HUMO
Hay un exceso de elegías, de memoria.
Huele a heno, una garceta
vuela indecisa sobre el prado.
Sabemos sepultar a los muertos.
No queremos matar.
Pero los intensos momentos de resplandor
se escapan a nuestros encantos.
En mi habitación se apilan sueños
apretujados como alfombras
en una tienda oriental, sofocante,
y ya no hay sitio para nuevos poemas.
El corzo no corre,
intenta adivinar el futuro.
Nadie sabe venerar a los dioses.
Una oración enfurecida es más poderosa.
Las flores de los tilos, una herida abierta.
El humo se eleva sobre las ciudades planas
y el silencio irrumpe en nuestras casas;
en nuestras casas irrumpe la luna llena.
Adam Zagajewski
Deseo, Traducción de Xavier Farré, Acantilado, 2ª reimpresión, 2017, de la 1ª edición, 2005
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