Emocionar como un poeta, contar como un novelista, pensar como un filósofo y, sobre todo, callar como un cartujo.
Mario Pérez Antolín
Profanacion del poder. Los libros del lince, 2011
Emocionar como un poeta, contar como un novelista, pensar como un filósofo y, sobre todo, callar como un cartujo.
Mario Pérez Antolín
Profanacion del poder. Los libros del lince, 2011
MISA NEGRA
¡Noche de sábado! Callada
está la tierra y negro el cielo;
late en mi pecho una balada
de doloroso ritornelo
El corazón desangra herido
bajo el cilicio de las penas
y corre el plomo derretido
de la neurosis en mis venas
¡Amada ven!…¡Dale a mi frente
el edredón de tu regazo
y a mi locura dulcemente,
lleva a la cárcel de tu abrazo!
¡Noche de sábado! En tu alcoba
hay perfume de incensario,
el oro brilla y la caoba
tiene penumbras de sagrario.
Y allá en el lecho do reposa
tu cuerpo blanco, reverbera
como custodia esplendorosa
tu desatada cabellera.
Toma el aspecto triste y frío
de la enlutada religiosa
y con el traje más sombrío
viste tu carne voluptuosa.
Con el murmullo de los rezos
quiero la voz de tu ternura,
y con el óleo de mis besos
ungir de diosa tu hermosura.
Quiero cambiar el grito ardiente
de mis estrofas de otros días,
por la salmodia reverente
de las unciosas letanías;
quiero en las gradas de tu lecho
doblar temblando la rodilla
y hacer del ara de tu lecho
y de tu alcoba la capilla…
Y celebrar ferviente y mudo,
sobre tu cuerpo seductor,
lleno de esencias y desnudo
¡la Misa Negra de mi amor!
José Juan Tablada
(Coyoacán, 1871 - Nueva York, 1945)
CARTA A UNA DESCONOCIDA
Cuando pasen los años, cuando pasen
los años y el aire haya cavado un foso
entre tu alma y la mía; cuando pasen los años
y yo sólo sea un hombre que amó,
un ser que se detuvo un instante frente a tus labios,
un pobre hombre cansado de andar por los jardines,
¿dónde estarás tú? ¡Dónde
estarás, oh hija de mis besos!
Nicanor Parra
Poemas y antipoemas (1954)
Recuerdo estos tres versos del poeta portugués Ruy Belo dichos por un locutor de la emisora TSF. Pertenecen a un largo poema, «Aquele grande rio eufrates», que da título a su primer libro, publicado en 1961. Versos tan adecuados para comenzar una primavera que ya queda lejos...
Aqui estamos nós homens sujeitos ao tempo
Que lindos corpos temos com que graça
os libertamos do inverno e vamos por aí
Dame la mano, amor mío, y partamos a los campos
para amarnos o caer juntos bajo las cuchilladas.
¡Que el almuédano lance su llamada a la oración del alba,
no me levantaré mientras no quiera mi amante!
¡Rápido, amor mío, quiero ofrecerte mi boca!,
la muerte ronda por la aldea y podría llevárseme.
El suicidio y el canto. Poesía popular de las mujeres pastún de Afganistán (Sayd Bahodín Majryh) Ediciones del Oriente y del Mediterráneo,
Madrid, 2002.
Ir y quedarse, y con quedar partirse,
partir sin alma, y ir con alma ajena,
oír la dulce voz de una sirena
y no poder del árbol desasirse;
arder como la vela y consumirse
haciendo torres sobre tierna arena;
caer de un cielo, y ser demonio en pena,
y de serlo jamás arrepentirse;
hablar entre las mudas soledades,
pedir prestada sobre fe paciencia,
y lo que es temporal llamar eterno;
creer sospechas y negar verdades,
es lo que llaman en el mundo ausencia,
fuego en el alma, y en la vida infierno.
Lope de Vega
Pues los dioses perciben el futuro, y los hombres el presente, pero los sabios lo que se aproxima.
Filóstrato, Vida de Apolonio de Tiana, VIII, 7
En el poema «Pero los sabios lo que se aproxima», Poesía completa, de C.P. Cavafis. Traducción de Juan Manuel Macías, Pre-Textos, 2ª reimpresión, 2020
AQUEL VERANO DE MI JUVENTUD
Y qué es lo que quedó de aquel viejo verano
en las costas de Grecia?
¿Qué resta en mí del único verano de mi vida?
Si pudiera elegir de todo lo vivido
algún lugar, y el tiempo que lo ata,
su milagrosa compañía me arrastra allí,
en donde ser feliz era la natural razón de estar con vida.
