Fotografía de Herr_Mueller - The Good Life #1

Concha Méndez y Góngora

 

                         La vida es ciervo herido
                         que las flechas le dan alas.

                                                  Góngora


Me levanté hasta el sueño. En busca iba
de no sentir la herida que abrasaba.
Las duras flechas del dolor hicieron
brotar en mí el clavel de nueva llaga.

Corriendo al par carrera con el viento
y perseguida por amante llama,
la vida es ciervo herido sin remedio,
que las flechas le dan veneno y alas.

Concha Méndez

(Madrid, 1898 - Ciudad de México, 1986) 

 




¡Oh cuán bien que acusa Alcino,
Orfeo de Guadïana,
unos bienes sin firmeza
y unos males sin mudanza!
Pulsa las templadas cuerdas
de la cítara dorada,
y al son desata los montes,
y al son enfrena las aguas.
¡Oh cuán bien canta su vida,
cuán bien llora su esperanza!
Y el monte y el agua escuchan
lo que llora y lo que canta:

La vida es corta, y la esperanza, larga,
el bien huye de mí, y el mal se alarga.”


El bien es aquella flor
que la ve nacer el alba,
al rayo del sol caduca,
y la sombra no la halla;
el mal, la robusta encina
que vive con la montaña,
y de siglo en siglo el tiempo
le peina sus verdes canas;
la vida es ciervo herido
que las flechas le dan alas;
la esperanza, el animal
que en sus pies mueve su casa.

La vida es corta, y la esperanza, larga,
el bien huye de mí, y el mal se alarga.”


(1602)


Luis de Góngora


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