Fotografía de Herr_Mueller - The Good Life #1

Blas de Otero - «Vámonos al campo»

 

«Vámonos al campo»


Señor Don Quijote, divino chalado,
hermano mayor de mis ilusiones,
sosiega el revuelo de tus sinrazones
y, serenamente, siéntate a mi lado.
Señor Don Quijote nos han derribado
y vapuleado como a dos histriones.
A ver, caballero, si te las compones
y das vueltas al dado.
Debajo del cielo de tu idealismo,
la tierra de arada de mi realismo.
Siéntate a mi lado, señor Don Quijote.
Junto al pozo amargo de la soledad,
la fronda de la solidaridad.
Sigue a Sancho Pueblo, señor Don Quijote.

Blas de Otero


Que trata de España (París, 1964)



-¡Ay! -respondió Sancho, llorando-: no se muera vuestra merced, señor mío, sino tome mi consejo y viva muchos años, porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir, sin más ni más, sin que nadie le mate, ni otras manos le acaben que las de la melancolía. Mire no sea perezoso, sino levántese desa cama, y vámonos al campo vestidos de pastores, como tenemos concertado: quizá tras de alguna mata hallaremos a la señora doña Dulcinea desencantada, que no haya más que ver. Si es que se muere de pesar de verse vencido, écheme a mí la culpa, diciendo que por haber yo cinchado mal a Rocinante le derribaron; cuanto más, que vuestra merced habrá visto en sus libros de caballerías ser cosa ordinaria derribarse unos caballeros a otros, y el que es vencido hoy ser vencedor mañana. [...]

-Señores -dijo don Quijote-, vámonos poco a poco, pues ya en los nidos de antaño no hay pájaros hogaño: yo fui loco, y ya soy cuerdo; fui don Quijote de la Mancha, y soy agora, como he dicho, Alonso Quijano el Bueno.

Cervantes, Don Quijote (Parte II, capítulo LXXIV)



Una fotografía de João Perdigão

 



João Perdigão - Praça da Estação, 2007

(Inicialmente, eram outros dois meninos com essa menina no meio. Pedi pra tirar uma foto deles, ficaram com vergonha e esse daí apareceu na mesma hora pedindo pra sair na foto.)



Una fotografía de Fernando Porto

 


Fernando Porto - Concha, Rio de Janeiro, 2006



Álvaro Mutis - Lied de la noche

 

LIED DE LA NOCHE

Y, de repente,
llega la noche
como un aceite
de silencio y pena.
A su corriente me rindo
armado apenas
con la precaria red
de truncados recuerdos y nostalgias
que siguen insistiendo
en recobrar el perdido
territorio de su reino.
Como ebrios anzuelos
giran en la noche
nombres, quintas,
ciertas esquinas y plazas,
alcobas de la infancia,
rostros del colegio,
potreros, ríos
y muchachas
giran en vano
en el fresco silencio de la noche
y nadie acude a su reclamo.
Quebrantado y vencido
me rescatan los primeros
ruidos del alba,
cotidianos e insípidos
como la rutina de los días
que no serán ya
la febril primavera
que un día nos prometimos.

Álvaro Mutis



Un aforismo de Costas Montis

 

Lo último que olvida la memoria es la culpa.

Costas Montis

(Famagusta, 1914 - Nicosia, 2004)




Το τελευταίο πράγμα που ξεχνά η μνήμη είναι οι ενοχές.

Κώστας Μόντης



Magnus Enckell - Niño y calavera

 



Magnus Enckell (1870-1925) - Young Boy and Skull, 1893 (Ateneum Art Museum, Helsinki, Finland)



(Milton Sonn, Flickr)



Pessoa / Caeiro - «Noche de San Juan más allá del muro de mi quintal...»

 

Noche de San Juan más allá del muro de mi quintal.
Del lado de acá, yo sin noche de San Juan. 
Porque hay San Juan donde lo festejan.
Para mí hay una sombra de luz de hogueras en la noche,
un ruido de carcajadas, los golpes en tierra de los saltos 
y un grito ocasional de quien no sabe que yo existo.

