Fotografía de Herr_Mueller - The Good Life #1

Ida Vitale - Abuela + Abuelo

 

Hoy cumple noventa y ocho años la poeta uruguaya Ida Vitale, que presentó en septiembre en Montevideo su último libro, Tiempo sin claves. En el acto dijo: "Espero que no sea el último (libro que publico)".  ¡Viva Ida y viva la poesía!


ABUELA

Es una luz verdosa, entre olores verdosos,
es un vestido negro como papel quemado
la abuela se refleja desde la mecedora,
al fondo del espejo.
Alli sentada no se hamaca. Cruje.
Se le evaporan casamiento y casas,
ocasiones de cuita, los narrados,
secos jirones que de a poco dieron
gusto a sangre en la boca a la familia:
las guerras y los muertos pequeñitos,
y los que luego luto le vistieron.
Y también el amor, si acaso hubo,
la aridez de los años, la gota de molicie
que murió inútil en su piel reseca.
Todo tal merienda sorbida tarde a tarde,
de inmediato olvidada.
Fue inmune a la viruela.
Ignoró la codicia.
No vio la conyugal Sicilia
ni muchas calles de Montevideo.
Durante décadas le bastó una amiga
y los recuerdos de un rosario mínimo.
Sólo insistía en recordar el nombre
en italiano del durazno.
Como el sabor, se le olvidaba.
Sé que sobre sus faldas tibias,
tibia dormía otra Verdad secreta
que acunó su quietud.
La luz bajo cortinas de filé melancólico,
por años la enfrenté desde otra mecedora,
sin lograr alcanzarla.




ABUELO

No le conocí.
Pero su viento oscuro
aún recorría los cuartos
como para aventar una brasa de amor
que alguien guardara.
Enardeció la casa con sus catorce hijos,
eligió para algunos agrios nombres fantásticos:
Pericles, Rosolino, Publio, Decio,
Débora, Clelia, Ida, Marco Antonio,
Tito Manlio, Fabrizio, Miguel Angel.
Cuando un hijo moría a poco de nacido,
el siguiente ocupaba su nombre
y así borraba el luto.

No lo conocí.
Pero quizás, ya viejo
hubiese sido blando conmigo.
No me hubiese servido.


Procura de lo imposible
(1998), en Poesía reunida. Tusquets, 2ª ed. 2018; 1ª ed. 2017.


© Daniel Mordzinski



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