Fotografía de Herr_Mueller - The Good Life #1

Odyseas Elytis - Lacónico

 

Lacónico

La pena de la muerte tanto ardió en mí, que mi esplendor
    regresó al sol.

Aquel me envía ahora a la sintaxis perfecta de la piedra y el éter.

Entonces, el que yo buscaba, soy.

¡Oh, verano de lino, prudente otoño,

mínimo invierno!

La vida sufraga el óbolo de la hoja del olivo

Y en la noche de los necios con un pequeño grillo
constata otra vez la justicia de lo Inesperado.

Odiseas Elytis


Traducción de Miguel Ángel Chovietta


Λακωνικὀν

O καημός του θανάτου τόσο με πυρπόλησε, που η λάμψη
    μου επέστρεψε στον ήλιο.

Kείνος με πέμπει τώρα μέσα στην τέλεια σύνταξη της
πέτρας και του αιθέρος,

Λοιπόν, αυτός που γύρευα, ε ί μ α ι.

Ω λινό καλοκαίρι, συνετό φθινόπωρο,

Xειμώνα ελάχιστε!

H ζωή καταβάλλει τον οβολό του φύλλου της ελιάς

Kαι στη νύχτα μέσα των αφρόνων μ' ένα μικρό τριζόνι
    κατακυρώνει πάλι το νόμιμο του Aνέλπιστου.

Οδυσσέας Ελύτης



Miguel Hernández - «Un carnívoro cuchillo...»

 

Un carnívoro cuchillo
de ala dulce y homicida
sostiene un vuelo y un brillo
alrededor de mi vida.

Rayo de metal crispado
fulgentemente caído,
picotea mi costado
y hace en él un triste nido.

Mi sien, florido balcón
de mis edades tempranas,
negra está, y mi corazón,
y mi corazón con canas.

Tal es la mala virtud
del rayo que me rodea,
que voy a mi juventud
como la luna a mi aldea.

Recojo con las pestañas
sal del alma y sal del ojo
y flores de telarañas
de mis tristezas recojo.

¿A dónde iré que no vaya
mi perdición a buscar?
Tu destino es de la playa
y mi vocación del mar.

Descansar de esta labor
de huracán, amor o infierno
no es posible, y el dolor
me hará a mi pesar eterno.

Pero al fin podré vencerte,
ave y rayo secular,
corazón, que de la muerte
nadie ha de hacerme dudar.

Sigue, pues, sigue cuchillo,
volando, hiriendo. Algún día
se pondrá el tiempo amarillo
sobre mi fotografía.

Miguel Hernández
 
(Orihuela, 30 de octubre de 1910 - Alicante, 28 de marzo de 1942)


El rayo que no cesa (1936)



Dos aforismos de Karl Kraus

 

¡Perdónalos, Señor, porque saben lo que hacen!

Gracias a Dios, muchas veces me he pasado de la raya y pocas me he quedado corto.

Karl Kraus



Herr, vergib ihnen, denn sie wissen, was sie tun.

Ich habe, Gott sei Dank, oft übers Ziel und selten neben das Ziel geschossen.




Dichos y contradichos (Karl Kraus), Traducción y notas de Adan Kovacsics. Editorial Minúscula, 2003 [edición no bilingüe]. Título original: Sprüche und Widersprüche, 1909.



Ruy Belo y Ouka Lele

 


Cuando leí un poemita de la fotógrafa Ouka Lele, de quien ignoraba que escribiese poesía, me vino a la memoria un maravilloso verso de Ruy Belo (1933 - 1978), de un largo poema suyo “Encontro de Garcilaso de la Vega com Dona Isabel Freire, em Granada, no ano de 1526” (Toda a Terra, 1976)

Eu sabia que a via e ao vê-la a perdia.





MINUTOS

Y fue un instante,
de amor,
pero fue.

Bárbara Allende, Ouka Lele (1957 - 2022)





Aníbal Núñez - Nacimiento de Venus

 

NACIMIENTO DE VENUS

Diosa
si el filo de la espuma está conforme
con el diseño de tus labios,
tu sonrisa repite lo levísimo
del azul que te dio vida perenne
pero
no eres hija del cielo ni del azul siquiera
que el cielo presta al mar; eres espuma
y todas las palabras de amor se desvanecen
en ondas que entrelazan el engaño
de agua. 