Perdura la experiencia, como un cuarto cerrado de la infancia;
no queda ya el recuerdo de días sucesivos
en esta sucesión mediocre de los años.
Hoy vivo esta carencia,
y apuro del engaño algún rescate
que me permita aún mirar el mundo
con amor necesario;
y así saberme digno del sueño de la vida.
De cuanto fue ventura, de aquel sitio de dicha,
saqueo avaramente
siempre una misma imagen:
sus cabellos movidos por el aire,
y la mirada fija dentro del mar.
Tan sólo ese momento indiferente.
Sellada en él, la vida.
Francisco Brines
BAJO LOS ÁLAMOS
Cual hieráticos bardos prisioneros,
los álamos de sangre se han dormido.
Rumian arias de yerba al sol caído,
las greyes de Belén en los oteros.
El anciano pastor, a los postreros
martirios de la luz estremecido,
en sus pascuales ojos ha cogido
una casta manada de luceros.
Labrado en orfandad baja el instante
con rumores de entierro, al campo orante
y se otoñan de sombra las esquilas.
Supervive el azul urdido en hierro,
y en él, amortajadas las pupilas,
tranza su aullido pastoral un perro.
César Vallejo
Los heraldos negros (1918)
La muerte
se paga
viviendo
Giuseppe Ungaretti
En El miedo horizontal [1979-1980], de Jorge Riechmann
La morte
si sconta
vivendo
HOGUERAS, 2019
Noche de San Juan: creedme, no os miento,
he saltado 10, 12 hogueras de llama alta,
en Arizkun, calle abajo, a mi edad, pelo blanco
y salto negro. Cruzar el fuego, se aprende pronto,;
el humo, tose la conciencia, lo malvivido
se limpia, prende en tus raíces de arbusto,
impulso de joven y gavilla de viejo,
mucho que arder, los del pueblo me miran, ríen,
no esperaban mis saltos, no saben que me lanzo
contra mi peso, contra mi nombre;
busco ser llamado de otro modo,
que no quede una brizna, que se abrase el daño,
que se desplome como lo hace una techumbre,
que nada te cubra, olor a fe quemada,
noche de san Juan, las brasas, lo cumplido.
Ramón Andrés
Los árboles que nos quedan, poesía Hiperion, 2020. Premio de la Crítica de 2020
¡Quién hubiera tal ventura
sobre las aguas del mar,
como hubo el conde Arnaldos
la mañana de San Juan!
Yendo a buscar la caza
para su falcón cebar,
vio venir una galera
que a tierra quiere llegar;
las velas trae de seda,
jarcias de oro torzal,
áncoras tiene de plata,
tablas de fino coral.
Marinero que la guía
diciendo viene un cantar
que la mar ponía en calma,
los vientos hace amainar;
las aves que van volando
al mástil vienen posar
los peces que andan al fondo
arriba los hace andar.
Allí habló el infante Arnaldos
bien oiréis lo que dirá
“Por tu vida el marinero
dígasme ahora ese cantar”
Respondiole el marinero,
tal respuesta le fue a dar
“Yo no digo mi canción
sino a quien conmigo va”.
Más versiones en Biblioteca Miguel Catalán
ASCUA DE NADA
Todo con prisa pasa,
sol y palomas,
celebraciones, mermas
presente o rastro.
Todo apenas residuo,
noción perdida,
alegato vencido,
ascua de nada.
Ida Vitale
Mínimas de aguanieve (2015), en Poesía reunida. Tusquets, 2ª ed. 2018; 1ª ed. 2017.
DESDE QUE
Desde que
decidí no responder
nunca más
a una carta tuya
ninguna otra carta he
podido nunca
abrir siquiera
Dejo
que vengan
que me caigan en torno
que yazcan ahí a mis pies
boca abajo y sin respuesta
calladas
como yo como ahora mi
vida
Giorgio Bassani
(Bolonia, 1916 - Roma, 2000 )
Epitafio, Visor, 1985 [Epitaffio, 1974], Traducción de Carlos Manzano
DA QUANDO
Da quando
ho deciso di non rispondere
mai più
a una tua lettera
nessun'altra lettera mai
ho più potuto
nemmeno aprirla
Lascio
che vengano
che mi cadano attorno
che giacciano laggiù ai miei piedi
capovolte e inevase
zitte
come me come ormai la mia
vita
CANCIÓN DE VERANO
somos gente sobre los prados
pronto seremos gente debajo de los prados
y seremos prados y seremos bosque
será una alegre estancia rural
Ernst Jandl
SOMMERLIED
wir sind die menschen auf den wiesen
bald sind wir menschen unter den wiesen
und werden wiesen, und werden wald
das wird ein heiterer landaufenthalt
Ernst Jandl (Viena, 1925 – 2000), poeta y traductor austriaco
(Traducción de José Luis Gómez Toré en Poesía, intemperie)
Contadme cosas nuevas, mentiras inclusive,
sospechas en espera
de verse confirmadas.