Alberto Caeiro


Poesía (Fernando Pessoa) Selección, traducción y notas de José Antonio Llardent. Alianza Tres, Alianza Editorial, 3ª ed. 1985



Noite de S. João para além do muro do meu quintal.
Do lado de cá, eu sem noite de S. João.
Porque há S. João onde o festejam.
Para mim há uma sombra de luz de fogueiras na noite,
Um ruído de gargalhadas, os baques dos saltos.
E um grito casual de quem não sabe que eu existo.


12-4-1919



“Poemas Inconjuntos”. In Poemas de Alberto Caeiro. Fernando Pessoa. (Nota explicativa e notas de João Gaspar Simões e Luiz de Montalvor.) Lisboa: Ática, 1946 (10ª ed. 1993). - 79. 1ª publ. in “Poemas Inconjuntos”. In Athena, nº 5. Lisboa: Fev. 1925.


Muro de quintal. Fotografía de Ponto e vírgula



«Caballero, queráisme dejar…»

 

Caballero, queráisme dejar,
que me dirán mal.

¡Oh qué mañanica, mañana ,
la mañana de San Juan,
cuando la niña y el caballero
ambos se iban a bañar!

Caballero, queráisme dejar,
que me dirán mal.




Una fotografía de Vladimir Padilla







Bartolomeu Campos de Queirós

 

... para estar feliz num porto é necessário ler o depois da linha do horizonte.

Bartolomeu Campos de Queirós

(Minas Gerais, 1944 - 2012)




Valéria Simões - Porto da Barra,  Salvador, Bahia, Brasil 2012



Aurora Luque - «Ya sólo escribo a mano borradores de poemas ...»

 

Ya sólo escribo a mano borradores de poemas o borradores de traducciones. Pongo especial fruición al escribir palabras en griego. La mano está olvidando su destreza para hacer escritura. El poeta José Antonio Padilla, pocos días antes de caer fulminado por un cáncer, dedicaba horas a reaprender a escribir velozmente a mano para presentarse a un examen de -precisamente- literaturas. 


Aurora Luque


Fabricación de las islas (poesía y metapoesía), de Aurora Luque. Pre-Textos, 2014


Un manuscrito de Kavafis (iefimerida.gr)


Una fotografía de Sonia de Spa

 


Sonia de Spa - Daniella, Arles, 2014. (Flickr)



Dos fotografías de Armando Álvarez


 Armando Álvarez - Parthenon, 2014


Erechtheum, Acropolis; Athens, 2014



Dos cabezas de mujer

 

Carl von Marr (1858 - 1936) - Bildnis einer jungen Frau, 1909


Charles Paul Landon (1760 - 1826) - Tête de femme couronnée de laurier, 1791




Dos autorretratos de Estotoli

 


Él me mira, tú me miras
Yo te miro, nos miramos
Él te mira, tú le miras
Y los tres nos miramos.



verde.oscuro oscuro.verde



Dos autorretratos de 2009 de quien firma en Flickr como estotoli. Los textos también son suyos.





Chico Buarque - Construção

 

CONSTRUÇÃO

Amou daquela vez como se fosse a última
Beijou sua mulher como se fosse a última
E cada filho seu como se fosse o único
E atravessou a rua com seu passo tímido

Subiu a construção como se fosse máquina
Ergueu no patamar quatro paredes sólidas
Tijolo com tijolo num desenho mágico
Seus olhos embotados de cimento e lágrima

Sentou pra descansar como se fosse sábado
Comeu feijão com arroz como se fosse um príncipe
Bebeu e soluçou como se fosse um náufrago
Dançou e gargalhou como se ouvisse música

E tropeçou no céu como se fosse um bêbado
E flutuou no ar como se fosse um pássaro
E se acabou no chão feito um pacote flácido
Agonizou no meio do passeio público
Morreu na contramão, atrapalhando o tráfego

Amou daquela vez como se fosse o último
Beijou sua mulher como se fosse a única
E cada filho seu como se fosse o pródigo
E atravessou a rua com seu passo bêbado