Aníbal Núñez



Fotografía de Clara Araújo 



Asclepiades - «Veintidós todavía mis años no son y ya hay tedio…»

 

MELANCOLÍA JUVENIL

Veintidós todavía mis años no son y ya hay tedio
en mi vida. ¿Qué es esto? ¿Por qué me dais, Amores,
tormento? ¿Qué haréis si yo muero? Sin duda a la taba,
ligeros como siempre, seguiréis jugando

Asclepiades


Asclepíades de Samos (Ασκληπιάδης ο Σάμιος, ca.. 320 a. C.) fue un epigramático y poeta lírico de la Antigua Grecia, como su amigo Teócrito.


(Traducción de Silvia Patón)




Adam Zagajewski - Breves instantes

 

BREVES INSTANTES

Esos breves instantes
que suceden tan raramente;
¿es esto la vida?

Esos días contados
cuando vuelve la claridad;
¿es esto la vida?

Esos momentos cuando la música
recupera su dignidad;
¿es esto la vida?

Esas raras horas
cuando vence el amor;
¿es esto la vida?

Adam Zagajewski


Verdadera vida. Traducción de Xavier Farré, Acantilado, 2023 (1ª de. original, 2019)



Adam Zagajewski - Humo

 

HUMO

Hay un exceso de elegías, de memoria.
Huele a heno, una garceta
vuela indecisa sobre el prado.
Sabemos sepultar a los muertos.
No queremos matar.
Pero los intensos momentos de resplandor
se escapan a nuestros encantos.
En mi habitación se apilan sueños
apretujados como alfombras
en una tienda oriental, sofocante,
y ya no hay sitio para nuevos poemas.
El corzo no corre,
intenta adivinar el futuro.
Nadie sabe venerar a los dioses.
Una oración enfurecida es más poderosa.
Las flores de los tilos, una herida abierta.
El humo se eleva sobre las ciudades planas
y el silencio irrumpe en nuestras casas;
en nuestras casas irrumpe la luna llena.

Adam Zagajewski


Deseo, Traducción de Xavier Farré, Acantilado, 2ª reimpresión, 2017, de la 1ª edición, 2005





Adam Zagajewski para el Día Mundial de la Poesía

 

El poeta polaco Adam Zagajewski nos dejó un 21 de marzo de 2021. Tres años ya, y tres poemas hoy para recordarlo.


LA POESÍA ES BÚSQUEDA DE RESPLANDOR

La poesía es búsqueda de resplandor.
La poesía es un camino real
que nos lleva hasta lo más lejos.
Buscamos resplandor en la hora gris,
al mediodía o en las chimeneas del alba,
incluso en el autobús, en noviembre,
cuando al lado dormita un viejo cura.

El camarero en el restaurante chino
estalla en llanto y nadie imagina por qué.
Quién sabe, quizás esto también es una búsqueda
que se parece a un instante a la orilla del mar,
cuando en el horizonte aparece un barco rapaz
y se detiene, paralizado largo tiempo.
Pero también, momentos de profunda alegría

e incontables momentos de angustia.
Déjame ver, por favor.
Déjame persistir, por favor.
Al atardecer cae una fría lluvia.
En las calles y avenidas de mi ciudad
en silencio y con fervor trabaja la oscuridad.
La poesía es búsqueda de resplandor.

Adam Zagajewski


De Regreso, 2003, incluido en el libro Antenas, Traducción de Xavier Farré, Acantilado, 2007



Edvard Munch - Atardecer

 


Edvard Munch - Atardecer, 1888



Alda Merini

 

La durata del tempo nella mente del poeta che scrive ha la sobrietà del fiore che nasce.

Alda Merini


La duración del tiempo en la mente del poeta que escribe tiene la sobriedad de la flor que nace.



Concha Méndez y Góngora

 

                         La vida es ciervo herido
                         que las flechas le dan alas.

                                                  Góngora


Me levanté hasta el sueño. En busca iba
de no sentir la herida que abrasaba.
Las duras flechas del dolor hicieron
brotar en mí el clavel de nueva llaga.

Corriendo al par carrera con el viento
y perseguida por amante llama,
la vida es ciervo herido sin remedio,
que las flechas le dan veneno y alas.