Contadme, por ejemplo,
que ayer, en Filipinas,
sorprendieron a Hitler y a Carlitos
Gardel jugando la partida,
ya viejos y contentos, que cantaban
Adiós, muchachos, don Adolfo
con un horrible acento de Bohemia.
Contadme que el fumar
evita los catarros
o que el monstruo
del lago Ness no existe.
Lo que queráis contadme, que no pienso
creerlo mientras Dios me dé salud.
Felipe Núñez
Leticia va del laberinto al treinta (1977), en Obras, Editorial Delirio, 2014
Cesare Pavese con l'attrice Constance Dowling, musa di Verrà la morte e avrà i tuoi occhi
100 MUJERES
El agua es quien manda
Limpia su sueño azul
En el corazón de las leonas
El agua ha averiado el cielo
Claro que sí es ella
El agua se apodera de los ojos
Ha lavado locuras azules
De las madres solteras
Ha rasgado sus muslos con ternura
El agua ha lamido el cuerpo mayúsculo
De las vírgenes
El gran fuego de las aguas camina
Y arrulla
Bajo las caderas
Baja lentamente
Desde el vientre al triángulo de pubertad
Y saborea el sexo desnudo
El agua se tapa la nariz
Bajo la toalla de algodón
No ha dicho su última palabra
Sony Labou Tansy
(Congo, 1947 - 1995)
Traducción de Juan Abad en El origen del mundo. Antología poética recopilada por Juan Abad. poesía Hiperión, 2004
YO INVOCO
Claridad, no te apartes
de mis ojos, no humilles
la razón que me alienta
a proseguir. Escucha,
detrás de mis palabras,
el grito de los hombres
que no pueden hablar.
Por sus golpes, por toda
la lucha que sostienen
contra el muro de sombra,
yo te pido: persiste
en tu fulgor, ilumina
mi vida, permanece
conmigo, claridad.
José Agustín Goytisolo
De Claridad (1961), en Los poemas son mi orgullo - antología poética. Edición y prólogo de Carmen Riera. Lumen, 2ª ed. 2003
Todo te viene chico si regresas.
El uniforme azul y el cuello de plástico.
Esa vaca-monja que te ataba
la lengua en un cintajo.
Los trágicos hurtos de caramelo excomuniados.
Historias de hostias que manaban sangre.
Somnolencia del «ora pro nobis»,
y tu primer verso descaligrafiado que decía:
«Buena mamá, te quiero.
Ya no voy a ser más mala.»
Nina Montero
(Jaén, 1954)
Poemas [Cáceres 1978] (Aníbal Núñez - Jesús Alviz - Felipe Núñez - Juan Gómez - Nina Montero - Pureza Canelo - M. Ángel García - J. Rodríguez). Editor: Jesús Alviz Arroyo
Ola amarga
–Ola de amor amarga, celos que me alentáis sin desaliento,
alta mar del deseo tormentoso ¿adónde me arrastráis?
Desgobernado queda sin remedio el timón de mi pecho.
¿Divisaré otra vez a la sensual Escila...?
Meleagro
Los dados de Eros Antología de poesía erótica griega. Introducción, traducción y notas de Aurora Luque. Edición bilingüe. Hiperión, 2ª edición: 2001.
HORAS DE JUNIO
Vuelvo a ti, soledad, agua vacía,
agua de mis imágenes, tan muerta,
nube de mis palabras, tan desierta,
noche de la indecible poesía.
Por ti la misma sangre -tuya y mía-
corre el alma de nadie siempre abierta.
Por ti la angustia es sombra de la puerta
que no se abre de noche ni de día.
Sigo la infancia en tu prisión, y el juego
que alterna muertes y resurrecciones
de una imagen a otra vive ciego.
Claman el viento, el sol y el mar del viaje.
Yo devoro mis propios corazones
y juego con los ojos del paisaje.
Junio me dio la voz, la silenciosa
música de callar un sentimiento.
Junio se lleva ahora como el viento
y el alma inútilmente fue gozosa.
