Maritza Qué nombre tan horrible como su
cara Pero tenía un culo que sacaba la cara por ella
Y unas tetas como papayas blanditas
que no había necesidad de tocar
Venía del mercado excitada y dispuesta
Me llevaba a un rincón y me acariciaba
lo más rápido posible Y lo mamaba
de maravilla Fantástico como diría José Barguil
Yo la quería más que a nadie El chiquito
lo tenía caliente y querendón Y
sabía moverlo como una licuadora
Después del asunto me temblaban las piernas
y al cuerpo le entraba un sudor frío
y una ganas de irse para donde mi mamá
Raúl Gómez Jattin
(Cartagena, Colombia, 1945 - 1997)
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