Concha Méndez

(Madrid, 1898 - Ciudad de México, 1986) 

 




¡Oh cuán bien que acusa Alcino,
Orfeo de Guadïana,
unos bienes sin firmeza
y unos males sin mudanza!
Pulsa las templadas cuerdas
de la cítara dorada,
y al son desata los montes,
y al son enfrena las aguas.
¡Oh cuán bien canta su vida,
cuán bien llora su esperanza!
Y el monte y el agua escuchan
lo que llora y lo que canta:

La vida es corta, y la esperanza, larga,
el bien huye de mí, y el mal se alarga.”


El bien es aquella flor
que la ve nacer el alba,
al rayo del sol caduca,
y la sombra no la halla;
el mal, la robusta encina
que vive con la montaña,
y de siglo en siglo el tiempo
le peina sus verdes canas;
la vida es ciervo herido
que las flechas le dan alas;
la esperanza, el animal
que en sus pies mueve su casa.

La vida es corta, y la esperanza, larga,
el bien huye de mí, y el mal se alarga.”


(1602)


Luis de Góngora


Arthur Rimbaud et Boris Vian

 

LE DORMEUR DU VAL 

C’est un trou de verdure où chante une rivière,
Accrochant follement aux herbes des haillons
D’argent ; où le soleil, de la montagne fière,
Luit : c’est un petit val qui mousse de rayons.

Un soldat jeune, bouche ouverte, tête nue,
Et la nuque baignant dans le frais cresson bleu,
Dort ; il est étendu dans l’herbe, sous la nue,
Pâle dans son lit vert où la lumière pleut.

Les pieds dans les glaïeuls, il dort. Souriant comme
Sourirait un enfant malade, il fait un somme :
Nature, berce-le chaudement : il a froid.

Les parfums ne font pas frissonner sa narine ;
Il dort dans le soleil, la main sur sa poitrine,
Tranquille. Il a deux trous rouges au côté droit.


Arthur Rimbaud

(1870)



LE DESERTEUR

Monsieur le Président
Je vous fais une lettre
Que vous lirez peut-être
Si vous avez le temps
Je viens de recevoir
Mes papiers militaires
Pour partir à la guerre
Avant mercredi soir

Monsieur le Président
Je ne veux pas la faire
Je ne suis pas sur terre
Pour tuer des pauvres gens
C'est pas pour vous fâcher
Il faut que je vous dise
Ma décision est prise
Je m'en vais déserter

Depuis que je suis né
J'ai vu mourir mon père
J'ai vu partir mes frères
Et pleurer mes enfants
Ma mère a tant souffert
Elle est dedans sa tombe
Et se moque des bombes
Et se moque des vers

Quand j'étais prisonnier
On m'a volé ma femme
On m'a volé mon âme
Et tout mon cher passé
Demain de bon matin
Je fermerai ma porte
Au nez des années mortes
J'irai sur les chemins

Je mendierai ma vie
Sur les routes de France
De Bretagne en Provence
Et je dirai aux gens:
Refusez d'obéir
Refusez de la faire
N'allez pas à la guerre
Refusez de partir

S'il faut donner son sang
Allez donner le vôtre
Vous êtes bon apôtre
Monsieur le Président
Si vous me poursuivez
Prévenez vos gendarmes
Que je n'aurai pas d'armes
Et qu'ils pourront tirer


Boris Vian




« ¡Ay, Dios…!» y más

 

¡Ay, Dios, quién hincase un dardo
en aquel venadico pardo!

                * * * * *

Ahora que está dentro me desvalija
y se pone lo mío como sortija.




Francisco de Quevedo - Es amarga la verdad

 

Pues amarga la verdad,
quiero echarla de la boca;
y si al alma su hiel toca,
esconderla es necedad.
Sépase, pues libertad
ha engendrado en mí pereza
la pobreza.

¿Quién hace al ciego galán
y prudente al sin consejo?
¿Quién al avariento viejo
le sirve de río Jordán?
¿Quién hace de piedras pan,
sin ser el Dios verdadero?
El dinero.

¿Quién con su fiereza espanta,
el cetro y corona al rey?
¿Quién careciendo de ley
merece nombre de santa?
¿Quién con la humildad levanta
a los cielos la cabeza?
La pobreza.

¿Quién los jueces con pasión,
sin ser ungüento, hace humanos,
pues untándoles las manos
los ablanda el corazón?
¿Quién gasta su opilación
con oro, y no con acero.
El dinero.

¿Quién procura que se aleje
del suelo la gloria vana?
¿Quién siendo tan cristiana,
tiene la cara de hereje?
¿Quién hace que al hombre aqueje
el desprecio y la tristeza?
La pobreza.