Al año de morir todos los días
los frutos de mi voz dijeron tanto
y tan calladamente, que unos días
vivieron a la sombra de aquel canto.
(Aquí la voz se quiebra y el espanto
de tanta soledad llena los días.)
Hoy hace un año, Junio, que nos viste,
desconocidos, juntos, un instante.
Llévame a ese momento de diamante
que tú en un año has vuelto perla triste.
Álzame hasta la nube que ya existe,
líbrame de las nubes, adelante.
Haz que la nube sea el buen instante
que hoy cumple un año, Junio, que me diste.
Yo pasaré la noche junto al cielo
para escoger la nube, la primera
nube que salga del sueño, del cielo,
del mar, del pensamiento, de la hora,
de la única hora que me espera
¡Nube de mis palabras, protectora!
Carlos Pellicer
(San Juan Bautista, Villahermosa, Tabasco, 1897 - Ciudad de México, 1977)
Dos retratos del pintor brasileño Cândido Portinari (Brodowski, Estado de São Paulo, 1903 - Río de Janeiro, 1962)
Otto Stupakoff - Margareta e Gabriela, Bercheres-sur-Vergres, França.
Otto Stupakoff (São Paulo, 1935 - 2009)
Subido al caballo de madera al revés,
estoy a punto de galopar por el vacío.
¿Tratarás de seguir mi pista?
Intenta atrapar la tempestad con una red.
Poema de despedida de Kukoku (s. XV)
En Poesía zen. Edición de Juan W. Bahk. Verbum, 2001
Un sofisma de Vicente Núñez me recordó un verso de Paul Celan:
Con la densidad debe crecer la levedad.
Schwerer werden, leichter sein.
[Volverse pesado, ser ligero]
Porque duerme sola el agua,
amanece helada.
No duermas sola, hija mía,
toma ejemplo en quien te enseña,
porque hasta el fuego sin leña
se vuelve ceniza fría;
por no tener compañía
del calor del vino, el agua
amanece helada.
Diane Sinclair by George Hurrell, c. 1932
[Diane Sinclair (born Miriam Rosen; April 6, 1921 – May 14, 2011) was an American actress and dancer from 1939 through the 1950s. - Wikipedia]
Every man who has reached even his intellectual teens begins to suspect that life is no farce; that it is not genteel comedy even; that it flowers and fructifies on the contrary out of the profoundest tragic depths of the essential dearth in which its subject's roots are plunged. The natural inheritance of everyone who is capable of spiritual life is an unsubdued forest where the wolf howls and the obscene bird of night chatters.
Henry James Sr., writing to his sons Henry and William
Leído en El obsceno pájaro de la noche, de José Donoso. Seix Barral, Cuarta edición, 1974 (1ª ed., 1970)
Fernando Pessoa e o soco! ('F.P. y el puñetazo'), una ilustración del brasileño Gilmar Fraga para la columna dominical de David Coimbra en el cuaderno de Deportes (Periódico Zero Hora de Porto Alegre, 19-12-2010). Digital.
III
Olha, Daisy, quando eu morrer tu hás-de
Dizer aos meus amigos ai de Londres,
Que embora não o sintas, tu escondes
A grande dor da minha morte. Irás de
Londres p’ra York, onde nasceste (dizes —
Que eu nada que tu digas acredito...)
Contar àquele pobre rapazito
Que me deu tantas horas tão felizes
(Embora não o saibas) que morri.
Mesmo ele, a quem eu tanto julguei amar,
Nada se importará. Depois vai dar
A notícia a essa estranha Cecily
Que acreditava que eu seria grande...
Raios partam a vida e quem lá ande!...
Fernando Pessoa / Álvaro de Campos
1915
“Três Sonetos” Álvaro de Campos - Livro de Versos . Fernando Pessoa. (Edição crítica. Introdução, transcrição, organização e notas de Teresa Rita Lopes.) Lisboa: Estampa, 1993. - 2.
1ª publ. com o título “Soneto Já Antigo” in Contemporânea, nº 6. Lisboa: Dez. 1922.
(Arquivo Pessoa)
Fernando Vicente - Diagrama con los heterónimos más importantes de Pessoa, a partir de un análisis de su traductor Perfecto E. Cuadrado.
PASSADO E FUTURO
Iam dois homens por u
m caminho, caminhando, caminhando, caminhando. No meio do caminho pararam; encontraram outro homem, aquele que consegue extrair o vinho da palmeira.
–Ei, ei! Queremos vinho de palma; dá-nos vinho de palma!
–Eu dou-vos vinho de palma em troca dos vossos nomes.
