Fotografía de Herr_Mueller - The Good Life #1

Ramón Andrés y la muerte

 

El pastor conduce los rebaños al campo como la soberbia nos lleva a la muerte, apacibles.


Nos acercamos a la muerte por nuestros despoblados.


Ramón Andrés




Puntos de fuga, libro inédito con pensamientos escritos entre 2012 y 2015, en Poesía reunida. Aforismos. Edición de Andreu Jaume. Lumen, 2016.


Sublime

 

Sublime

Según el concepto original de Longino (poco conocido escritor griego), que sería recuperado por filósofos y críticos de arte posteriores, lo sublime se caracteriza por una belleza extrema, que produce en el que la percibe una pérdida de la racionalidad, una identificación total con el proceso creativo del artista y un gran placer estético. En ciertos casos, lo sublime puede ser tan puramente bello que produce dolor en vez de placer. Según Longino, hay cinco caminos distintos para alcanzar lo sublime: “grandes pensamientos, emociones fuertes, ciertas figuras de habla y de pensamiento, dicción noble y disposición digna de las palabras. 



(Leído en crubkenator, blog que ya no existe)




Ramón Eder - «La infancia es el destino...»

 

De lo que se trata es de conseguir, como sea, aquel estado de beatitud que nos proporcionaba en la infancia la mezcla de la lectura de un libro de aventuras y la merienda.

Ramón Eder


Aire de comedia (2015), en Ironías, Renacimiento, 2016




Una fotografía de Bruce Gilden

 


Una fotografía de Bruce Gilden (nacido en Nueva York en 1946)



Ava, por George Hoyningen-Huene

 


Ava Gardner, fotografiada por George Hoyningen-Huene durante el rodaje de Bhowani Junction (1956), dirigida por George Cukor.


Ava Lavinia Gardner (Carolina del Norte, 24-12-1922 - Londres, 25-1-1990)


Antonio Gamoneda - Blues para cristianos

 

BLUES PARA CRISTIANOS 

Antes algunos hombres se sentaban a fumar
y a mirar la tierra despacio.
Antes muchos hombres se sentaban a fumar
y poco a poco comprendían la tierra.
Ahora no se puede fumar cuando viene la noche.
Ahora ya no queda tabaco ni esperanza.

Ya han debido de pasar el cielo y la tierra
y todas las casas están vacías.
Han debido de pasar el cielo y la tierra
porque todas las casas están vacías.
La madre ya no quiere volver a sus cazuelas.
Aquí toda la gente está muy triste.

Ahora vendrá Dios con su madero.
Dicen que viene Jesucristo con su madero.
Bien, que venga con su madero.

Cuando venga Jesucristo con su madero,
vamos a verle la chaqueta vieja.
Cuando venga Jesucristo a vivir con nosotros,
habrá que verle el corazón cansado.

Aquí ya no hay otra majestad que el dolor.
Sí, buen amigo, ya no hay más en la tierra.

Antonio Gamoneda


Blues castellano (selección de poemas escritos entre 1961 y 1965, no publicado hasta 1982)




Quevedo - «En crespa tempestad del oro undoso...»

 

AFECTOS VARIOS DE SU CORAZÓN FLUCTUANDO
EN LAS ONDAS DE LOS CABELLOS DE LISIS


En crespa tempestad del oro undoso
nada golfos de luz ardiente y pura
mi corazón, sediento de hermosura,
si el cabello deslazas generoso.

Leandro en mar de fuego proceloso
su amor ostenta, su vivir apura;
Ícaro en senda de oro mal segura
arde sus alas por morir glorioso.

Con pretensión de fénix encendidas
sus esperanzas, que difuntas lloro,
intenta que su muerte engendre vidas.

Avaro y rico, y pobre en el tesoro,
el castigo y la hambre imita a Midas,
Tántalo en fugitiva fuente de oro.