¿Quién la montaña derriba
al valle, la hermosa al feo?
¿Quién podrá cuanto el deseo,
aunque imposible, conciba?
¿Y quién lo de abajo arriba
vuelve en el mundo ligero?
El dinero.

Francisco de Quevedo





Sor Juana Inés de la Cruz - «Detente, sombra de mi bien esquivo…»

 

Detente, sombra de mi bien esquivo,
imagen del hechizo que más quiero,
bella ilusión por quien alegre muero,
dulce ficción por quien penosa vivo.

Si al imán de tus gracias atractivo
sirve mi pecho de obediente acero,
¿para qué me enamoras lisonjero,
si has de burlarme luego fugitivo?

Mas blasonar no puedes satisfecho
de que triunfa de mí tu tiranía;
que aunque dejas burlado el lazo estrecho

que tu forma fantástica ceñía,
poco importa burlar brazos y pecho
si te labra prisión mi fantasía.

Sor Juana Inés de la Cruz 

Jennifer Lawrence, por Alasdair McLellan

 



Jennifer Lawrence, por Alasdair McLellan, en Vogue UK, 2012



Giorgio de Chirico - Retrato de la señora Gartzen, 1913

 


Giorgio de Chirico (1888 - 1978) - Ritratto della signora Gartzen, 1913 



Lucian Freud - Last Portrait

 



Lucian Freud - Last Portrait 1976 - 1977. Oil and pencil on canvas. 61 x 61 cm. Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid



Carilda Oliver Labra - «Te mando ahora a que lo olvides todo...»

 

Te mando ahora a que lo olvides todo:
aquel seno de nata y de ternura,
aquel seno empinándose de un modo
que te pudo servir de tierra dura;

aquel muslo obediente pero fiero,
que venía de sierpes milenarias;
aquel muslo de carne y de me muero
convocado en las tardes solitarias;

aquel gesto al echarme en la locura;
aquel viaje al amor, de mi cintura;
aquel gusto en la piel a lirio extraño,

aquel nombre pequeño bajo el nombre,
aquel pecado de volverte un hombre
en el vicio feliz de hacerme daño.

Carilde Oliver Labra




Rodolfo Serrano - Retrato

 

RETRATO

                           A la manera de Don Antonio Machado.
                           Y con todo respeto.


Mi infancia es una escuela con olor a pobreza.
Un cura prometiendo del infierno el rigor.
Un padre derrotado y una madre que reza.
Y ropas heredadas del hermano mayor.

Amé y sufrí de amores como manda la vida.
Gocé cuerpos gloriosos que me dieron las noches
más hermosas. Y supe que en toda despedida
la añoranza es un viento que vence a los reproches.

De mis derrotas guardo la grandeza de haber
apostado al tablero donde el hombre sufría.
No es mejor la victoria si no puedes vencer
el miedo a los fracasos y el paso de los días.

Tengo algún enemigo que no me ha perdonado.
Y al que tampoco nunca yo he pedido perdón.
Siempre busqué en el hombre que camina a mi lado
el soplo que nos una a un mismo corazón.

Y ya no tengo nada que pueda llamar mío.
En mis hijos he puesto mi esperanza y mi futuro.
El pasado es historia y el presente es un río
que me arrastra a la nada, violento y oscuro.

He preferido siempre el calor de la taberna,
el vino del amigo y el verano en enero.
Y si puedo elegir, y aunque nunca sea eterna,
elijo la pasión de los amores fieros.

Sin mérito alguno por mi parte, he tenido
la honradez de los pobres y el orgullo de ser
libre -libre hasta donde me dejaron-. No he sido
más que nadie. Ni tengo nada ya que perder.

Rodolfo Serrano

(Villamanta, Madrid, 1947)


Leído en la revista cosmopoética, Cordoba, 2016



Ingrid Bergman (1935)

 


Ingrid Bergman (Estocolmo, 29 de agosto de 1915 - Londres, 29 de agosto de 1982)​



Jacques Prévert - Dejeuner du matin

 

Conocí este poema de Jacques Prévert como letra de una canción interpretada por Marlene Dietrich. La música, naturalmente, de Joseph Kosma.