O primeiro homem deu um passo em frente e disse:
–O meu nome é De Onde Viemos.
O outro homem ficou atrás e disse:
–O meu nome é Para Onde Vamos.
–De Onde Viemos, que belo nome! Quero. Para Onde Vamos é nome errado! A ti não te dou o vinho.
Os homens começaram a discutir e como não conseguiam chegar a um acordo, puseram-se a caminho. Iam três homens por um caminho, caminhando, caminhando, caminhando, caminhando à procura do juiz.
No fim do caminho, encontraram o juiz. Fizeram as suas queixas. O juiz ouviu, pensou e disse:
–Homem, erraste! Para Onde Vamos tem razão. Porque De Onde Viemos já passou, já nada nos pode dar, mas Para Onde Vamos, esse é o lugar onde iremos encontrar tudo aquilo que houver para encontrar.
Recolha de Héli Chatelain em Angola, a Jelemía dia Sabatelu, em finais do século XIX. Versão oral: Ana Sofia Paiva.
AUTORRETRATO DE OTRO
Mi infancia son recuerdos de cierta primavera
en casa de mis padres, fútbol, flexo, deberes,
zapatillas con alas para volar a pie.
Mi juventud, un mapa en blanco
donde poder perderme.
Alquimista suspenso, nunca aprendí la fórmula
para elevar al cielo un círculo vacío.
Mi caja de Pandora era una caja china.
Tendí mi ropa del revés
por que no se secase cuando el viento soplara.
Crecí perdiendo paraísos.
Apuntalé la noche en un cuaderno.
Una ventana obtuve por respuesta
cuando cerré la puerta a mis espaldas.
Libros, películas, domingos rotos,
llamadas telefónicas, las sábanas en blanco,
discotecas con música de chicle,
la tristeza fingida para escribir un verso.
Tuve dos perros buenos que no comían gato,
una novia morena, una chupa de cuero,
retales solamente para un autorretrato.
Raúl Nieto de la Torre
(Madrid, 1978)
Vida mansa não tem pressa es el título de esta fotografía de Eleonora P. (Lelé). Municipio de Aracati, en el estado brasileño de Ceará.
('La vida tranquila no conoce la prisa')
La em cima daquela serra,
passa boi, passa boiada,
passa gente ruim e boa,
passa a minha namorada.
(Quadra de desafio)
Leído en Sagarana, de João Guimarães Rosa, 24ª ed., 1981 [1ª ed, 1967]
Aquí, una décima de Pedro Guerra, repentista cubano.
Yo que cantaba antaño el amor
y repetía «Tus labios
¡cuánto me niegan!», y cuando lo daban,
lo agradecía cantando,
yo que solía evocar la cintura
lenta de Inés bajo el álamo,
y arrodillada, fregando, las corvas
blancas aquellas de Tránsito
o las tetitas de Julia, a las prendas
cuando jugaba, y el alto
culo de tía Isabel, de paseo
por su jardín de verano,
soy el mismo que ya de ninguna
canto, hace ya no sé cuánto,
o de cantar, tan sólo de ti,
que eres ninguna, lo canto:
las del amor sin ruido palomas
de mi ventana volaron.
Y me dirán, «Porque vas para viejo,
Anacreonte, y los años
te han cernido los ojos, su polvo
sobre tu sien alentado,
hecho espeso tu talle, los dientes
menos y más los agravios:
no eres aquél». Pero el corazón
no oye tan negro rosario:
«¿Qué es el tiempo?» rezonga aquí dentro
«Y ellas ¿por qué me dejaron:
viejo lo soy porque ellas se van;
que es que no están, y las llamo.
Que ellas estén, y verás cómo van
tiempo y vejez a los diablos».
Y si le digo «Pero es que Isabel
cría ya malvas, y Tránsito
peina cenizas, y creo que Inés
tienes tres críos o cuatro,
y si la vieras a Julia de compras
cómo le arrastra el zapato!»,
«¡Calla maldito» me dice «Mentira:
mientras que siga soñando
yo mis noches con ellas, y mientras
de ellas esté enamorado,
¿cómo van ellas a andarse queriendo
ir a hacer viejas ni cuándo?»
Agustín García Calvo
Libro de conjuros. Editorial Lucina, Zamora, 3ª edición, junio de 1991.
La mayor posesión es el ocio.
Esas personas que llegan a la vejez sin pasar por la madurez.
Al final de la historia resultó que el libro del destino estaba en blanco.
Miguel Catalán
(Valencia, 1958 - 2019)
La nada griega, Ediciones Sequitur, 2013