Subiu a construção como se fosse sólido
Ergueu no patamar quatro paredes mágicas
Tijolo com tijolo num desenho lógico
Seus olhos embotados de cimento e tráfego

Sentou pra descansar como se fosse um príncipe
Comeu feijão com arroz como se fosse o máximo
Bebeu e soluçou como se fosse máquina
Dançou e gargalhou como se fosse o próximo

E tropeçou no céu como se ouvisse música
E flutuou no ar como se fosse sábado
E se acabou no chão feito um pacote tímido
Agonizou no meio do passeio náufrago
Morreu na contramão atrapalhando o público

Amou daquela vez como se fosse máquina
Beijou sua mulher como se fosse lógico
Ergueu no patamar quatro paredes flácidas
Sentou pra descansar como se fosse um pássaro
E flutuou no ar como se fosse um príncipe
E se acabou no chão feito um pacote bêbado
Morreu na contramão atrapalhando o sábado

Por esse pão pra comer, por esse chão pra dormir
A certidão pra nascer e a concessão pra sorrir
Por me deixar respirar, por me deixar existir
Deus lhe pague

Pela cachaça de graça que a gente tem que engolir
Pela fumaça, desgraça, que a gente tem que tossir
Pelos andaimes pingentes que a gente tem que cair
Deus lhe pague

Pela mulher carpideira pra nos louvar e cuspir
E pelas moscas bicheiras a nos beijar e cobrir
E pela paz derradeira que enfim vai nos redimir
Deus lhe pague

Chico Buarque, del LP Construção (1971)


(Rio de Janeiro, 19 de junho de 1944)

Homero Manzi - Sur

 

SUR

San Juan y Boedo antiguo, y todo el cielo,
Pompeya y más allá la inundación.
Tu melena de novia en el recuerdo
y tu nombre florando en el adiós.
La esquina del herrero, barro y pampa,
tu casa, tu vereda y el zanjón,
y un perfume de yuyos y de alfalfa
que me llena de nuevo el corazón.

Sur, paredón y después...
Sur, una luz de almacén...
Ya nunca me verás como me vieras,
recostado en la vidriera
y esperándote.
Ya nunca alumbraré con las estrellas
nuestra marcha sin querellas
por las noches de Pompeya...
Las calles y las lunas suburbanas,
y mi amor y tu ventana,
todo ha muerto, ya lo sé...

San Juan y Boedo antiguo, cielo perdido,
Pompeya y al llegar al terraplén,
tus veinte años temblando de cariño
bajo el beso que entonces te robé.
Nostalgias de las cosas que han pasado,
arena que la vida se llevó,
qué pesadumbre de barrios que han cambiado
y amargura del sueño que murió.


Letra de Homero Manzi. Le puso música Anibal Troilo y yo recuerdo este tango en la maravillosa versión de Roberto Polaco Goyeneche con Néstor Marconi al bandoneón.




«Alma mía, entra quedo...»

 

Alma mía, entra quedo,
que me estoy muriendo de miedo.




Pablo García Baena - Bajo tu sombra, Junio…

 

Bajo tu sombra, Junio…

Bajo tu sombra, Junio, salvaje parra,
ruda vid que coronas con tus pámpanos las dríadas desnudas,
que exprimes tus racimos fecundos en las siestas
sobre los cuerpos que duermen intranquilos,
unidos estrechamente a la tierra que tiembla bajo su abrazo,
con la mejilla desmayada sobre la paja de las eras,
la respiración agitada en la garganta
como hilillo de agua que corriera secreto entre las rosas
y los labios en espera del beso ansioso
que escapa de tu boca roja de dios impuro.
Bajo tu sombra, Junio,
yedra de sangre que tiende sus hojas
embriagando de sonrisas la pared más sombría,
la piedra solitaria;
Junio, paraíso entre muros, que levantas la antorcha de tus árboles
ardiendo en la púrpura vesperal,
bajo tu sombra quiero ver madurar los frutos,
las manzanas silvestres y los higos cuajados de corales submarinos,
la barca que va dejando por los ríos lejanos sus perfumes,
los bosques, las ruinas,
las yuntas soñolientas por los caminos
y el zagal cantando con un junco en los labios.
Quiero oír el inquieto raudal de los torrentes,
el crujido de las ramas bajo el peso del nido
y el resonante silencio de las constelaciones
entreabriendo sus alas como pájaros espumantes de fuego
al fúnebre conjuro de los nocturnos pífanos.
Bajo tu sombra quiero esperar las mañanas fugitivas de frescura
y los atardeceres largos como miradas
cuando todo mi ser es un canto al amor,
un cántico al amor entregado,
mientras las manos se curvan sobre las espaldas desnudas
y mis párpados se tiñen con el violento jacinto de la dicha.