Francisco de Quevedo



Una fotografía de Maximus Chatsky

 



Maximus Chatsky - Hair we are, 2010




Tres fotografías de Viljar Sepp


 



 

 

Desde Tartu, en Estonia, tres retratos de Viljar Sepp. 29-05_Kristel-naud-f  y 19-09_Kristi-kylg-FM-f, ambos de 2008, y la tercera, 127_03_f, de 2011.


(Flickr)



Dámaso Alonso - Insomnio

 

INSOMNIO


Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas).

A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en el que hace 45 años que me pudro,

y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros, o fluir blandamente la luz de la luna.

Y paso largas horas gimiendo como el huracán, ladrando como un perro enfurecido, fluyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.

Y paso largas horas preguntándole a Dios, preguntándole por qué se pudre lentamente mi alma,

por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad de Madrid,

por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo.

Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?

¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día,

las tristes azucenas letales de tus noches?


                    Damaso Alonso


Hijos de la ira (1944)


Poema  escrito en torno a 1940 y que abre el libro Hijos de la ira  (Diario íntimo




Una fotografía de Harold Cazneaux

 


Harold Cazneaux -  Portrait in sunshine (Patricia Minchin), 1931



Cintio Vitier - «Algo le falta a la tarde...»

 

Algo le falta a la tarde,
no están completos los pinos,
y yo mirando a las nubes
siento lo que no he sentido.

A cada instante pregunto
por el tesoro perdido
cuya sombra se desplaza
con melancólico frío.

Mirándome está el deseo,
nocturno, solo, infinito;
callada va la nostalgia
llameando eternos vestigios.

No llega nunca mi gesto
a la tierra del destino;
la vida acaba inconclusa,
quedan los sueños en vilo.

Cintio Vitier



Una fotografía de Olivier Kervern

 



Olivier Kervern - Italie, 2010



Yannis Ritsos - La subida

 

LA SUBIDA

Estuvo largo tiempo en el ajeno huerto, y sólo pensaba
en subir a escondidas a la higuera desnuda, para mirar
desde lo alto al mundo, como si fuera una hoja
o un pájaro; pero siempre pasaba alguien
y siempre lo dejaba para luego.
Una tarde,
miró en derredor suyo –todo desierto–, trepó
a la rama más alta; entonces se oyeron
voces de entre las matas: "¿Qué haces, allí arriba?"
–grandes voces–, y contestó: "Un higo,
quedaba un higo". La rama se quebró.
Lo levantaron. Tenía la mano derecha agarrotada.
Cuando abrieron sus dedos, no había nada dentro.

Yannis Ritsos




Una fotografía de Bill Henson

 




Juan García Hortelano - Deuda fraudulenta

 

DEUDA FRAUDULENTA

Atardecer aquel
de la ciudad perdida
de la infancia,
que yo pensé inmortal
y ahora en la memoria
yerto y lívido
aflora ¿acaso
pretendes, impostura
de lo mejor que fui,
que era yo el niño aquel
en la ciudad dorada
de aquel atardecer?

Juan García Hortelano



La incomprensión del comercio. Edición de Antonio Martínez Sarrión. Visor, 1995



Carlos Pellicer - Esta barca sin remos es la mía

 

Esta barca sin remos es la mía.
Al viento, al viento, al viento solamente
le ha entregado su rumbo, su indolente
desolación de estéril lejanía.

Todo ha perdido ya su jerarquía.
Estoy lleno de nada y bajo el puente
tan sólo el lodazal, la malviviente
ruina del agua y de su platería.

Todos se van o vienen. Yo me quedo
a lo que dé el perder valor y miedo.
¡Al viento, al viento, a lo que el viento quiera!

Un mar sin honra y sin piratería,
excelsitudes de un azul cualquiera
y esta barca sin remos que es la mía.

Carlos Pellicer




Una fotografía de Cristina Thurston

 



Cristina Thurston (2013)