DÉJEUNER DU MATIN

Il a mis le café
Dans la tasse
Il a mis le lait
Dans la tasse de café
Il a mis le sucre
Dans le café au lait
Avec la petite cuiller
Il a tourné
Il a bu le café au lait
Et il a reposé la tasse
Sans me parler
Il a allumé
Une cigarette
Il a fait des ronds
Avec la fumée
Il a mis les cendres
Dans le cendrier
Sans me parler
Sans me regarder
Il s’est levé
Il a mis
Son chapeau sur sa tête
Il a mis
Son manteau de pluie
Parce qu’il pleuvait
Et il est parti
Sous la pluie
Sans une parole
Sans me regarder
Et moi j’ai pris
Ma tête dans ma main
Et j’ai pleuré.


Jacques Prévert


DESAYUNO

Echó café
En la taza
Echó leche
En la taza de café
Echó azúcar
En el café con leche
Con la cucharilla
Lo revolvió
Bebió el café con leche
Dejó la taza
Sin hablarme
Encendió un cigarrillo
Hizo anillos
De humo
Volcó la ceniza
En el cenicero
Sin hablarme
Sin mirarme
Se puso de pie
Se puso
El sombrero
Se puso
El impermeable
Porque llovía
Y se marchó
Bajo la lluvia
Sin decir palabra
Sin mirarme
Y me cubrí
La cara con las manos
Y lloré.




Un proverbio árabe

 

Besa la mano de tu enemigo hasta que se la partas.

Proverbio árabe




Epígrafe en un poema de Cielos e inviernos, “Adiós, muchacho, compañero de mi vida”, de Ramón Irigoyen, Ediciones Hiperión, 1980, 2ª edición (1ª ed. 1979)


Tres aforismos de Carlos Díaz Dufoo, hijo

 

Acomodarse es, a un tiempo, triunfar y perecer.

                              *

La razón le abandona cuando necesita pensar.

                              *

Cultivó el arrebato para dar razón de sí.


Carlos Díaz Dufoo, hijo




CARLOS DÍAZ DUFOO, HIJO (Ciudad de México, 1888-1932), desempeñó un papel poco menos que marginal en la escena literaria de su tiempo. Tras graduarse como abogado en la Escuela Libre de Derecho, trabajó brevemente en la compañía petrolera El Águila, con sede en Tampico, y, más tarde, en el despacho de abogados Gancino y Riba de la Ciudad de México. Contrajo matrimonio en los años veinte e impartió clases como profesor de historia antigua y filosofía en la Escuela Nacional Preparatoria y en la Facultad de Derecho. De su vida personal poco más se sabe. Nunca viajó a Europa. No figuró de manera oficial en ningún grupo literario ni tomó parte en proyectos culturales de relevancia, exceptuando su participación en la fundación de La Nave, en 1914, y su colaboración en otras revistas de la época, como Contemporáneos y México Moderno. La aparición de Epigramas, de 1927, le granjeó una reputación imperecedera como prosista, reconocida por autores del calibre de Alfonso Reyes o Julio Torri, a quien le unió una estrecha amistad. Díaz Dufoo decidió acabar con su vida el 30 de abril de 1932. Pero, pese a la parquedad de su obra, compuesta apenas por un puñado de ensayos, poemas, diálogos y textos dramáticos, y a su carácter huidizo y poco sociable, que le valió el sobrenombre de «el aforista desconocido» y le libró cabalmente de salir en la foto, su escritura ha mantenido una influencia casi constante en el panorama de la literatura mexicana reciente. 

Nota de Firmamento Editores




Agustín de Foxá - Origen

 

ORIGEN  
(Las fuerzas de la tierra)

Me gusta que mi cuerpo presienta la tormenta,
sentir como una planta, una espina, una ola,
al trueno negro por la noche.
Que me entren por las plantas de los pies
duros efluvios de los minerales;
¡oh, Pan, dame tu fruta y tu piel de pantera,
la leche de las corzas y el racimo cargado,
los cuarzos y los óxidos, los saurios primitivos
y aquel fuego encendido por un brazo peludo
en el primer invierno de la Tierra.
Quiero estar con raíces y con nervios; tentáculos
que capten el ozono de las lluvias.
El caracol marino y la tortuga, sean
como un sueño en el suero salado de mi sangre.
Que el pecho de la hembra inflame mis arterias;
que me ahuyente el dulzón hedor de los cadáveres
y sienta los nocturnos espantos de las grutas
pintadas de rojizos bisontes abultados.

Agustín de Foxá