Pablo García Baena


Junio (1957)




Rudolf Koppitz - Los hermanos (1928)

 




Rudolf Koppitz (1894 - 1936) - Die Brüder (1928) o Die zwei Brüder (1930)





Pessoa / Campos - «Começa a haver meia-noite, e a haver sossego…»

 

Começa a haver meia-noite, e a haver sossego,
Por toda a parte das coisas sobrepostas,
Os andares vários da acumulação da vida...
Calaram o piano no terceiro andar...
Não oiço já passos no segundo andar...
No rés-do-chão o rádio está em silêncio...

Vai tudo dormir...

Fico sozinho com o universo inteiro.
Não quero ir à janela:
Se eu olhar, que de estrelas!
Que grandes silêncios maiores há no alto!
Que céu anticitadino!
—Antes, recluso,
Num desejo de não ser recluso,
Escuto ansiosamente os ruídos da rua...
Um automóvel — demasiado rápido! —
Os duplos passos em conversa falam-me...
O som de um portão que se fecha brusco dói-me...

Vai tudo dormir...

Só eu velo, sonolentamente escutando,
Esperando
Qualquer coisa antes que durma...
Qualquer coisa...



9-8-1934


Álvaro de Campos / Fernando Pessoa




Dos versos de Pessoa

 

A morte é a curva da estrada,
Morrer é só não ser visto.

23-5-1932


Fernando Pessoa


Fernando Pessoa aos seis anos



«nasceu em 13 de Junho de 1888»

 


Largo de S. Carlos, n.º4, 4º Esquerdo. Lisboa




Nuccio Ordine

 


Nuccio Ordine nació en el municipio calabrés de Diamante en 1958 y, lamentablemente, falleció ayer, 10 de junio, en Cosenza. Lo recordamos con los dos primeros párrafos de la introducción de su La utilidad de lo inútil  Manifiesto (Acantilado, 1ª ed. 2013)


Y es precisamente tarea de la filosofía 
el revelar a los hombres la utilidad de lo inútil
o, si se quiere, enseñarles a diferenciar 
entre dos sentidos diferentes de la palabra utilidad.

Pierre Hadot, Ejercicios espirituales y filosofía antigua 



El oxímoron evocado por el título La utilidad de lo inútil merece una aclaración. La paradójica utilidad a la que me refiero no es la misma en cuyo nombre se consideran inútiles los saberes humanísticos y, más en general, todos los saberes que no producen beneficios. En una acepción muy distinta y mucho más amplia, he querido poner en el centro de mis reflexiones la idea de utilidad de aquellos saberes cuyo valor esencial es del todo ajeno a cualquier finalidad utilitarista. Existen saberes que son fines por sí mismos y que-precisamente por su naturaleza gratuita y desinteresada, alejada de todo vínculo práctico y comercial-pueden ejercer un papel fundamental en el cultivo del espíritu y en el desarrollo civil y cultural de la humanidad. En este contexto, considero útil todo aquello que nos ayuda a hacernos mejores. 

