
el remedio poner que tú pusiste?
Si el ramo tincto en Lete en mí esparciste,
ten la mano al velar que no se acabe.

Bien conozco que duermo y que me engaño,
mientra envuelto en un bien falso, dudoso,
manifiesto mi mal se muestra cierto.

Pero, pues excusar no puedo un daño,
hazme sentir, ¡oh sueño pïadoso!,
antes durmiendo el bien, que el mal despierto.

Gutierre de Cetina



Una fotografía de Charlotte Haden


 

 Desde Canadá, este retrato de Charlotte Haden, titulado Shy (2019)



Antonio Martínez Sarrión - La chica que conocí en una boda

 

LA CHICA QUE CONOCÍ EN UNA BODA

fue la prima que entonces se casó
luego hubo baile
piano y batería mucho vino
yo diría que gentes más bien pobres
con los trajes de muerto de las fiestas
nevaba muchos viejos
que echaban la colilla en un barreño
y sacudían la mota
mucha música
la pizpireta que se está
bajando las bragas
se pone de puntillas
mira la galería
con aquellos ojazos virgen santa
y aquel reír el vino
estuvo luego haciendo lo restante
hasta que ya no pude contenerme y se lo dije
no a ella
a mis amigos
y estuve enamorado como un mes

Antonio Martínez Sarrión


Teatro de operaciones, 1967




Una fotografía de Julián del Nogal

 



Julián del Nogal - La mirada de Luna, Retrato - 2014



Graham Greene + Théodore Monod

 

Cuando uno se escapa del desierto, el silencio le grita en los oídos.

Graham Greene, El americano impasible


Leído en Los caminos perdidos de África, de Javier Reverte, 2002



Aparte de este epígrafe de la segunda parte del libro, donde relata su viaje por Sudán, podemos añadir esta otra cita de Théodore Monod que hace Reverte en esta parte: 


El desierto te pule el alma, nos enseña a no gemir, a no hablar inútilmente. Es un educador severo que no deja pasar debilidad alguna. Es una escuela que nos obliga a tirar la quincalla de los pensamientos, a fortalecerlos. En el desierto, el cerebro pone rumbo hacia delante. Estamos por fin libres de futilidades y de lo inútil, de los parloteos. El desierto no es complaciente, esculpe el alma.



[Texto original de la cita de Greene: So it always is: when you escape to a desert the silence shouts in your ear.]


Siân Davey - Martha

 







© Siân Davey (1964) - Tres retratos de la serie Martha. (V. Lens Culture)


Gabriel Celaya - El niño que ya no soy

 

EL NIÑO QUE YA NO SOY 

Logré el uso de razón.
Perdí el uso del misterio.
Desde entonces, la evidencia,
siempre rara, me da miedo.

Me da miedo cuando ladra
en la perrera mi perro.
Quizá me esté saludando.
Mas no lo entiendo. No entiendo.

El niño que fui recuerda.
Me trabaja como un hueco.
El niño que fui me llama
a gritos con su silencio.

Me he mirado en mis retratos,
de marinera, riendo
con rizos rubios y un aire
impertinente y despierto.

¿Quién eras tú? ¿Qué sabías?
Ahora sólo siento sueño.
Me aturde tu desafío
y tu risa me da miedo.

Ya no puedo, sin romperlos,
atravesar los espejos.
Mi sistema no funciona
como solía. Lo siento.

Si funcionara, quizá
no escribiría estos versos.
Lloraría de otro modo.
Lo diría todo en perro.

Pero me creo que soy
algo más que un niño muerto,
y como estoy medio calvo
me hago bucles con mis versos.

Gabriel Celaya




Vermeer y Julian Zee

 


Johannes Vermeer (1632-1675) - La jeune fille à la perle (1665-1666, Mauritshuis, La Haye)




Julian Zee (Lujian Zeta Zee) - Girl with a pearl earring after the party, 2010




Gabriel Zaid - Agua rizada

 

AGUA RIZADA 

En los manantiales del tiempo,
no hay prisa ni presión. El espacio
crece de espacio
como un álamo.

En el espejo está la eternidad
que se queda mirada.
Cuando, por fin, dichosa parpadea,
el tiempo nace como interrupción.

El tiempo, la costilla de Narciso,
es una astilla de la eternidad,
espejo roto de Eco en Eco.

El tiempo irrumpe cuando ya no hay tiempo.
Te amo, eternidad
fugitiva. Dichosa interrupción: detente.

Gabriel Zaid