OTRA TENTATIVA –INUTIL– PARA CONOCER LA RAÍZ DE LA DICHA
Mirarte
(ni siquiera escuchar
el viaje que nos cuentas),
dejar
interminablemente obsesa y escondida
la mirada.
Oler,
imaginar que huelo tus axilas
(ni siquiera besarles
el aroma que quema).
Saber
que jamás en los días que nos quedan
serás mía
(ni siquiera perderte),
que jamás me sabrán
las encías
a tontas despedidas.
Palpar
el halo que evapora
la seda de tus medias
(que nunca pagaré con mi dinero)
y, vírgenes, mis uñas
sobrevuelan.
Y sentir que no sientes
que te acoso y me esperas.
Juan García Hortelano
Echarse las pecas a la espalda (Juan García Hortelano), libros Hiperion,1977
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