Pero la lógica del beneficio mina por la base las instituciones (escuelas, universidades, centros de investigación, laboratorios, museos, bibliotecas, archivos) y las disciplinas (humanísticas y científicas) cuyo valor debería coincidir con el saber en sí, independientemente de la capacidad de producir ganancias inmediatas o beneficios prácticos. Es cierto que con mucha frecuencia los museos o los yacimientos arqueológicos pueden ser también fuentes de extraordinarios ingresos. Pero su existencia, contrariamente a lo que algunos querrían hacernos creer, no puede subordinarse al éxito económico: la vida de un museo o una excavación arqueológica, como la de un archivo o una biblioteca, es un tesoro que la colectividad debe preservar con celo a toda costa. 




Una fotografía de Aris Kamarotos

 



Aris Kamarotos - Hollow, 2009




Una fotografía de Francis Goodman

 



Francis GoodmanLorna Cecilia Wishart (née Garman); Lucian Freud, circa 1942



Luís de Camões - «Eu cantarei de amor tão docemente…»

 

Eu cantarei de amor tão docemente,
Por uns termos em si tão concertados,
Que dous mil acidentes namorados
Faça sentir ao peito que não sente.

Farei que o amor a todos avivente,
Pintando mil segredos delicados,
Brandas iras, suspiros magoados,
Temerosa ousadia e pena ausente.

Também, Senhora, do desprezo honesto
De vossa vista branda e rigorosa,
Contentar-me-ei dizendo a menor parte.

Porém, para cantar de vosso gesto
A composição alta e milagrosa,
Aqui falta saber, engenho e arte.


Luís de Camões   



Sebastiano del Piombo - Retrato de mujer

 


Sebastiano del Piombo (1485 - 1547) - Ritratto di donna, 1512



Una fotografía de George Karalakis

 


George Karalakis - Karin, 2012



Una cita de Kikí Dimulá

 

Una cita de la mayor poeta griega del siglo XX, Kikí Dimulá (1931 - 2020):


Todos mis poemas los escribo para estar un minuto más con lo que amé, con lo que me dolió, con lo que soñé…



«Όλα τα ποιήματά μου τα γράφω για να είμαι ακόμα ένα λεπτό μαζί με ό,τι αγάπησα, με ό,τι με πόνεσε, με ό,τι ονειρεύτηκα...».

Κική Δημουλά




Quevedo - «Retirado en la paz de estos desiertos...»

 

DESDE LA TORRE

Retirado en la paz de estos desiertos,
con pocos, pero doctos libros juntos,
vivo en conversación con los difuntos,
y escucho con mis ojos a los muertos.

Si no siempre entendidos, siempre abiertos,
o enmiendan, o fecundan mis asuntos;
y en músicos callados contrapuntos
al sueño de la vida hablan despiertos.

Las grandes almas que la muerte ausenta,
de injurias de los años, vengadora,
libra, ¡oh gran don Joseph!, docta la imprenta.

En fuga irrevocable huye la hora;
pero aquélla el mejor cálculo cuenta,
que en la lección y estudios nos mejora.

Francisco de Quevedo



Nota de José Manuel Blecua en su edición de la Poesía original completa de Quevedo, Planeta, 1981: 

«Añade González de Salas: "Algunos años antes de su prisión última me envió este excelente soneto desde la Torre"»

* * * * * * * * * * * * * * *

Quevedo llegó a La Torre de Juan Abad en 1620, con apenas 40 años de edad. No tardó en marcharse de La Mancha con rumbo a Madrid cuando Felipe IV accedió al trono de España, para adentrarse en las intrigas palaciegas de la Corte de los Austria. En 1632 llegó incluso a ser secretario del rey. 

Después de unas cuantas peripecias en la capital acabó encerrado en la prisión de San Marcos de León y en 1643 renunció a la Corte para volver, maltrecho, a la Torre de Juan Abad. Durante su presidio, Quevedo compuso alguno de sus mejores poemas, y su pensamiento viró hacia un estoicismo inspirado en Séneca y que frenó por momentos su ambición política. 

(Fuente)




Yannis Kondós - Cuidado con la nostalgia, os matará

 

CUIDADO CON LA NOSTALGIA, OS MATARÁ

Penetra la piel y la sangre
como un piojo. Tiene los mismos síntomas.
Comezón, infecciones, extensa destrucción
de los tejidos, que la mayoría de las veces llega
hasta el hueso. El enfermo cae en una
gran tristeza. Mira las espaldas de la gente
y cree que el rostro que pasa
es el suyo, fugaz, perdido.
Se sienta en un silla con las manos
en las rodillas, en descomposición avanzada
–él no se da cuenta de nada–
y trata de rellenar el vacío
con esos pensamientos-medusa. Atención,
no es el pasado, la diferencia es sustancial.
Lo hipnotiza una astuta música de instrumentos de viento
y habla y monologa con cabelleras,
labios, orejas y manos
o cuerpos completos de mujeres
que salen de las paredes
o emergen de pronto
del piso y los distintos muebles de la casa.
Si continúa así, acabará
periódico con noticias viejas
tirado en la calle.

Yannis Kondós

(1943 - 2015)


Versión de Francisco Torres Córdova en Periódico La Jornada (littura22.wordpress.com)



Προσέχτε τη νοσταλγία, θα σας σκοτώσει

Εισέρχεται στο δέρμα και στο αίμα
όπως η ψείρα. Έχει τα ίδια συμπτώματα.
Φαγούρα, μολύνσεις, εκτεταμένη καταστροφή
των ιστών, που τις περισσότερες φορές φτάνει
μέχρι το κόκαλο. Ο ασθενής πέφτει σε μεγάλη
λύπη. Κοιτάζει τις πλάτες των ανθρώπων
και πιστεύει ότι το περαστικό πρόσωπο
είναι το δικό του, το φευγάτο, το χαμένο.
Κάθεται σε καρέκλα με τα χέρια
στα γόνατα, σε προχωρημένη σήψη
–ο ίδιος δεν αντιλαμβάνεται τίποτα–
και προσπαθεί να μπαζώσει το κενό
με αυτές τις σκέψεις μέδουσες. Προσέχτε,
δεν είναι παρελθόν, υπάρχει ουσιαστική διαφορά.
τον υπνωτίζει ύπουλη μουσική πνευστών
και συνομιλεί και μονολογεί με μαλλιά,
χείλη, αυτιά και χέρια
ή ολόκληρα σώματα γυναικών
που βγαίνουν από τοίχους
ή αναδύονται απότομα
από το πάτωμα και τα διάφορα έπιπλα του σπιτιού.
Αν συνεχίσει έτσι, θα καταλήξει
πεταμένη εφημερίδα μα παλιές ειδήσεις
στο δρόμο.

Γιάννης Κοντός

[Στο γύρισμα της μέρας, σελ. 34 | 1992]


(To Koskino


Daniel Barraco

 


Una instantánea del fotógrafo argentino Daniel Barraco (Mendoza, 1956)



Celedonio Flores - Musa rea

 


MUSA REA

No tengo el berretín de ser un bardo
chamuyador letrao ni de spamento;
yo escribo humildemente lo que siento
y pa' escribir mejor lo hago en lunfardo.

Yo no le canto al perfumado nardo
ni al constelao azul del firmamento
yo busco en el suburbio sentimiento
¡Pa' cantarle a una flor, le canto al cardo!

Y porque embroco la emoción que emana
del suburbio tristón, de la bacana,
del tango candombero y cadencioso.

Surge a torrentes mi mistonga musa:
es que yo tengo un alma rantifusa
¡bajo esta pinta de bacán lustroso!

Celedonio Flores



Cornelis Cort - La Virtud, asediada por el amor, el error, la ignorancia y la opinión

 



Cornelis Cort (c. 1533 - 1578) - La Virtud, asediada por el amor, el error, la ignorancia y la opinión, 1570





Padre António Vieira - «Todos imos embarcados na mesma nau…»

 

Todos imos embarcados na mesma nau, que é a vida, e todos navegamos com o mesmo vento, que é o tempo.

Padre António Vieira, Sermões






Fotografía de Freeariello - Tempo vero, 2006